Ni el nacimiento de Benjamín Keanu, su cuarto hijo, le desvía el foco a Marcelo Gallardo. Obsesivo de su trabajo como es, el técnico de River intenta dedicarle tiempo a su bebé pero de ningún modo descuida el andar de su equipo, que hoy debutará en la Superliga ante Argentinos Juniors en La Paternal. Al Muñeco le cuesta permitirse momentos de desconexión y mucho menos ahora que la temporada ingresó en su etapa más caliente, con la inminente definición de los octavos de final de la Copa Libertadores; la firme posibilidad de que haya un nuevo Superclásico ante Boca, en este caso en la Copa Argentina; y el comienzo del campeonato local, una cuenta pendiente para el entrenador más exitoso del club de Núñez.
Gallardo, esa suerte de tótem riverplatense, ya consiguió diez títulos como técnico del equipo millonario: dos Libertadores, una Sudamericana, tres Recopas y una Suruga Bank a nivel internacional; y dos Copas Argentina y una Supercopa Argentina a nivel local. Pero siempre tiene más desafíos por delante: después de todo, así lo reclama su gen ultracompetitivo. ¿Cuáles son los que tiene en este semestre? Hay siete que asoman como los principales.
1) Pisar fuerte por segunda vez en el Mineirao. Después del empate sin goles ante Cruzeiro, River jugará el próximo martes la revancha en Belo Horizonte en medio de sensaciones encontradas: de cierta incomodidad por no haber ganado en el Monumental y de esperanza porque el hecho de no haber recibido goles como local le podría dar la clasificación hasta igualando 1-1, 2-2, 3-3 y así. En todo caso, el escenario es mejor que el que tuvo en 2015, cuando cayó 1 a 0 en Buenos Aires y luego dio vuelta la serie con un contundente 3 a 0 en Brasil. Aquella fue considerada una de las mejores actuaciones históricas de River como visitante en la Libertadores. El martes, entonces, buscará dar un nuevo golpe en tierras brasileñas.
2) Ir por la quinta Libertadores de la historia de River. Desde ya que este objetivo está atado a lo que ocurra el martes ante Cruzeiro. En caso de pasar de ronda, en cuartos de final enfrentará al ganador de la serie que San Lorenzo y Cerro Porteño de Paraguay igualan sin goles tras el choque de ida jugado en el Nuevo Gasómetro. Y en las semifinales podría haber un nuevo Superclásico ante Boca. Con Gallardo al frente del equipo, River obtuvo dos de sus cuatro Libertadores: en 2015 y en 2018. Y la del año pasado ante Boca, en el Santiago Bernabéu, es considerada la final entre clubes más importante de la historia, incluso a nivel mundial. Subido a la ola triunfal del ciclo de Gallardo, el equipo sabe que tiene con qué para ir por más: a falta de refuerzos, mantuvo casi a la totalidad del plantel campeón en 2018, a excepción de Camilo Mayada, quien se fue con el pase en su poder.
3) Tratar de conseguir el Mundial de Clubes. Es una de las cuentas pendientes que tiene Gallardo. En 2015 perdió la final ante Barcelona, por 3 a 0 en Japón. Y en 2018 se quedó con las ganas de llegar al choque decisivo frente al Real Madrid (salió campeón) pues cayó por penales ante Al Ain, de Emiratos Arabes, en una de las semifinales. Para jugar el Mundial de Clubes, que este año y el próximo tendrá lugar en Doha, Qatar, deberá ganar la final que tendrá lugar el sábado 23 de noviembre en el estadio Nacional de Santiago de Chile. River se consagró una sola vez en su historia campeón mundial: fue en 1986, cuando se quedó con la Copa Intercontinental al ganarle 1 a 0 a Steaua Bucarest, de Rumania, en Japón. El Mundial de Clubes se juega desde 2006 y no lo ganó ningún equipo argentino. En las trece ediciones que se llevan disputadas, solo dos equipos sudamericanos dieron la vuelta olímpica y los dos son brasileños: Inter de Porto Alegre en 2006 y Corinthians en 2012.
4) Ganar la Superliga. Desde que asumió como técnico de River a mediados de 2014, Gallardo no pudo quedarse con ningún campeonato de Liga. Festejó tres títulos nacionales (dos Copas Argentina y una Supercopa Argentina) pero aún no logró levantar el pagaré de celebrar en un certamen de largo aliento. Si bien en el estreno de hoy pondrá una formación alternativa ante Argentinos para preservar a la mayoría de los titulares para el choque del martes ante Cruzeiro, Gallardo se puso a esta Superliga como uno de los objetivos centrales del semestre. De la mano del Muñeco, River buscará quebrar la racha de cinco años sin conseguir un campeonato de Liga: el último fue en 2014, cuando se quedó con el torneo Final con Ramón Díaz como técnico.
5) Ir por la tercera Copa Argentina de su ciclo. El Muñeco fue campeón con River en las ediciones 2016 (ante Rosario Central, en Córdoba) y 2017 (frente a Atlético Tucumán, en Mendoza) y este año buscará otro éxito en esta competencia. River deberá enfrentar en los octavos de final a Godoy Cruz de Mendoza y en cuartos podría llegar a jugar un nuevo Superclásico ante Boca, que aún debe jugar su choque de 16avos. de final frente a Almagro. Si Boca deja en el camino a Almagro, en octavos debería jugar ante el vencedor de la serie entre Talleres de Córdoba y Banfield. En caso de darse la lógica, entonces, River y Boca se verán las caras por primera vez en esta competencia pero por quinta en duelos mano a mano en los últimos cinco años: los millonarios se quedaron con los duelos de la Sudamericana 2014, Libertadores 2015, Supercopa Argentina 2018 y Libertadores 2018.
6) Quebrar la racha sin triunfos en el Monumental ante Boca en el ámbito local. Por campeonatos domésticos, River arrastra nueve años sin ganarle a su clásico rival en Núñez. La última vez que lo puso de rodillas fue el 16 de noviembre de 2010, por el torneo Apertura, con un gol de cabeza de Jonatan Maidana. Desde entonces, jugaron siete veces en el Monumental, con tres empates y cuatro victorias para Boca. El próximo enfrentamiento se jugará el 1 de setiembre en el Monumental, por la quinta fecha de la Superliga. Si bien es cierto que River se quedó con los dos Superclásicos más importantes de los últimos cinco años en Núñez (1-0 por la Sudamericana 2014 y 1-0 por la Libertadores 2015), fueron en el ámbito internacional. A nivel local, en poco más de un mes irá por una victoria que le permita redondear la fiesta que sus hinchas preparan para volver a jugar ante Boca tras la final de Madrid.
7) Afianzar el proyecto infanto-juvenil del club. Gallardo encabeza el trabajo para potenciar a las divisiones inferiores. Su principal ladero en esa tarea es Gustavo Grossi, director general del proyecto. La política del club es proyectar juveniles de la cantera a la Primera División y por eso el Muñeco sigue tan de cerca lo que ocurre en las Inferiores. De hecho, durante su gestión debutaron en la máxima categoría 31 pibes con ADN riverplatense, entre los que se encuentran Augusto Batalla, Emanuel Mammana, Lucas Martínez Quarta, Gonzalo Montiel, su hijo Nahuel, Exequiel Palacios, Cristian Ferreira, Lucas Boyé, Julián Alvarez y Benjamín Rollheiser. Es común verlo a Gallardo en el River Camp siguiendo de cerca los partidos de las distintas categorías. Además, está en contacto permanente con los técnicos de las Inferiores: Gabriel Perrone (Cuarta División), Guillermo Rivarola (Quinta), Juan José Borrelli (Sexta), José Vidal (Séptima), Jorge Gordillo (Octava) y Javier Alonso (Novena).
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