Ricardo Centurión volvió a escribir otra página oscura en su currículum en Avellaneda. El atacante que fue desafectado del plantel profesional por sus constantes conductas poco profesionales y fue silbado por los propios hinchas de Racing en los festejos del campeonato volvió a mostrar una actitud penosa en el predio Tita Mattiussi.
Según informaron varios medios partidarios, el jugador llegó en malas condiciones al entrenamiento y luego de discutir con un juvenil resolvió la situación con una gresca que rápidamente fue desactivada por los entrenadores del club.
La pelea se dio con Juan José Cáceres, un joven de 19 años de ascendencia paraguaya que se destaca como extremo por izquierda.
Algunos allegados a la Academia aseguraron que Ricky "llegó con una euforia poco habitual" y en la entrada en calor comenzó a bromear a los jugadores que se encontraban en la cancha. Así, el chico al que apodan Paragua reaccionó ante los chistes intensos del Wachiturro y lo sorprendió con una trompada.
El tumulto se dividió en dos partes, porque unos minutos después de lograr detener la pelea, Centurión volvió hacia el chico de Dock Sud para vengarse por el golpe recibido.
Alejado del plantel que lidera Eduardo Coudet, en Racing analizan la posibilidad de separar al atacante de la reserva, por lo que el futuro del volante es incierto.
Algunos allegados a la Comisión Directiva sugirieron la posibilidad de rescindirle el contrato, pero ello generaría un costo económico para la institución. Por lo tanto, en la actualidad nadie tiene ninguna precisión sobre qué destino le deparará al Wachiturro.
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