Por Darío Coronel
"La palabra cáncer es horrible y mucho más cuando te dicen que vos tenés esa enfermedad", le afirma a Infobae un emocionado Marcos Ligato, cinco veces campeón del Rally Argentino. No es para menos. Viene de superar un delicado tratamiento de salud y luego de la recuperación regresó a la competición el pasado fin de semana. Fue un retorno con gloria ya que consiguió el triunfo en la apertura del campeonato corrida en Toledo, provincia de Córdoba.
Hacia fines de 2017, Ligato lograba su quinto título nacional, el cuarto de manera consecutiva. Tenía 40 años recién cumplidos (nació el 22/11/1977) y para 2018 preparaba su retiro a lo grande, esperando poder correr en la 38ª edición del Rally de la República Argentina, fecha válida por el Mundial de la especialidad con un Ford Fiesta del M-Sport, en ese momento el equipo campeón. Pero las cosas no estaban del todo bien para él. Un problema de salud comenzó a afectarlo y esa despedida soñada se convirtió en una pesadilla.
"Hacia octubre de 2017 estuve con muchos dolores abdominales. Anduve con varios médicos. Primero me diagnosticaron una enfermedad autoinmune. Pero el tema no era por ahí. Los ganglios era lo último que se podían imaginar porque son filtros de enfermedades. Entonces ahí los dolores eran cada vez más fuertes y de hecho en la primera fecha del campeonato 2018 solo corrí el especial nocturno en Villa Carlos Paz y luego tuve que abandonar por mis problemas de salud", cuenta.
"Se fueron descartando un montón de enfermedades. Hasta que a fines de marzo de 2018 llegué a un médico que dio en la tecla al mandarme a hacer un PET (Tomografía por Emisión de Positrones), que te indica las posibilidades de tener células malas y el estudio me dio mal. Ahí me diagnosticaron linfoma que es un cáncer de ganglios. Escucharlo fue durísimo, se me vino el mundo abajo. Fue muy feo porque vengo de una familia que gracias a Dios no ha tenido problemas graves de salud", agrega el cordobés oriundo de Río Ceballos.
Ahí empezó un largo y duro proceso para Marcos. Pero no estaba solo. Su mujer y sus tres hijos fueron claves. Pero también apareció otro protagonista importante. "El destino a veces es increíble: el día que me diagnosticaron me entero que un amigo había terminado su recuperación por un cáncer mucho más complicado. Él salía y yo entraba. Pero él estuvo a nada de morirse y salió adelante. Fue un llamado de Dios. Ahí tomé confianza y él me acompañó a la primera consulta con el médico para iniciar mi tratamiento. Físicamente yo lo veía destruido, aunque la actitud que tenía era positiva".
Y de a poco se fue rearmando para dar pelea. "En una situación así la cabeza es un porcentaje enorme. El linfoma me lo combatieron con seis sesiones de quimioterapia desde abril hasta a agosto para matar todas las células, las buenas y las malas. Ahí el tratamiento llegó a su mayor riesgo porque me quedé sin defensas y llegué a tener cero glóbulos blancos. Estuve aislado un mes para no agarrarme ningún virus o enfermedad. Luego en octubre me sacaron las células madres y me hicieron un autotransplante de médula para que la enfermedad no vuelva. Tuve algunas complicaciones mínimas, pero no pasó a mayores", explica sobre aquellos duros meses en el Hospital Privado de Córdoba.
"Estas situaciones te hacen reflexionar mucho. Lo más importante es la actitud de uno. Tal vez mi caso trascendió porque soy conocido, pero hay gente que pelea con enfermedades mucho más graves que la mía. A ellos les digo que no bajen los brazos y no pierdan la fe porque ahora la medicina avanzó mucho", agregó.
"Lo que pasé te hace valorar más las cosas más simples de la vida", admite Marcos, quien llegó a correr en el Mundial de Rally y no solo en las fechas en nuestro país. Peleó dos títulos del Campeonato Mundial de Producción, que era la segunda división del certamen ecuménico (hoy WRC 2). Fue tercero en la temporada 2005 con el equipo argentino Córdoba Rally Team y en 2012 resultó subcampeón mundial, pero ya con la estructura italiana Top Run Motorsport. En ambas ocasiones compitió con un Subaru Impreza WRX STI. En 2006 también fundó su propia estructura, el Tango Rally Team.
Más allá del rally, Ligato siempre tuvo una vida ocupada con una agencia de motos, otra empresa y su equipo de carrera que, por su enfermedad y al no poder ocuparse, se lo terminó vendiendo a los hermanos Diego y Alejandro Levy, con mucha experiencia en la especialidad y también responsables del Rally Cross, una categoría que se corre en circuitos cerrados y que mezcla tierra con asfalto. Ellos estuvieron pendientes de su recuperación y a modo de motivación le dijeron "mirá que acá hay un auto listo para correr cuando puedas".
Y Ligato pudo. Dejó atrás su enfermedad y salió adelante. La vida le dio una revancha luego de aquel trunco inicio de 2018. Esta vez, en el arranque de la temporada 2019, volvió a correr y lo hizo con un triunfo en la localidad cordobesa de Toledo. Fue a bordo de un Chevrolet Agile y acompañado por su clásico navegante, Rubén García. "Ya subirme al auto fue una felicidad enorme. No esperaba tener una recuperación tan pronta de la enfermedad que me tocó vivir. Pude recuperarme rápidamente y volver a correr", aseguró.
Respecto de la acción, indicó que "lo principal era no cometer errores y no hacer papelones en mi vuelta. Hacer la carrera y terminarla en los mejores tiempos posibles. El sábado me costó arrancar, pero luego me empecé a sentir más cómodo, fueron pasando los tramos y el auto respondió cada vez mejor. El domingo en los dos primeros parciales le desconté cuatro segundos a Federico Villagra (venía liderando). Luego aproveché su retraso. En los últimos tres tramos peleamos con Nicolás Díaz y pude ganar".
Por si fuera poco el marco emotivo de su éxito, fue un 10 de marzo, el "Día Nacional del Rally Argentino", que conmemora el fallecimiento de Jorge Raúl Recalde (murió en 2001). El cordobés es el único americano en ganar una clasificación general del Mundial de Rally, algo que el recordado "Cóndor de Traslasierra" logró en nuestro país en 1988.
En tanto que Ligato no podrá correr la venidera edición del Rally de la Argentina (25 al 28/04) ante las complicaciones económicas que vive el país. Alquilar un auto del WRC (la principal división del Mundial) le costaría unos 250.000 dólares. Pero con ese dinero tiene asegurada el resto de la temporada del campeonato nacional y también podrá correr en el Rally Cross.
"Correr en autos es algo que me gusta y apasiona. Ganar siempre es lindo. Pero esta carrera del fin de semana era muy particular. Al final se me empezaron a caer todas las fichas. Comprendí que no solo fue ganar una carrera sino haberle ganado a una situación muy dura como la que pasé", reflexionó. Repita o no una victoria, luche o no por el título, Marcos Ligato sabe que ya ganó la carrera más importante de su vida.