Leonardo Ponzio es el emblema de River. Se ganó ese mote con mucho esfuerzo y dedicación, adentro y afuera de la cancha. El primer gesto lo tuvo cuando allá por los primeros días de enero de 2012, a punto de cumplir 30 años, decidió regresar al club en el momento más difícil de su historia. Pudo haber elegido la comodidad de Europa y vivir con tranquilidad por muchos años hasta el retiro definitivo del fútbol.
Sin embargo, fiel a su estilo ganador, "Leo" hizo una gran apuesta en su profesión y salió airoso. No solo se bancó un duro paso por la B Nacional, devolvió a River al lugar que se merecía, la Primera División, sino que fue partícipe fundamental en la refundación del club que alcanzó la gloria máxima al vencer, ni más ni menos, que a Boca en la histórica final de la Copa Libertadores en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid.
Mirá si será sabio el destino que con este título, Leonardo Ponzio se convirtió en el futbolista más ganador de la historia de River. Un premio más que merecido para un estandarte del club que la peleó "desde abajo", como afirma.
Tras la obtención de este trofeo continental, que le generó el reconocimiento para toda la eternidad, muchos comenzaron a dudar acerca de la continuidad del capitán. Parecía ser el broche de oro a su carrera. Pero nuevamente, como en aquella jornada en la que decidió pegar la vuelta para ayudar al club en el peor momento, volvió a sorprender y con 37 años recién cumplidos, decidió continuar.
¿Cuáles fueron los motivos que lo llevaron a darle rienda suelta a su pasión por la pelota, aun con una gesta histórica lograda ante el rival de toda la vida? El propio Leo Ponzio lo contesta en diálogo con Infobae.
¿Por qué no me retiré? Porque estoy en el lugar que quiero, mi familia está muy bien y porque siento que el cariño que me dio mucha gente se lo tengo que devolver
"¿Por qué vuelvo a empezar? Muchos se lo preguntaron. Porque estoy en el lugar que quiero, mi familia está muy bien y porque siento el cariño de mucha gente. Creo que me lo he ganado y también quiero devolvérselo", confiesa con emoción. Leo siente que encontró su lugar en una profesión "que tiene momentos ingratos", los cuales pocas veces comprende. "Pero cuando sabés que estás en el lugar adecuado, hay que aprovecharlo. Y bueno, lo estoy aprovechando", reconoce.
Días atrás, en conferencia de prensa, Marcelo Gallardo habló del liderazgo de "grupo" de Leonardo Ponzio, cuando lo consultaron por su ausencia en el equipo ante Independiente y la titularidad de Bruno Zuculini. "Leo entiende perfectamente y es referencia clara de lo que para mí es un liderazgo de grupo. Entiende cuáles son los momentos y trabaja en base a esos momentos que necesita el equipo. Eso lo entiende bien y es muy inteligente".
—¿Qué te generan estas palabras del "Muñeco"?
—Uno es realista y sabe que en el deporte, en el fútbol, hay competencia y cuando el DT decide hay solo que acatar decisiones y no interponerse. No soy de los que preguntan por qué juega ni tampoco por qué salgo. Con Marcelo nos conocemos mucho, sabe lo que le puedo dar adentro como afuera de la cancha, es una cuestión de uno sentirse cómodo en todo papel, jugando o no. Aparte, también voy cumpliendo años, hay mucha exigencia porque estamos jugando muy seguido y no puedo estar siempre. La verdad me pone muy contento que haya dicho eso y a uno le da más confianza entonces de seguir trabajando.
—¿En qué se basa el rol de líder y referente en un plantel? ¿Cambia en algo, sobre todo con los más jóvenes, si sos titular o suplente?
—No. Acá el equipo se ha reinventado todos los años. Se han ido Maidana y otros campeones en muchas ocasiones de la Libertadores y han venido otros y han salido campeones. River es eso, reinventarse constantemente, ganar cosas, traer jugadores de elite. Entonces no va a pasar que cuando se vaya uno u otro dejarán de existir los triunfos o los resultados. Esto es parte de lo que nosotros entendemos en esta profesión. Somos conscientes de que cuando uno se va, deja un hueco y otro lo quiere aprovechar.
—Hablaste de cómo se reinventa River. ¿Cuáles son sus secretos?
—Acá hay un criterio y una proyección en cuanto a contratación de jugadores, que pueden encajar en todo sistema y en todo sentido. El que viene tiene que saber a dónde viene y que deberá ganarse un lugar. Cuando se gana el lugar, defenderlo. Eso te da la pauta de que nadie tiene el puesto asegurado, entonces no hay relajación en ningún sentido y eso hace que el jugador no tenga la titularidad ganada. Por eso cuando le toca entrar sorprende mucho porque está preparado. Son sistemas, movimientos y estructuras que si están bien organizadas funcionan. Como en este caso.
—¿Y el rol de Marcelo Gallardo?
—Gallardo tiene mucho que ver. Está hace cinco años y tiene mucho que ver. Es el que comanda y realmente quien contrata. A la vez a quien desde arriba le dan la posibilidad para que actúe así. ¿Su futuro? Él está en su casa, sabe muy bien lo que quiere. Es parte de que él está a gusto y cuando una persona está a gusto en un lugar adecuado se desenvuelve mejor.
La charla va llegando a su fin y una pregunta incómoda pero necesaria sobre su futuro. ¿Cuánto más se ve jugando en River? "Yo soy realista, consciente y lo vengo diciendo hace mucho. Me queda nada, poco. Uno quisiera seguir vinculado a este deporte, pero por la edad se va desgastando en lo físico y lo mental, que es lo principal para estar siempre al máximo nivel. Lo veré semestre a semestre, año a año. Tengo la ilusión de poder dar otra vuelta, de encontrar una Libertadores donde lleguemos a lo máximo y eso hace que te tenga el año preparado y a full. Después veremos. Acabo de renovar por un año más, así que estar voy a poder estar, pero siempre al máximo nivel", aclara.
—¿Cómo te ves más allá del fútbol?
—El después no lo veo, pero me lo pregunto todos los días, porque soy consciente de que el después va a venir. Gracias a Dios tendré una larga vida porque soy joven, pero hoy no lo puedo responder. Sí me tengo que preparar para lo que vaya a hacer, eso está claro.
—¿Te asusta?
—Noooo. Está bueno el reto. Me encuentra un recorrido de vida en el que estoy acomodado en varias cosas, como por ejemplo en lo económico y en esta sociedad eso es importante. Eso me permite pensar más allá.
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