La dedicatoria especial de Gustavo Alfaro tras el título de Boca en la Supercopa Argentina

Luego de la victoria del "Xeneize" 6-5 por penales ante Rosario Central, el entrenador reivindicó a sus dirigidos, que venían golpeados por las derrotas en las últimas dos finales. E hizo hincapié en una persona en particular

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Las declaraciones de Alfaro en medio de la efervescencia por el título

Con sufrimiento, porque tuvo que llegar a los penales para celebrar, Gustavo Alfaro cosechó su primer título con el buzo de Boca, cerrando el círculo de su promesa a su papá, cuando le dijo que iba a "dirigir un grande". "Lechuga", de 56 años, se bordó la primera estrella desde su arribo a la ribera luego de que el "Xeneize" derrotara 6-5 a Rosario Central por penales, luego de igualar 0-0 en los 90 minutos.

Fue el quinto título para el entrenador, que ya acumulaba cuatro en Arsenal (además del ascenso a Primera con Olimpo de Bahía Blanca en 2001). "Genera satisfacción y justicia para los muchachos, en el partido fuimos más, merecimos ganar en los 90 minutos. En Boca todo es sufrido en estos tiempos, hay que acostumbrarse a sufrir", dijo, con alivio.

Alfaro sabe que sus dirigidos e incluso los hinchas necesitaban desahogarse luego de las dos finales perdidas ante River (en la Supercopa Argentina 2018 y en la Superfinal de la Copa Libertadores pasada). Por eso, ensayó una dedicatoria especial. "Lo quiero compartir con Guillermo, esta final la jugamos gracias a los jugadores y a él también", dijo. En efecto, Boca accedió a la definición por haber obtenido la Superliga 2018, con el "Mellizo" a la cabeza. Y "Lechuga" quiso reivindicarlo.

"Lo necesitábamos, estas son las cosas que marcan un punto de inflexión, para un lado o para el otro. Esta Copa le fue esquiva siempre al club. Ojalá que de aquí en delante se pueda volver a construir un Boca sólido, granítico, con mentalidad ganadora y con ambiciones", agregó.

"En el segundo tiempo, en el final, lo llevamos por delante, lo desbordamos, de no ser por los palos, las salvadas, los foules, lo podríamos haber ganado. También con algunas contras que tuvimos muy claros y no pudimos concretar", analizó el partido, respaldando a sus futbolistas, que se despojaron de un peso importante.

"Lo quiero compartir con mi familia que está en la tribuna y con la gente de Boca", concluyó. En el campo de juego, junto a su esposa, recibió una videollamada de una de sus hijas desde Estados Unidos. Y se emocionó profundamente

Alfaro, además, se transformó en el técnico más ganador de la Supercopa Argentina, con dos conquistas: ya la había obtenido en 2012, en su primera edición, cuando su Arsenal (con Lisandro López, Iván Marcone y Darío Benedetto en el banco d suplentes) venció también por penales a Boca. Hoy, en la otra vereda, nutrió las vitrinas de la ribera. Y le borró un estigma.

OTRAS DEFINICIONES DE ALFARO

"Todavía hay que corregir cosas, primero había que recuperar a un plantel que estaba golpeado y ponerlo de pie. Todavía nos falta tener identidad".

"Hoy disfruto, pero son solo cinco minutos. Ya tengo que pensar en el equipo contra Godoy Cruz, porque si no pasamos de fase en la Copa de la Superliga es un problema".

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