La invasión de fanáticos de Boca a Córdoba se inició ayer de forma masiva. Los que viajaron desde Buenos Aires se fueron uniendo a los locales y a los que arribaron desde otras provincias del país. Si bien la final de la Supercopa Argentina en Mendoza generó cierto grado de expectativa, es claro que esta Copa de la Superliga elevó aún más el interés.
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Las diferencias son simples: la primera final se trató de un partido aislado ante un rival (Rosario Central) que atravesaba un pésimo nivel deportivo; para acreditarse llegar al partido de hoy, Boca tuvo que afrontar seis compromisos antes y, el oponente de turno (pese a haber descendido), exhibe una excelente actualidad futbolística. Además, el reciente lauro obtenido por River añade un condimento extra a la cuestión…
Cuando llegó el micro que trasladó al contingente de Boca desde el aeropuerto al hotel, decenas de fanáticos aguardaban para vitorear a sus ídolos. En Córdoba, tierra de Julio Buffarini, Cristian Pavón y Ramón Ábila, se respira un clima de optimismo copero que hace rato no se percibía. Buffa, junto a Darío Benedetto, fue uno de los dos representantes xeneizes en la conferencia de prensa oficial (con Cachete Morales y Walter Montillo del otro lado) que también tuvo a otro profeta en su tierra como Nicolás Burdisso de protagonista.
La visita del manager azul y oro no fue pasada por alto por la Agencia de Córdoba Deportes, quien le obsequió un cuadro por su trayectoria como profesional. Y el oriundo de Altos del Chipión retribuyó con un tesoro invaluable: una camiseta de Boca usada en la Copa Libertadores 2000 que ganó de la mano de Carlos Bianchi, encuadrada y con su medalla dorada correspondiente.
Será uno de los objetos de mayor valor en el Museo Provincial del Deporte, que cuenta con algunas piezas históricas que los protagonistas fueron donando a lo largo del tiempo.
Burdisso, nexo entre la cúpula dirigencial, cuerpo técnico y plantel, mantuvo una charla personal con Nicolás Capaldo, posible titular reemplazando a Nahitan Nandez en la mitad de cancha. El volante fue elogiado por Gustavo Alfaro en los días previos y recibió los consejos del director deportivo, hombre de mil batallas.
Además, recibió contención tras el fallecimiento de un amigo que jugaba con él en Santa Rosa, su provincia natal, la semana pasada.
El complejo elegido por Boca para esta ocasión fue el Hotel Neper, alejado de la zona céntrica y próximo al estadio Mario Alberto Kempes: el micro tardará apenas 5 minutos en trasladar al plantel (el arribo está programado para las 16:45).
Cabe recordar que los simpatizantes xeneizes agotaron todas las localidades en cuestión de horas y la cancha lucirá repleta, con mayor porcentaje de hinchas boquenses (será aproximadamente 70% contra 30% de Tigre, teniendo en cuenta los pulmones de seguridad).
Existe una particularidad para esta ocasión: el hotel donde se aloja Boca fue cerrado por completo para que los protagonistas gocen de completa calma antes del último compromiso del semestre. En tanto, se extremaron las medidas de seguridad e intentarán evitar incidentes durante los traslados, algo que sucedió en Mendoza las dos veces que viajó allí (el ómnibus del plantel recibió piedrazos tanto en vísperas de la final con Central como en el duelo por octavos de final de la Copa de la Superliga ante Godoy Cruz).
Al manager Burdisso no se le escapa ningún detalle. Mantiene contacto permanente con el DT y, ya desde anoche, confesó saber la alineación titular aunque obviamente no dio pistas. Tanto Lisandro López como Carlos Tevez, quienes estuvieron entre algodones durante la semana, serán titulares. Capaldo y Jorman Campuzano parecen ser los reemplazantes de los suspendidos Nahitan Nandez e Iván Marcone. Y Sebastián Villa entraría por Cristian Pavón. El dibujo de esta forma sería un 4-2-3-1, pero no hay que descartar la implementación de la línea de 5 hombres en el fondo con Junior Alonso.
Una vez finalizado el encuentro anterior ante Argentinos Juniors, Alfaro lo decidió: guardaría bajo llave la formación inicial hasta que se pegara la planilla oficial en el vestuario del estadio mundialista cordobés. Se sintió defraudado por su oponente anterior, quien escondió a Damián Batallini (no figuraba en la lista oficial de concentrados), futbolista que luego sería titular en la Bombonera. Por eso, mantendrá el suspenso. La misma fórmula adoptó su colega adversario, Néstor Pipo Gorosito, quien no confirmó once.
En la final de esta tarde noche en Córdoba habrá dos tiempos extras de 15 minutos si igualan en tiempo reglamentario. Si persiste la paridad, penales. El dato que refleja la confianza del cuerpo técnico y plantel para liquidar la cuestión antes de los tiros desde los 12 pasos es que los jugadores no practicaron penales. Boca va a todo o nada.
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