Cristian Ferreira se perfilaba para ser titular ante Godoy Cruz, el miércoles 30 de enero. Pero llegó tarde al entrenamiento del día previo y el tirón de orejas de Marcelo Gallardo fue tan grande que ni siquiera lo incluyó en la lista de los que viajaron a Mendoza. El técnico de River no necesitó alzar la voz para que el correctivo fuera eficaz: desde entonces, el cordobés de 19 años que desde hace diez días deslumbra a los hinchas del Millonario, hizo siempre bien los deberes. Más: entendió que, sin esfuerzo, profesionalismo máximo y constancia, en el River de Gallardo es imposible triunfar. Y hoy hasta se posicionó como un mediocampista ofensivo capaz de pelearle el puesto incluso a Juan Fernando Quintero, el colombiano que en diciembre se ganó el corazón de la gente del club al anotar el segundo gol en el 3 a 1 ante Boca de la final de la Copa Libertadores en el Santiago Bernabéu.
Apodado Chucky en la intimidad del plantel, Ferreira anotó tres goles en los últimos tres partidos de River. El primero fue en el 4 a 2 ante Newell's, en el que además fue el futbolista más influyente en el marcador, pues tiró el córner para el gol de Lucas Martínez Quarta y además le cometieron el penal que Ignacio Scocco transformó en el cuarto del equipo. Los últimos dos tantos, en condición de visitante, le sirvieron a River para rescatar un valioso empate ante Alianza Lima, en el debut en la Copa Libertadores, y para ganarle a Atlético Tucumán en un choque clave en busca de un lugar en la Libertadores 2020 a través de la Superliga.
En un plantel que se caracteriza por contar con mayoría de futbolistas experimentados, Ferreira tiene en su rostro la frescura de sus 19 años. Nacido en Córdoba, ya lleva más años viviendo en la Capital Federal que en la ciudad donde tiró sus primeras gambetas en las canchitas del club Las Palmas: llegó a River con apenas nueve. Sería el comienzo del enorme esfuerzo que implicó el desarraigo con su familia. Vivió durante muchos años sobre el boulevard Lidoro Quinteros, a menos de 50 metros del Monumental, en una casita donde solían alojarse varios de los pibes llegados a River desde el Interior del país.
"Lloraba mucho y me quería ir", le dijo en octubre de 2017 a la revista partidaria "1986". En esa entrevista reconoció que armó las valijas para regresar a Córdoba en más de diez oportunidades. Para mitigar la tristeza que le generaba no estar cerca de sus seres más queridos, solía ir seguido a la casa de una tía que tiene en Buenos Aires. "En la casa de ella se me pasaba", confesó al hablar sobre todo lo que extrañaba a sus padres, a sus amigos, a su barrio cordobés, Las Palmas.
El gol que le anotó a Alianza Lima, por Copa Libertadores
Mientras pulía su técnica pero el desarrollo físico se demoraba, su juego experimentó una metamorfosis: dejó de jugar como centrodelantero porque su contextura no lo favorecía y pasó a desempeñarse como un enganche desequilibrante en el mano a mano y con una pegada exquisita, de un nivel superior a la media. Ese cambio se produjo cuando estaba en la Séptima y su técnico era Pablo Lavallén, hoy entrenador de la Primera de Colón de Santa Fe. Admirador de Manuel Lanzini, sus características lo emparentan de algún modo con el estilo del actual enganche del West Ham inglés.
En su debut en la Reserva de River, Ferreira hizo gala de la gran sensibilidad que tiene para pegarle a la pelota al anotar de tiro libre un gol que sirvió para que River le empatara 1-1 a Belgrano. Debutó en Primera División el 28 de octubre de 2017 en un encuentro en el que River, conformado por un equipo compuesto por suplentes y juveniles, cayó 4-0 ante Talleres, en Córdoba. Ya lleva diecisiete presentaciones oficiales en la máxima categoría, con un total de 705 minutos, y anotó cinco goles, a razón de uno cada 141 minutos de juego.
"Me gusta asistir mucho, el mano a mano y los tiros libres. Por suerte, la pegada siempre la tuve. También, obviamente, me gusta mucho definir", se define como jugador el pibe al que River quiere blindar en breve: el monto de la cláusula de rescisión de su contrato es de 15.000.000 de euros y ya hay charlas con su representante, Marcelo Simonian, para aumentarla a 25.000.000 de euros. River también le mejorará el contrato que vence en junio de 2020 y además se lo quiere renovar por al menos tres años.
Fernando Batista, el entrenador de la Selección Argentina Sub-20, lo dejó afuera del reciente Sudamericano de Chile pero lo tiene en el radar para llevarlo al Mundial de la categoría que se jugará en Polonia del 23 de mayo al 15 de junio. Será, Ferreira, algo así como un refuerzo de lujo para el conjunto juvenil argentino.
La conquista frente a Atlético Tucumán
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