Lionel Messi fue suspendido por un partido oficial y recibió una multa por 1500 dólares por la injusta expulsión en el duelo entre Argentina y Chile, por el encuentro por el tercer puesto de la Copa América, en el que protagonizó una gresca con Gary Medel. Sin embargo, todavía tiene un expediente pendiente en la Confederación Sudamericana: el que le abrieron por sus declaraciones tras el partido: habló de "corrupción" y señaló que el certamen estaba "armado para Brasil", a la postre, campeón.
Se especula con que la sanción podría darse a conocer la semana próxima, y que la misma tendría una duración de alrededor de seis meses, por lo que quedaría impedido de participar en los amistosos de septiembre, octubre y noviembre, y recién podría volver a vestir la Albiceleste en la segunda fecha de las Eliminatorias, en marzo.
Más allá de que, si se confirma, el panorama no es tan desalentador para Argentina, dado que Lionel Scaloni podrá contar con el capitán en el camino a Qatar 2002 y para la Copa América 2020 que se disputará en Argentina y Colombia, en AFA entienden que el delantero de Barcelona no debería ser penado por sus palabras. En el descargo que los asesores legales enviaron a Asunción, la entidad aclaró que sus conceptos se referían al arbitraje, no a las autoridades. E incluso el rosarino firmó una carta de disculpas en la que señaló que se hallaba bajo "estrés emocional" por la tarjeta roja.
En los argumentos, la Asociación del Fútbol Argentino incluyó varios antecedentes de futbolistas, entrenadores y directivos que criticaron fuertemente a la organización del fútbol sudamericano, hablaron de "robo", pero no fueron sancionados. Los ejemplos son varios.
Un caso emblemático fue el de Emmanuel Gigliotti, ex delantero de Independiente. Luego de la eliminatoria frente a River, por los cuartos de final de la Copa Libertadores 2017, en la que la Asistencia Arbitral por Video omitió un planchazo de Javier Pinola a Martínez Benítez, el atacante fue contundente: "A la final de la Libertadores llegarán los equipos que el VAR tenga ganas. Para mí, y sin llorar, lo que pasó en la cancha de River fue preocupante".
Otro episodio efervescente fue el de la expulsión de Dedé, marcador central de Cruzeiro, por el cabezazo accidental al arquero Esteban Andrada, de Boca, también por la Copa Libertadores. El club de Belo Horizonte hizo el reclamo ante Conmebol, que a través de la venezolana Amarilis Belisario, vicepresidente del Tribunal de Disciplina, lo absolvió. Pero antes abundaron las declaraciones agresivas contra la entidad, sin que hubiera sanción. "En tiempos en los que mucha gente de la Conmebol fue presa, ellos tienen que probar si hubo robo o error", bramó Itair Machado, vicepresidente del club.
Y ni que hablar si citamos las declaraciones de los protagonistas de Gremio tras la serie semifinal de Libertadores ante River, por la sanción del penal (bien sancionado), a instancias del VAR, que le dio la clasificación al conjunto de Marcelo Gallardo a la definición frente a Boca. El más enardecido fue Renato Gaúcho, entrenador del "Tricolor", quien no ahorró calificativos en sus reclamos. "Gremio fue robado por el VAR", dijo. La Asistencia Arbitral por Video la maneja Wilson Seneme, titular de la Comisión de Árbitros de la Conmebol. Por ende, acusó a la entidad de robo. Pero nada sucedió con él.
Hubo más de Renato Gaúcho: "Una cosa es no entender, otra es ser ciego y otra ser un burro. No creo que sea burro, le pagan por estar ahí y tiene muchas cámaras. No tiene como errar. Si lo hubieran llamado al árbitro de cancha él habría visto que el gol fue con el brazo. Hasta Stevie Wonder avisaría al árbitro de algo así", dijo entonces sobre Andrés Cunha, árbitro principal, y Leodán González, el encargado de la humano-tecnología.
En otro tono, durante el desarrollo de la Copa América, fueron varios los protagonistas que se quejaron de diferentes cuestiones, igual que ocurrió con Messi. Rafael Dudamel, orientador de Venezuela, subrayó: "Cuando vamos a una Copa en Brasil, imaginamos el mejor escenario posible, pero fuimos sorprendidos. La estructura logística y de hoteles no está a la altura de una Copa América, mucho menos en Brasil".
Sobre el estado de los campos de juego, el mismísimo Tite, DT de Brasil, remarcó: "Es un disparate, en alto nivel, tener un campo con tamaña dificultad para jugar. Es inconcebible. Hay que exigir, uno es exigido para hacer un juego de alto nivel y quien cuida del césped también tiene que ser exigido a un alto nivel. El jugador tiene que dar tres toques para jugar, es
imposible desarrollar un fútbol de alto nivel con este tipo de césped".
Con todos estos antecedentes, ¿Messi será sancionado el único sancionado dentro de un coro de protestas en los últimos 18 meses?