Gerardo Martino dejó su cargo en la Selección luego de una maniobra oscura que impulsó su salida. Tras disputar las dos finales de la Copa América en Chile y Estados Unidos, el Tata tenía la intención de dirigir los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, pero la negativa de los dirigentes del fútbol argentino en la cesión de sus jugadores apresuró se desvinculación con la AFA.
El rosarino buscó refugio en la Major League Soccer, donde demostró su capacidad al conquistar dos de los tres torneos que lideró al Atlanta United. Luego del cuarto puesto que alcanzó en la temporada del 2017, el DT con pasado en el Barcelona se quedó con la gloria al año siguiente al ganar la Conferencia Este de la Liga y la Copa MLS.
Su éxito lo llevó a la selección de México, donde tiene como principal objetivo conseguir la participación azteca en el próximo Mundial que se desarrollará en Qatar en 2022.
Sin embargo, en su camino tuvo que afrontar el compromiso de la Copa de Oro, donde se impuso en la final ante Estados Unidos y sumó una nueva estrella internacional. Después de adjudicarse el Grupo A (victorias ante Canadá, Martinica y Cuba), los de Martino eliminaron a Costa Rica por penales y Haití en las semifinales.
Con un estilo ofensivo, México levantó su octavo trofeo de la Copa de Oro, luego de los antecedentes de 1993, 1996, 1998, 2003, 2009, 2011 y 2015. Además, fue el equipo con más puntos (16) y goles (16), el que más eficacia obtuvo en las asistencias (93.2% de precisión – 3094 pases correctos y 227 incorrectos) y se consolidó como el seleccionado con más infracciones recibidas (96).
Fue el noveno título para el Tata desde que inició su faceta de entrenador. En tiempos de inestabilidad en la Argentina, donde Lionel Scaloni sólo tiene la continuidad garantizada hasta diciembre, varios personajes influyentes que merodean el predio de Ezeiza se ilusionan con un posible regreso de Martino. Una esperanza con pocas probabilidades de concretarse.
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