El 13 de septiembre de 2018, en el marco de la causa por abusos a jugadores de Inferiores de la pensión de Independiente, la Sala I de la Cámara de Apelaciones de Lomas de Zamora, en un fallo polémico e indignante, decidió bajar la calificación del delito para tres de los seis acusados. Recaratuló para ellos el caso de abuso a corrupción de menores, bajo el argumento de que los chicos, sí, chicos, habían consentido por dinero las relaciones. Insólito. Como el nuevo delito arrancaba con una pena de tres años y ese mínimo es excarcelable, ordenó liberar entre otros al árbitro Martín Bustos. Ocho meses después, Bustos buscó concretar otra vez el aberrante delito, en este caso con jugadores menores de Newell's de Rosario. Y fue detenido.
El nuevo caso comenzó el miércoles, cuando uno de los chicos de Inferiores del equipo rosarino, de 15 años, le contó al psicólogo del club lo que estaba sucediendo. Una persona, haciéndose pasar por masajista, estaba intentando concretar una cita para tener sexo con él. Newell's, tal cual en su momento hizo Independiente, reaccionó rápido y activó su protocolo de seguridad. Hubo reunión con todos los planteles de las divisiones menores y se descubrió que ese chico no era el único al que Bustos intentaba abusar. Surgieron otros dos casos de menores entre 15 y 17 años. Entonces, la directiva del club instruyó a su abogado Mariano Montoya a iniciar acciones legales y hacer la denuncia correspondiente en la Unidad de Delitos Sexuales de Rosario, a cargo de la fiscal Carla Ceriani. En silencio, la Justicia y la Policía siguieron el caso y en poco más de 24 horas lograron detener a Bustos, quien este mediodía será indagado por los delitos de grooming y tentativa de abuso. Teniendo en cuenta sus antecedentes, esta vez sí el árbitro de Inferiores no podrá ser excarcelado.
La mecánica que utilizó para intentar seducir a menores rosarinos fue exactamente la misma que está probada en la causa de Independiente. Bustos utilizaba distintas redes sociales con perfiles diversos para contactarse con los jugadores de Inferiores. Los halagaba, les prometía regalos y pactaba encuentros que después terminaban con actos sexuales en su departamento de la zona norte del Gran Buenos Aires. En marzo del año pasado, el caso estalló después que un menor del Rojo se enterara de que Bustos tenía el virus del HIV y desesperado, contó lo que estaba ocurriendo al coordinador de la pensión del club de Avellaneda y al psicólogo. Ahí se descubrió que eran varios los chicos abusados y no sólo por Bustos, sino por cinco hombres más, entre ellos el relacionista público Leonardo Cohen Arazi, el representante de jugadores Alberto Ponte (ambos también excarcelados en septiembre del año pasado), el organizador de torneos amateurs Juan Díaz Vallone, el administrador inmobiliario Alberto Dal Cin, y el empleado de comercio Silvio Fleytas, estos tres últimos que continúan en prisión. Casualidad o no, los excarcelados por la Cámara fueron los tres que tenían más contactos y mejor posición económica. Ese fallo está apelado en Casación y hace siete meses que la Cámara no resuelve, impidiendo que la fiscal Soledad Garibaldi dé por terminada la instrucción en esta instancia y eleve el caso a juicio. Garibaldi además estudia los casos de otra veintena de chicos de distintas instituciones del Gran buenos aires y del Interior que también habrían sido abusados, en una causa que corre en forma paralela.
El caso de Newell's podría activar, al igual que lo ocurrido en Independiente, que empiecen a aparecer otros más. La fiscal Carla Ceriani por ahora está trabajando sobre el reciente caso Bustos, pero podría desde la Unidad de Delitos Sexuales de Rosario analizar qué está ocurriendo en toda la provincia. Por ahora, en el caso Independiente no se logró determinar que hubiera una red de pedofilia, pero se sigue trabajando sobre esa hipótesis. Lo mismo podría ocurrir en Rosario. Bustos se había mudado al Interior después de salir de prisión y trató de reincidir. Afortunadamente, ya está preso.
EL COMUNICADO DE NEWELL'S: