Un Audi modelo A3 color gris opaco llama la atención entre el resto de los autos estacionados cerca de las canchas donde se acaba de entrenar la Reserva dirigida por Hugo Donato. Algo contradictorio para un joven que apenas suma sus primeros partidos en el equipo de Tercera de Banfield.
Sin embargo, los prejuicios desaparecen inmediatamente apenas habla el dueño del vehículo. "¿No hay problema si están unos amigos mientras hacemos la nota? Pasa que siempre los llevo a sus casas después de entrenar", preguntó con respeto y agradece, dejando entrever su humildad. Esa que replica tanto dentro como fuera de la cancha.
Su nombre es Juan Manuel Cruz pero tanto la prensa como sus compañeros le dicen el "Jardinerito", que con 19 años es una de las figuras del equipo de las Inferiores del Taladro.
Más allá de compartir apellido y sangre con el delantero argentino que brilló en las décadas del 90 y 2000, el fútbol no siempre fue moneda corriente en la vida del hijo de Julio Cruz. Un hecho cuanto menos llamativo para el goleador del elenco, que marcha quinto en la tabla de posiciones del Torneo de Reserva.
Nacido en Argentina en 1999, Juan Manuel partió junto a su mamá hacia Europa apenas unos meses después de su nacimiento ya que, por ese entonces, su papá se desempeñaba en el Feyenoord de Holanda. Luego tendría un breve paso por el Bologna para recalar en el Inter de Milán, club en el que su papá brilló y consiguió ocho títulos. Allí, el pequeño Juan tendría sus primeros contactos con el balón en el Escuelita Infantil del elenco neroazzurro.
Sin embargo, en 2010 cuando el Jardinero colgó los botines tras una temporada en la Lazio, el clan Cruz retornó al país y Juan abandonó la disciplina de la pelota. "Cuando me volví para Argentina dejé de jugar porque mi vieja quería que le diera prioridad al estudio", le confesó a Infobae.
Sin el fútbol en su vida, Juan transcurrió su adolescencia en, quizá, un ambiente ajeno al que recorren los jóvenes futbolistas que anhelan llegar a Primera. Sus padres lo enviaron al San Jorge de Quilmes, uno de los colegios privados más elegidos por la élite de la zona Sur, pero con una particularidad: estaba un año adelantado. "No sé bien qué pasó, pero cuando vine de Italia me adelantaron un año. Tendría que haber entrado en quinto año de primaria y entré en sexto", explicó.
En 2017 finalizó sus estudios secundarios y, tras un cuatrimestre en la Universidad Católica Argentina estudiando para ser contador, Juan se animó a hacer una prueba en el club del Sur, allí donde su padre había dado sus primeros pasos como futbolista.
"Siempre quise jugar al fútbol. Les decía a mis viejos que quería jugar y a los seis meses me cambié al turno noche y vine a Banfield a hacer una prueba. Por suerte quedé y ahora estoy acá. En la facultad había metido cuatro materias de las seis que cursé. Después me empecé a llevar muy mal con los horarios., terminaba a las 11 de la noche y al otro día tenía que levantarme a las 7 para entrenar. Así que no fui más", contó con una sonrisa en la cara.
Fue así que, a meses de cumplir 18 años, Juan comenzó a entrenarse con la Quinta División de Banfield y se insertó en un mundo que hasta el momento era desconocido para él. "No sabía cómo era el ambiente del fútbol acá. Nunca había ido a un entrenamiento, nunca había estado en un club y la verdad es que me sorprendió para bien, me gustó bastante y ahora me llevo muy bien con mis compañeros", agregó sobre su adaptación.
A medida que fue acumulando sus primeros partidos en el fútbol competitivo, Juan Manuel cuenta que fue descubriendo quién era su papá. "Al principio no tenía muy presente quién era mi viejo. Después, cuando me fui haciendo amigos, venía mi Viejo a verme a los partidos y lo reconocían, ahí empece a darme cuenta. Siempre traté de llevarlo con calma y de buena manera. Nunca lo sentí como una presión. Siempre hablé con mi viejo y le dije que no quería que haga nada por mí. Yo quiero hacer mi carrera", comentó.
En cuanto a su relación con el Jardinero, su hijo relató: "Mi viejo siempre me aconseja cómo pararme dentro de la cancha, qué movimientos hacer. Yo trato de escucharlo porque sabe".
Juan Manuel no eligió su realidad, pero sí decidió transformarla. El joven delantero no solo salió de la comodidad de su burbuja y se metió en el universo de la pelota, sino que consciente de que su vida es distinta a la de sus compañeros de plantel, lo reconoce y lo lleva sin disgusto. "Trato de ser humilde. Hay algunos compañeros que no están en la misma posición económica que estoy yo. También tengo un amigo que ahora tuvo un hijo y yo nada que ver. Siempre me llevé bien con todos y trato de ser buena persona como tiene que ser. Es algo normal, creo yo", aseguró.
El Jardinerito parece que no solo heredó el mote de su padre, sino también la posición como centrodelantero y el olfato de gol. "Siempre me gustó jugar de 9. No sé qué virtudes tengo, pero siempre me gustó la posición: aguantarla, pivotear, ir al gol, todo", reconoció.
Este verano, Juan realizó su primera pretemporada con la Reserva y los resultados no tardaron en llegar: anotó en las últimas tres fechas disputadas y ya lleva cinco goles en la categoría. "Gracias al trabajo con mi entrenador y el apoyo de mis compañeros estoy haciendo goles", destacó.
El gol de Juan Manuel Cruz a River
Hace algunas semanas, el Jardinerito fue noticia ya que la Reserva del Taladro se impuso 1-0 sobre River y en la planilla apareció el nombre del hijo mayor de Julio Cruz como el goleador que le dio la victoria a su equipo.
"Fue lindo ganarle a River. Era un partido difícil contra un equipo que jugaba muy bien y tenía mucho tiempo la pelota. Creo que lo más importante fue ganarle, más allá de que fue con un gol mío", recordó sobre aquel encuentro.
Con la llegada de Hernán Crespo como entrenador del equipo de Primera, es inevitable recordar su carrera como futbolista y asociar que fue compañero de Julio Cruz en Inter y en la Selección. "Siempre me preguntan si conozco a Crespo. Me acuerdo que cuando era chico iba a ver a mi papá a los entrenamientos y estaba Hernán, pero nunca hablé con él", reconoció.
"Yo aspiro con lo que sueña cualquier pibe de las Inferiores, quiero llegar a Primera y consagrarme", se confiesa, aunque tiene los pies sobre la tierra y sabe que primero debe asentarse en la Reserva y que con esfuerzo el llamado desde arriba va a llegar a su debido tiempo.
A la hora de soñar en grande, Juan Manuel no dudó al decir que le gustaría imitar la trayectoria de su padre: "La carrera que tuvo mi viejo es soñada. Jugó en dos clubes conocidos acá en Argentina y después pudo consagrarse en Europa, que no es fácil. Sé que primero tengo que llegar a Primera, pero después en un futuro me gustaría llegar a Europa como hizo él".
La charla llega a su fin, Juan se dirige a su auto con sus amigos y les pide perdón por la demora. Antes de subirse al vehículo y empezar la recorrida para dejar a cada compañero en su respectiva casa, dice: "Capaz me anote en algún curso por Internet así mi mamá se queda tranquila y puedo seguir jugando al fútbol".
La verdadera historia del apodo "Jardinero" y su herencia:
La trayectoria de Julio Ricardo Cruz es más que conocida. Los 557 partidos como profesional, 128 goles, la participación en el Mundial de Alemania 2006 y 13 títulos conseguidos en 16 años como futbolista hablan por sí solos.
Lo que nunca estuvo muy claro es el origen de su apodo. Con el tiempo la explicación de por qué le pusieron "el Jardinero" se fue distorsionando y hoy es casi un mito.
"Mi viejo me contó la verdadera historia del apodo. Todos piensan que él era el jardinero del club, pero la verdad es que todo surgió un día que estaba entrenando con la Reserva. Él se quedó después del entrenamiento con sus compañeros pateando un rato y en un momento se subió a un tractor que estaba ahí a modo de chiste. A la semana, lo subieron a Primera. En ese partido, creo que contra Boca, hizo un gol y un periodista que lo había visto en el predio arriba del tractor dijo que el que había hecho el gol era el jardinero del club y le quedó", comentó Juan Manuel la versión familiar del mote y cortó con la fábula de su padre y su habilidad para la jardinería.
El hijo mayor del recordado goleador comentó que desde que integra los equipos de la cantera de Banfield heredó el apodo de su padre. "Me río siempre que me dicen así, me joden todos con eso. Terminan los partidos y a veces me hacen notas y me dicen el Jardinerito. Me lo tomo con gracia. Me gusta el apodo. Mis amigos me dicen así también", le relató a Infobae.
Claro que Juan Manuel aclaró que pese a aceptar el sobrenombre sus conocimientos acerca de floricultura y cultivo son nulos. "Nunca me llevé bien con la jardinería", concluyó entre risas.
Seguí leyendo: