El sábado pasado, Pablo Jerez, aquel defensor que surgió de las inferiores de Boca Juniors y supo conquistar las Copas Libertadores e Intercontinental de la mano de Carlos Bianchi, sorprendió al contar su dura historia de vida.
El futbolista, de 35 años, reconoció que a su carrera en las canchas le quedaba poco recorrido. Y el retiro lo enfrenta a una encrucijada: al colgar los botines, se queda sin la obra social del gremio futbolístico, que le permite cubrir todos los tratamientos de su hija Zoe (de 15 años), quien sufre de hidrocefalia.
Sin embargo, esta mañana Jerez anunció su retiro del fútbol profesional pero por un buen motivo: consiguió trabajo en una constructora y recibirá una cobertura médica que cubrirá todos los gastos del tratamiento de Zoe.
"No me queda mucha carrera más. Cuando deje de jugar me voy a quedar sin obra social, por eso la movida que hice por el tema de la pensión por discapacidad de ella. Estoy al borde del retiro y el gremio de futbolistas solamente acapara a los futbolistas activos. Si dejara de jugar al fútbol, la obra social de futbolistas ya no corre más. Y a nosotros se nos va a venir una jodida…", relató entre lágrimas en una nota que realizó con el canal TyC Sports.
El lateral derecho contó que luego de jugar dos temporadas en el Xeneize, donde también consiguió un torneo local y una Copa Sudamericana, tuvo la oportunidad de emigrar a Europa, pero el nacimiento de su hija complicó todo. "Futbolísticamente estaba en la cima. Pero en el 2004 sucedió esto muy grave. Nació mi hija y tuvo muchísimos problemas. Y eso influyó mucho. Tuvo la desgracia de pescarse en neonatología la bacteria de la meningitis, que le produjo hidrocefalia y una gran infección en su cabeza. Nos dijeron que iba a quedar postrada en una cama, en estado vegetativo", relató.
Si bien los gastos hospitalarios siempre fueron cubiertos por la obra social, Jerez contó que invirtió mucho dinero en tratamientos alternativos para su rehabilitación, por los que llegó a vender hasta sus camisetas para costearlas. "Llegamos a un nivel de desesperación que visitamos gente que cura, brujos, lo que sea. Hemos gastado como 60 ó 70 mil pesos. Teníamos que conseguir mercurio, no sé. Un montón de cosas raras y nosotros las hicimos. Por desesperación, obviamente", narró.
De esta manera, el nacido en Morón colgó los botines luego de 19 años de carrera, en la que pasó por Boca, Colón, Tigre, Huracán, Olimpo, Camioneros, San Martín de Burzaco, Deportivo Merlo y Midland. Se alejará del fútbol, pero podrá seguir cerca de su hija y continuará asistiéndola para darle la mejor calidad de vida posible.
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