El 26 de junio de 2011, River sufrió el golpe más duro de su historia: igualó 1-1 ante Belgrano en el Monumental por el partido de vuelta de la Promoción y descendió a la B Nacional. Guillermo Farré, entonces mediocampista central y pieza clave del "Pirata", convirtió el gol que decretó la pérdida de categoría del conjunto que dirigía Juan José López y lo gritó con pasión, abriendo sus brazos.
Ocho años pasaron de aquel suceso y el "Millonario" no sólo volvió a Primera, sino que de la mano de Marcelo Gallardo como entrenador transita un gran momento: acaba de consagrarse campeón de la Recopa Sudamericana y en diciembre obtuvo la Copa Libertadores en Madrid, tras vencer a Boca en la Superfinal.
Farré disfrutó de esas conquistas. ¿Por qué? El hoy volante central de Sarmiento de Junín, de 38 años, realizó una inesperada revelación sobre el gol más trascendente de su trayectoria, en una entrevista con Cadena 3: "Soy de River, pero ponía la cabeza por Belgrano".
"Hay que salir del verso de que si sos hincha de un equipo no le vas a hacer goles. Cuando defendés una camiseta te olvidás del entorno, del equipo que sos hincha, o si enfrente tenés a tu padre o a tu hijo. Yo soy hincha de River desde mi infancia, mi familia también, la de mi señora lo mismo, pero Belgrano era lo mejor que me pasaba en ese momento", justificó su postura, respaldada en su carácter de profesional.
La conquista de Farré en el Monumental
Surgido de Central Córdoba de Rosario (donde jugó seis años, entre 2001 y 2007), Farré contó algunas peripecias que debió pasar el plantel de Belgrano en aquel cruce. Incluso, durante la concentración en un hotel, relató que el plantel debió levantarse sobresaltado de madrugada porque una bomba de humo provocó que sonaran las alarmas: "Estuvimos tomando mate a esa hora. Nos quisieron amedentrar y nos terminaron poniendo en una situación de rebeldía". "Se vivió el caos de las tribunas, recibíamos las maderas de la tribuna y proyectiles, y pasar de eso a la boca del túnel, donde después era algarabía, era como salir del infierno de los proyectiles e ingresar al paraíso de la alegría", describió en la charla con Cadena 3.
El futbolista también contó una sorpresa que recibió luego de aquel gol histórico: Diego Maradona se comunicó con Ricardo Zielinski, entonces entrenador de Belgrano, para felicitarlo por la gesta. Y luego pidió expresamente hablar con el autor del gol. "No lo podía creer. Me dijo que fue uno de los goles que más gritó. Fue un recuerdo muy lindo", concluyó.
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