La barra brava de Dock Sud veló a un hincha a los tiros en el estadio: la historia detrás de un asesinato a sangre fría

A Lucas Barboza, de 24 años, lo mataron el viernes 24 de mayo en una aparente disputa barrial. La barra del "Docke" lo homenajeó paseando su ataúd por la popular frente a los futbolistas, que se encontraban en pleno entrenamiento

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La escena del velatorio durante la práctica del "Docke"

El cajón entra en la tribuna tras franquear el portón principal. En el césped, el plantel de Sportivo Dock Sud se prepara para el partido por el Reducido que da un ascenso a la Primera B Metropolitana. A la barra del club, copada por ex miembros de La Guardia Imperial de Racing y por personajes de los barrios Las Casitas y las Torres, poco les importa: el entrenamiento se para y los jugadores se dirigen hasta el alambrado que separa la cabecera. Y allí, dispuestos a llevar el ritual de cada caído propio hasta las últimas consecuencias, los presentes despiden a Lucas Barboza cantando y con tiros al aire. Podría ser un capítulo de una serie de televisión pero no, esta emisión transcurre a apenas 40 cuadras de la Casa Rosada. Creer o reventar.

La historia había comenzado tiempo atrás. Barboza, 24 años y apodado Peladito, trabajaba en una cooperativa de la municipalidad de Avellaneda y su tarea era limpiar y ayudar en lo que se necesitara en el club de sus amores. En ese lugar solía encontrarse a diario desde las cinco de la tarde y hasta la medianoche. Los días de partido se hacía un dinero extra estacionando los autos en los alrededores del estadio. Esa familiaridad lo llevó a hacerse conocido por todo aquel que frecuentara la cancha, incluida la barra. Pero Barboza no la integraba ni se metía en las internas del tablón: de hecho estaba en la tribuna cuando los líderes eran Coco Gómez, Pelé García y el Mudo Damián, del barrio Los Homeros, y siguió frecuentándola desde 2016, cuando este histórico grupo perdió el mando de la popular.

Su crimen, producido el viernes por la noche y que fue producto de al menos seis balazos, está siendo investigado por la UFI 1 de Avellaneda a cargo de la doctora María Alejandra Olmos Coronel, quien intervino en septiembre de 2016 en la guerra barra desatada durante el Centenario del club que dejó cuatro heridos de bala y fue la caída del grupo Los Homeros. "Hasta ahora lo que tenemos es una disputa barrial que termina con el asesinato de Barboza, quien vivía en el barrio Las Casitas, mientras que su homicida, un joven de 19 años que está prófugo, pertenecía al barrio Los Homeros. Pero no surge por ahora que esto sea una guerra de barras, sí un crimen que tiene su origen en la enemistad entre ambos vecindarios y una cuestión personal que aún no está clara", le dijo la fiscal Olmos Coronel a Infobae.

La hipótesis que abona esta línea es que según testigos que declararon en sede policial, el asesino, ya identificado, seguía concurriendo a la cancha con asiduidad a pesar de ser del barrio que quedó fuera del poder en la popular. "No creemos que esto se traslade a la cancha porque no parece por el momento una guerra por el poder del paravalanchas. Pero seguro puede generar una suerte de revancha barrial. Por eso hay que estar muy atentos a las próximas horas y atrapar lo antes posible al asesino, para calmar los ánimos que están muy caldeados", le dijo a Infobae uno de los investigadores del caso. Para entender la rivalidad hay que remontarse a 2013, cuando se dio el primer quiebre entre las facciones de Los Homeros y Las Casitas y de ahí devino la rivalidad incesante que aumentó cuando el grupo de Los Homeros se quedó con el dinero para los pasajes y alojamiento para el Mundial de Brasil 2014, y no permitió viajar a ninguno de la otra facción. Hubo innumerables incidentes que terminaron en 2016 cuando el grupo de Las Casitas junto al de las Torres, y con la compañía de varios miembros de la barra de Racing, tomaron el poder a los tiros. Desde entonces, parecía que la tribuna se había pacificado y veremos si esa sensación continúa o esto desata una cacería de brujas.

También la doctora Olmos Coronel abrió otra causa a partir del "peculiar" velatorio, bajo la carátula averiguación de ilícito. No es delito pasear un féretro por la popular, pero sí lo es disparar al aire y se está intentando individualizar a quiénes tiraron durante el cortejo. El club no cuenta con cámaras de seguridad, pero existe un domo de la Municipalidad en la calle que da ingreso a la popular, así que se pidieron esas imágenes y se verá qué aportan. La secretaria de Seguridad de Avellaneda es María Cecilia Rodríguez, ex ministra de Seguridad de la Nación entre 2013 y 2015, y cuyo hermano, Diego, se vio involucrado en una causa junto a la barra brava de River.

El mensaje de Gustavo Oberman, jugador de Dock Sud, sobre lo sucedido en el “velatorio a los tiros”
El mensaje de Gustavo Oberman, jugador de Dock Sud, sobre lo sucedido en el “velatorio a los tiros”

Aunque parezca mentira, la tradición de velar a los tiros a un barra o hincha fanático no es propiedad de la gente de Dock Sud. Dos años atrás ocurrió lo mismo en Racing, cuando el histórico Rulo Gómez fue velado en el Cilindro. Antes ese proceso lo había protagonizado Bebote Alvarez en Independiente, tras el fallecimiento del mítico ex jefe de la barra Roja, Gallego Popey, y en el último lustro se recuerdan particularmente el del jefe de la barra de Colegiales, el Loco Pocho Morales, porque además se paseó el féretro por todo Vicente López, con incidentes en la sede municipal, y el de José María Fernández, hijo de un capo barra de Quilmes, porque sucedió en medio de un partido de reserva frente a Unión e incluyó varios disparos.

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