El pasado 3 de abril, con motivo del aniversario de Boca, Marcos Vázquez vio un video del hincha japonés más famoso (Isamu Kato). De inmediato, recordó una vivencia inolvidable que tuvo con el cuadro de sus amores. Fue así como este fanático del "Xeneize" decidió, desde la comodidad de su sofá y sin reparar en los errores de tipeos, contarlo en Twitter casi de manera automática.
Luego de relatar este hecho insólito que vivió en Japón, donde decidió pasar unos días de vacaciones en 2017 y terminó formando parte, sin querer, de un reality japonés junto a Naohiro Takahara, se sorprendió al ver que su historia repercutió de tal manera que decenas de hinchas la compartieron y mostraron "el orgullo de ser hinchas de Boca".
En diálogo con Infobae, Marcos brindó más detalles de aquella increíble experiencia con el primer futbolista japonés en jugar en el fútbol grande de Argentina, de su mentira piadosa para intentar "zafar" de una entrevista de la TV japonesa "típica para turistas" y de cómo con el tiempo supo que la "maldad" provenía de los productores y conductores japoneses, y no de él en su afán de evitar una nota. Qué fue lo que dijo en presencia de su novia que lo hace "morir de vergüenza" hasta el día de hoy, situación por la cual aquel video "nunca podrá ser visto".
El gol de Takahara a Lanús, el único tanto en sus seis partidos que disputó en Boca
"Aprovechando lo del cumpleaños de Boca voy a contar algo que nunca lo hice de manera completa, al menos por acá. Cómo fue que terminé conociendo a Takahara en Japón", fue el mensaje inicial de Marcos desde su cuenta @mvzqz. A lo largo de las siguientes publicaciones, este fanático "xeneize" captará la atención de los usuarios y los sorprenderá con una desopilante historia detrás de su encuentro con el futbolista japonés, que supo vestir los colores de Boca en 2001, en una apuesta del presidente Mauricio Macri de explotar un nuevo mercado.
"Año 2017. Vacaciones en Japón con dólar a 15. Uno de los primeros días en Tokio estábamos caminando por Ginza y nos paran de un programa de TV. Era un típico programa de turistas. "Why did you come to Japan?". Típicas preguntas: ¿De dónde somos? ¿Qué vinieron a conocer? Todo con una traductora que pasaba todo del japonés al inglés. La cuestión es que yo me empiezo a aburrir y me los quiero sacar de encima mientras @aldeana (su novia) seguía divertida con el asunto. Entonces yo les digo que fui a Japón para conocer a Takahara, porque como no pienso otra cosa que en Boca es lo primero que se me vino a la mente".
Lo que nunca se imaginó Marcos que su intento por "sacarse de encima" a los noteros bajo un calor infernal en la ciudad nipona, lo único que generó fue lograr mayor interés de los periodistas por estos turistas argentinos. "Les conté que fue un suceso su paso por Boca y que el día que hizo el gol contra Lanús yo estaba en la tribuna. Cuestión es que ahí se me ocurre decirles que quería tomar una birra con él y brindar. Dije hacer chin chin (e hice el gesto). (Nota aparte) Tiempo después nos enteramos la maldad de ese momento. Pero bueno, no viene al caso en esta historia", agrega sobre el increíble significado de esas dos palabras en japonés, que más adelante retomaremos.
"Bueno, nos despedimos de la gente de este programa y una productora nos pide nuestros datos para que nos contacten en un futuro. Nosotros pensamos que era para decirnos cuando salía el programa. Pero no…", anuncia a modo de suspenso. "A los pocos días llega el primer mensaje. Querían volver a hablar con nosotros cuando volviésemos a Tokio (estábamos dando vueltas por otras ciudades) para que les contemos la experiencia. La cuestión es que nos vuelven a contactar y ponemos un día en Tokio para ir a contar nuestro viaje. Ya cuando llegamos había algo diferente: la traductora ya no era de japonés a inglés, si no que hablaba español".
Marcos intuía lo que se venía. En qué momento un viaje de placer, pasó a transformarse en un verdadero reality de TV japonesa del que él, y su novia, pasaron a ser los principales protagonistas.
"Nos hacen las preguntas del viaje y hasta que llegó el momento clave: ¿Usted se acuerda que dijo de conocer a Takahara? Si usted quiere salimos en 2 horas para Okinawa. Una aclaración. Takahara fundó un equipo, el Okinawa SV donde en ese momento (2017) era dueño, presidente, técnico, capitán y centrodelantero. Un crack. Otro tema, Okinawa no queda cerca. A partir de ese momento todo fue con cámara prendida. Nos acompañaron hasta el departamento que estábamos alquilando, agarramos una valija y salimos. Eso sí, mandamos mensajes a Buenos Aires advirtiendo que si desaparecíamos había que llamar a la Embajada (?)", se anima a bromear Marcos sobre la increíble historia que vivió en Japón.
Pero todavía faltaba lo mejor. Su encuentro con el "ídolo" Naohiro Takahara. Pero antes, a disfrutar de una "paradisíaca estadía" en Okinawa. "Es como Miami pero un montón de bases militares yankees que quedaron tras las WWII", detalla. "Ahí tuvimos unos días en dónde nos llevaban a todos lados. Comer gratis y hablar de Takahara (?). Todo con la cámara prendida. Además yo estaba microfoneado todo el tiempo (hasta para ir al baño). Mi propio reality show (?)", se entusiasma.
Hasta que llegó el momento más esperado por todos. Tras varios días, los llevaron a conocer a Naoiro Takahara. "Cómo 40 grados a la sombra. Vimos un entrenamiento en el que el ponja cagaba a pedos a todos. Y cuando terminó la práctica vino para donde estábamos. Abrazo, saludos, beso. Anécdotas de Boca. Recuerdos de Guillermo, Schiavi y Román (en ese orden). Algunas puteadas en español, saber que extraña la morcilla (que nunca había probado y que después de Argentina nunca volvió a comer). También contó que por un problema de salud no puede viajar mucho en avión, por eso no volvió más por más que ama a Boca".
"¿Cómo es eso que ama a Boca si apenas estuvo 6 meses?", se pregunta Marcos. "Bueno, a Takahara lo marcó para siempre. Tal es así que cuando fundó su equipo y tuvo que diseñar la camiseta usó el template de la azul y amarilla de 2001 que él vistió. Jugó en su país, hizo bocha de goles en la Bundesliga con el Hamburgo, jugó dos mundiales. Pero lo que lo marcó fueron esos 6 meses en Boca", describe y también lo halaga: "El tipo hablaba de Boca con un amor y una fascinación como cualquiera de nosotros. Los tipos del programa no entendían nada. Él me agradecía el recuerdo y que lo quiera conocer. Hablamos de Boca un montón. Me regaló bocha de cosas. Así que nada. El programa salió (espero que nunca nadie lo vea, yo no lo voy a pasar). Más allá de alguna boludez explicada más arriba, me quedo para siempre que Boca me hizo conocer gratis un lugar como ese y llevarme una historia para siempre".
¿EN QUÉ QUEDÓ EL VIDEO DE LA TV JAPONESA?
Muchos habrán pensado qué pasó con ese el video. Infobae se comunicó con el protagonista de esta historia, quien dio más detalles de aquel increíble encuentro y cómo pensó en un momento en bajarse de la nota y que fuera su novia sola.
"Nunca lo publiqué ni lo voy a hacer. Me da calor. Es raro, un poco gracioso también. Un producto televisivo de Japón, muy lindo, bien hecho, pero solo lo vi con mi novia. Notamos desde un comienzo que estábamos actuando. Yo comencé a aburrirme apenas nos pararon en la calle y me los quise sacar de encima. Entonces, lo primero que se me vino a la mente fue Boca y Takahara y riéndome de ellos. Nunca se buscó eso, es más, algo que no conté. Yo no quería ir y fue mi novia quien me insistió. En un momento casi le digo andá vos sola", revela.
LA MALDAD DE LOS JAPONESES Y EL SIGNIFICADO DEL "CHIN CHIN"
Con el tiempo, Marcos supo que detrás de su mentira piadosa para sacárselos de encima y poder seguir con el tour por Japón, existía una búsqueda oculta, aún más maliciosa, de estos productores de la TV japonesa. Sin saberlo, fue él mismo quien le dio el pie para que los asiáticos buscarán, casi de manera desesperada, hacerlos pisar el palito. "Chin chin", bastaron apenas esas ocho letras para que quedaran definitivamente involucrados en el reality.
"Cuando le digo esas palabras capté la atención de ellos. Y a partir de ahí había una búsqueda de eso. Creo que a ellos les fascinó la expresión Chin Chin. Con el tiempo me enteré por qué estaban tan interesados en nosotros. Los japoneses del programa querían que "brindemos" con Takahara porque Chin Chin significa pene para ellos. En teoría nos llevaron a que contemos que nosotros en Argentina decimos "Chin Chin" cuando brindamos. Y nos pedían que contemos eso todo el tiempo… De hecho, en el momento en que tomamos unas birras con Takahara nos hicieron decir "Chin Chin" y el ponja se cagó de risa. Es más, el programa termina con los dos conductores riéndose fuerte y anunciando sinónimos de pene. Así que estaban muy entretenidos con eso. Al parecer les gusta esta historia y apelan a eso para el programa", rememora con mucho humor.
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