En un hotel ubicado en el medio de un bosque en Bielsko Biala, una de las sedes del Mundial Sub 20, la selección argentina descansa luego del entrenamiento previo a su segundo partido del Grupo F que jugará frente a Portugal. El ambiente de naturaleza los contagia y la tecnología no los atrapa. En una sociedad donde los jóvenes se obsesionan con los videojuegos, los jugadores del Sub-20 tienen una particularidad: ninguno trajo una PlayStation. Mates, música, charlas en distintas habitaciones, algunos se animan al truco y otros aprovechan a sus familias.
En el pelotón "albiceleste" se distingue un rubio de ciento noventa centímetros con pinta de bonachón, que llamativamente no tiene el mate en la mano como suele hacer hasta cuando entrena. "Lo dejé en la habitación, ahora cuando subo sigo tomando", dice entre risas el delantero que irrumpió fuerte en el Sudamericano de Chile y ya debutó con la camiseta de
San Lorenzo en una charla exclusiva con Infobae.
Adolfo Gaich fue una de las figuras del equipo dirigido por Fernando Batista frente a Sudáfrica, pese a haber arrancado en el banco de suplentes. El delantero cordobés jugó la última media hora y además de marcar un gol sobre el final, armó la jugada del tanto de Julián Álvarez. Su rendimiento en el debut le abrió las puertas para ser titular hoy frente a Portugal, campeón de Europa y rival más duro del grupo.
Por sus condiciones físicas, suele jugar de 9 de área y de espaldas al arco, pero no le tiembla el pulso si tiene que armar juego y desbordar, como cuando se sacó de encima a un jugador y habilitó al delantero de River que la empujó abajo del arco.
-¿Pasaron los nervios del debut?
-Había más que nada ansiedad, era el debut y todo lo que lleva el primer juego. Hicimos un muy buen partido, haciendo muchos goles y eso va a ser muy importante para lo que viene.
-Los delanteros arrancaron convirtiendo. ¿Qué importancia tiene el gol para un 9?
-En el Sudamericano tuve una racha de varios partidos que no la podía meter y después se me abrió frente a Venezuela y metí tres goles. Acá fue todo distinto, entré y la pude embocar. Al delantero le da una confianza muy grande.
-¿Qué estilo de jugador sos?
-Me gusta tirarme atrás, tirarme a los costados como el cuarto gol nuestro. No tengo ninguna limitación con eso y tengo mucha confianza. Me gusta mucho Lewandowski, me llama la atención la manera en la que usa el cuerpo, los movimientos que tiene, por algo es un delantero de élite del fútbol mundial.
-¿Te gusta mirar fútbol?
-Estoy todo el día pensando en fútbol. Cuando termina el partido, me gusta ver mis videos, qué cosas tengo para corregir y también ver los rivales, los defensores que me toca enfrentar. Más que nada miro el fútbol europeo.
A pesar de haberse acostumbrado a la dinámica de la Ciudad de Buenos Aires, el lugar en el mundo del punta sigue siendo Bengolea, un pueblito de 1200 habitantes ubicado en el departamento Juárez Celman de su provincia natal. Cada vez que puede, Gaich se hace una escapada para estar con los suyos.
-¿Cómo es Bengolea?
-Es un pueblo muy sencillo, con mucha tranquilidad. A mí me brindan un cariño inmenso, me hacen sentir muy cómodo cada vez que voy allá a visitar, me hago un tiempito para ir a ver a mis amigos, mi familia. Es un pueblo muy cariñoso, y la verdad que ni bien termine esto espero poder ir a visitarlos.
-La carrera del jugador tiene mucho sacrificio. ¿Cómo es mudarse de tan joven a una pensión, lejos de tu familia y amigos? ¿Te costó el cambio?
-Para un chico de pueblo se hace muy difícil y se dificulta más cuando no tenés un buen momento futbolístico. No podés estar al lado de tu familia, para que te apoye y te de una palabra de aliento. Es muy difícil también porque tenés que convivir con gente que no conocés, hacer amigos nuevos y la distancia lo complica.
-¿Y cómo lo superaste?
-Desde chico viajé por muchas ciudades por Córdoba, y eso me ayudó porque era la primera vez que me iba de mi casa y no era tan lejos. Uno nunca quiere irse del pueblo, y siempre está pensando volver. Allá sigo siendo Adolfo, para mis amigos, para todos en el pueblo.
-¿Sos consciente de todo lo que conseguiste en el último año?
-Pasó todo bastante rápido, es difícil ponerse a disfrutar o pensar lo que uno está viviendo. Pienso que esto es un sueño. Hay que tratar de disfrutar, son momentos impagables, no todos tienen la posibilidad de representar a su país, menos en un Mundial, y eso es una locura.
En un campeonato que se caracteriza por la presencia de los principales scouts del planeta, Gaich es uno de los jugadores con más pretendientes. Inter de Milán es un de los clubes que analiza la posibilidad de incorporar al goleador, mientras que el Liverpool finalista de la Champions League es otro de los interesados en sus servicios.
Con Lewandowski como modelo a seguir, y concentrado en el desafío de ser uno de los delanteros más efectivos en Polonia, Gaich solo piensa en destacarse con la camiseta de la Selección. Sabe que su rendimiento puede ayudarlo a encontrar más oportunidades en Primera, y por qué no a seguir los pasos del 9 del Bayern Múnich y mudar su talento al fútbol europeo.
-¿Cuál es tu objetivo?
-Tratar de terminar el Mundial lo más alto posible, el grupo está muy bien, con mucha confianza.
-Los delanteros siempre están pensando en goles… ¿Con qué gol sueña Adolfo Gaich?
-Y, ojalá sea el de la final…