Hace dos semanas, Daniel Angelici y Juan Román Riquelme llegaron a un acuerdo: la despedida del 10, probablemente una de las más sobresalientes y multitudinarias de la historia junto a la de Diego Armando Maradona, está prevista para la fecha FIFA que tendrá lugar en septiembre. El escenario, obviamente, será la Bombonera, el "patio de su casa".
El presidente de Boca, el mismo que siendo tesorero de la institución en 2010 fue el principal opositor a la renovación del contrato de Juan Román, hoy limó todo tipo de asperezas por dos motivos: reconoce la grandeza y popularidad que posee entre los hinchas y tiene claro que si el ídolo se decide a participar activamente en las elecciones de diciembre, puede llegar a inclinar la balanza. Sea a favor o sea en contra.
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Desde la comisión directiva comandada por el Tano ya comenzaron los preparativos para que a la gala que antecederá a la primavera no le falte nada. El plan es que JR10 esté a gusto y satisfaga la sed de despedida que arrastra hace tiempo con los fanáticos. Será un evento sin precedentes que contará con figuras internacionales de alta talla.
En su última entrevista (CNN Deportes), el máximo directivo azul y oro aseguró desconocer las intenciones de Riquelme de cara a las urnas de fin de año. "Es un ídolo muy importante de nuestro club: los mayores nombran a Rojitas y, los que tienen menos de 50 años, sin duda eligen a Riquelme. El socio de Boca le tiene un cariño muy grande por lo que fue como jugador", declaró. Y repasó las opciones de las que dispone el ex futbolista: formar parte del oficialismo, encabezar una lista opositora o acompañar a alguna de ellas. "No sé cómo tomará el socio de Boca su participación", agregó Angelici.
Por el oficialismo, el candidato impulsado por Angelici es Christian Gribaudo. En la vereda opuesta asoma la figura de Jorge Amor Ameal (hará fórmula con Mario Pergolini), quien invitó a sumarse a Riquelme aunque remarcó que no pretende utilizar su nombre políticamente. José Beraldi también se apunta como opción para la masa societaria que promete batir un récord de asistencia en diciembre próximo.
Mauricio Serna, ex compañero de Román y cercano a la actual dirigencia, opinó en las últimas horas que ve capacitado al 10 para manejar el Mundo Boca: "Ojalá el club no se pierda su brillantez e inteligencia". Pero las charlas de Chicho con el hombre al que le cuidó las espaldas adentro de la cancha giran solamente alrededor de la pelota. La política queda de lado. Es por eso que el colombiano no tiene certezas de sus deseos.
En La Boca los rumores crecen. Riquelme, quien después de la dura derrota de Boca ante River en la final de la Libertadores pasada tomó una postura neutra respecto a la CD presidida por Angelici, no movería sus piezas hasta la celebración del duelo despedida. Recién después definiría el bando por el que se inclinará, siempre y cuando esté decidido a lanzar su carrera como dirigente.
¿Aceptará Riquelme formar parte del oficialismo con Gribaudo? ¿Hará borrón y cuenta nueva tras su despedida y encabezará alguna lista opositora? ¿Se mantendrá al margen de la vida política de Boca y pospondrá su función como directivo de la institución?
Angelici ya mostró su naipe. Ahora le toca tirar las cartas a Román.
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