El 2 de junio de 2007, en Maracaibo, convirtió su 35° gol con la camiseta albiceleste, aquel que le permitió pasar a un tal Diego Maradona en la tabla histórica de anotadores y quedar solamente por debajo de Gabriel Batistuta. Ese día, en el Estadio José Encarnación Romero, el delantero que había dejado el pelo largo y la vincha atrás pero que seguía con la '9' de la Selección en la espalda convirtió de penal el 1-1 parcial ante Colombia por la segunda fecha de la Copa América de Venezuela. El remate le provocó una lesión muscular en su muslo por lo que pidió el cambio en medio de los festejos y ya nunca más iba a ingresar.
Sin pensarlo, o capaz sí, ese fue el último partido de Hernán Jorge Crespo con la Argentina. Atrás dejó 35 dianas en 64 presencias y tres Mundiales disputados (1998, 2002, 2006) para ser recordado como uno de los mejores jugadores argentinos de la década del 2000.
Poco más de 12 años después, Valdanito recibe a Infobae en las instalaciones del Predio Alfredo Palacios del Club Atlético Banfield ya sin la camiseta de jugador pero con el buzo de DT, con el mismo pelo corto de su último partido pero más blanco que morocho. Sereno, distendido y con la simpatía que lo caracteriza, Crespo habla del presente de la Selección y su último paso por la Copa América de Brasil.
– ¿Cómo viste a la Selección en la Copa América de Brasil? ¿Hubo una mejora a comparación de lo que fue el Mundial de Rusia hace un año?
– A mi las comparaciones no me gustan, son odiosas. En cuanto al análisis de lo que pasó en la Copa América, por cómo se llegó, se hizo más de lo que yo esperaba. Creo que hay cosas muy positivas como la actitud dentro de la cancha. Se fue de menor a mayor, hubo momentos que se notaba cierto desfasaje desde el conocimiento de lo que se iba a hacer, pero me parece lógico porque no hubo tiempo de trabajo. A eso se le agregó actitud y me gustó.
– Compartiste equipo con varios miembros del cuerpo técnico…
– Con todos. (Hace un pausa y recuerda entre risas) Y hasta habitación, también. Menos con Pablito (Aimar) dormí con (Roberto) Ayala, (Walter) Samuel y (Lionel) Scaloni.
– ¿Qué aptitudes tienen para el puesto en el que están?
– El tema pasa por ahí. Tienen un recorrido muy importante por la Selección, entonces saben lo que son los pasillos. Pero, si bien estamos hablando de fútbol, están en otros cargos. Creo que él que más tiene recorrido es el Ratón porque también fue manager en Racing. Samuel estuvo laburando en el Inter y en el Lugano. Ninguno tiene un gran recorrido pero suman con la experiencia vivida. De hecho eso se vio, que, dentro del poco tiempo de trabajo, ellos hicieron hincampié en la actitud y en lo que iba a transmitir el equipo. El grupo transmitió cosas que se pensaron que se habían perdido, esa sensación de transpirar la camiseta. Obviamente habían dificultades, no había un equipo aceitado. Dudamel hace tiempo que viene trabajando en Venezuela, Tite lo mismo. No podemos pretender un funcionamiento de equipo contra otros que hace tiempo que están. En la medida de lo que podían hacer alcanzaron los objetivos. Ahora, hay mucho por mejorar porque creo que Argentina siempre puede mejorar pero será una decisión dirigencial.
El grupo transmitió cosas que se pensaron que se habían perdido, esa sensación de transpirar la camiseta.
El entrenador de 44 años hace una pausa. Trata de ser claro en cada oración que pronuncia. Responde a todo con el corazón, sí -como en su época de jugador-, pero también lo hace con criterio y siendo cuidadoso con sus palabras, quizá asumiendo su nuevo rol de DT.
– Suponete que después de la renuncia de Jorge Sampaoli, Claudio Tapia te iba a buscar para que seas el nuevo entrenador de la Selección, ¿aceptabas?
– Olvidate, olvidate. Hay cosas que no vas a juzgar si estás lo suficientemente preparado o no. Te dan una posibilidad y la agarrás, ¿cómo no vas a agarrar? Hay pocas cosas con las que hay poco poder de análisis, sobre todo cuando no tenés mucho recorrido. Te doy varios ejemplos: (Clarence) Seedorf o (Filippo) Inzaghi cuando agarraron el Milan, (Santiago) Solari cuando agarró el Real Madrid. Ahora cuando vos tenés un recorrido como (Mauricio) Pochettino o (Diego) Simeone no es lo mismo, porque ellos hicieron un montón de cosas. Necesitan que le den garantías para que lo que le propongan supere el lugar donde ya están. El tema es que a ellos le juegan con la pasión por la Selección pero para nosotros es una profesión. Es un orgullo estar en la Selección, es lo mejor que te puede pasar sentimentalmente pero para nosotros también es nuestro trabajo. Así que no tienen que jugar con el sentimiento porque lo que ofrecen es trabajo. No lo van a juzgar por el amor que le tengan a la camiseta, sino por los resultados y si no se dan lo echan. Por eso es depende de a quién vayan a buscar. Hoy yo diría que si porque es un tren divino, pero de acá a diez años capaz que no. Después una vez que pase te pondrás a pensar si estabas preparado o no, pero el que pasó por la Selección sabe que es algo que sentimientalmente te mueve y no te importa nada. Siempre se jugó mucho con la Selección de que 'tienen que venir por amor a la patria', que sí es verdad pero tampoco tan así. No es justo. La Selección es divina pero viene con responsabilidades y obligaciones por las que te van a juzgar y no tiene nada que ver con el sentimiento.
Siempre se jugó mucho con la Selección de que ‘tienen que venir por amor a la patria’, que sí es verdad pero tampoco tan así. No es justo. La Selección es divina pero viene con responsabilidades y obligaciones por las que te van a juzgar y no tiene nada que ver con el sentimiento
– ¿Creés que pasó algo así con Scaloni?
– Imagino que a Scaloni le habrán ofrecido quedarse en la Selección y lógico que fue de cabeza, ¿cómo no vas a ir de cabeza? Me parece normal que haya dicho que si.
– ¿Qué le falta a la estructura del fútbol argentino para que la Selección se vuelva a posicionar entre las mejores?
– No tengo idea. Nunca hablé con Tapia, no se la estructura que tienen. No podría decirlo. No se ni quién está. Miro el partido y después del resto no se nada…
– ¿Pero en la Copa América se dio un paso?
– Me parece que si. Ahora yo no se qué es lo que están buscando los dirigentes. Es fácil decir 'yo quiero ir al Mundial', si obvio. Pero tiene que haber un cómo. Ellos tiene que saber el cómo les gustaría llegar a esa situación, de qué manera. Ya tienen experiencia y vienen haciendo cosas, tienen rodaje y saben qué cosas faltan. Lamentablemente eso no lo se.
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