Guillermo Fernández llegó a Racing a principios de esta temporada y, siendo una de las figuras del equipo de Avellaneda, se consagró campeón de la Superliga. Sin embargo, el mediocampista, de 27 años, no siempre disfrutó del fútbol.
El santafesino surgió de las Inferiores de Boca y fue justamente allí donde debutó como profesional en 2011. Con la llegada de Julio César Falcioni como entrenador del elenco de la ribera, fue asentándose en el plantel profesional y acumulando partidos en Primera.
"Estuve en el plantel del 2011, en el que casi no tuve participación. Después en el 2012 salimos campeones de la Copa Argentina y perdemos la final de la Copa Libertadores. Y en 2013 nos terminamos clasificando a la Copa en la última fecha a Godoy Cruz. Ahí Julio Falcioni se va y llega Carlos Bianchi. Yo jugué algunos partidos con él y después me fui a mitad de año", comentó Pol en diálogo con TNT Sports.
El diestro categoría 1991 contó que nunca supo el motivo de su salida del club, pero admitió que no pasó un buen momento. "En Boca no me trataron bien. Nunca hablé con Bianchi, solo el primer día cuando llegó y me dijo que tenía que empezar a entrenarme con la Reserva. Yo pensaba en volver al plantel profesional, pero no fue así, me entrené con la Reserva, después ya no me dejaron entrenar más y me tuve que ir", confesó.
Con tan solo 22 años, Fernández se encontró desalentado con su carrera profesional y aunque reconoció que nunca pensó en colgar los botines, aseguró que hubo una persona que lo ayudó a seguir adelante. "Nunca pensé en dejar el fútbol. Yo dije que iba a salir de esa situación y que iba a a hacer mi camino. Lo pude lograr. Hubo alguien muy grande que me ayudó muchísimo. Román siempre estuvo pendiente de mi. Hasta el día de hoy estoy súper agradecido. Fue lo que me dio fuerzas para seguir adelante. Me alivió, me dijo que si necesitaba algo él estaba a disposición, que él me podía ayudar", contó Pol acerca del gesto que tuvo Riquelme en aquel momento.
La carrera de Fernández continuó en Rosario Central, en donde jugó apenas seis meses, y luego pasó una temporada por Atlético Rafaela. En 2015 llegó a Godoy Cruz y ahí se reencontró con su mejor nivel, aquel que lo llevó a la Academia y le permitió festejar el título de Primera División.
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