A través del teléfono se puede escuchar la agitación de los cuerpos inyectados en adrenalina mientras golpean las bolsas, el repiqueteo de las puntas de los pies esquivando la velocidad de la soga y la fricción de los guantes desgastados. Brian Castaño desempolva una voz que oscila entre el cansancio y el éxtasis por estar a días de afrontar la gran oportunidad de su vida.
El próximo sábado –a la medianoche de Argentina– se subirá al cuadrilátero del Barclays Center de Brooklyn para poner en juego su título de campeón mundial superwelter de la Asociación Mundial de Boxeo ante el peligroso cubano Erislandy Lara. "Es la pelea más importante de mi carrera y la tomo tal cual. Me levanto todas las mañanas motivado; cansado pero motivado", afirma en diálogo con Infobae desde Estados Unidos, donde será la velada central por primera vez en toda su trayectoria.
El "Boxi" se está preparando para este combate desde mediados del año pasado en el club Villa Alida de La Matanza, pero en diciembre mudó su campamento a California para intensificar las tareas. "Estamos a full, al 100%. Sinceramente, cada día que nos levantamos sabemos el objetivo que tenemos, el laburo que tenemos que hacer. Trabajamos a gusto; dejamos todo", asegura.
Luego de trabajar durante tres meses en el oeste norteamericano, se trasladó la última semana rumbo al este para afincarse definitivamente en Brooklyn: "Se acerca la fecha y uno se motiva. Te agarra esa adrenalina que es un plus. Hicimos dos turnos por día".
"¡Esta pelea es un trampolín para mí, esta pelea va a demostrar el nivel que tengo! Vamos a demostrar dónde podemos estar", repite una y otra vez. No caben dudas: Castaño defenderá por tercera vez el título que obtuvo en noviembre del 2016 luego de noquear en el primer round al puertorriqueño Emmanuel de Jesus, pero por primera vez lo hará en la meca del boxeo, donde una buena actuación podría empujarlo rumbo a las carteleras centrales norteamericanas en el futuro inmediato.
Enfrente tendrá a un hombre experimentado de 35 años que ostenta un récord de 25 triunfos (14KO), 3 derrotas y 2 empates. Esos números bien podrían traducirse en sus combates ante Saúl "Canelo" Álvarez, Paul Williams, Alfredo Angulo, Austin Trout o Jarrett Hurd. Precisamente contra este peleador, dueño de dos títulos mundiales de la categoría, fue la última presentación del cubano hace ya un año: perdió por fallo dividido en una decisión controvertida.
"Vimos mucho a Lara. Tratamos de laburar en base a su defensa, a su contra. Es un contragolpeador, bloquea mucho y tira poco. Lo poco que tira, lo pega; y se mueve bien… Trabajamos con sparrings lo más parecidos que se pudieron", analiza el argentino de 29 años. "Él sabe que nosotros vamos a trabajar en la distancia. Estamos preparados para pelear en corta, media y larga distancia; según como salga la pelea", agrega.
"Él sabe que voy a ir a apretarlo. Voy a salir a boxear. Lo voy a tener que correr, acorralar y laburar. Lo tengo bien visto, todas las peleas son iguales. Nunca hace algo de frente. Es un boxeador difícil, complicado, sabe manejar muy bien la distancia. Cada vez que vas a laburar, te hace medio paso y te anula la potencia y los golpes", aclara. Hay un dato clave para entender este combate: el centroamericano le lleva siete centímetros de distancia en la altura, pero la diferencia se profundiza en el alcance de los brazos.
"Estoy preparado para dejar la vida ese día. No influye que lleve un año sin pelear. Hago una o dos peleas por año y luego estoy 7 u 8 meses sin pelear, pero siempre estoy activo. No salían peleas porque estábamos esperando un combate importante", justifica el parate que lleva desde marzo del año pasado, cuando venció por nocaut al francés Cédric Vitu en sus tierras.
Castaño asegura que Lara "es uno de los boxeadores de elite" de una categoría que cuenta con nombres de peso como el mencionado Hurd, al ascendente Jaime Munguia, el reciente campeón Tony Harrison o el gemelo Jermell Charlo: "Primero pienso en ganar esta pelea y después analizaremos qué puede llegar a venir o qué podemos pedir. Me siento bien para Lara; sé que va a ser difícil. Estoy en mi mejor momento. Por mí, mientras gane por puntos estoy feliz. El nocaut viene solo, la mano del nocaut es un accidente. ¡Ojalá sea por accidente!".
Desde la derrota de Lucas Matthysse en julio del 2018 ante Manny Pacquiao, el "Boxi" ostenta un triste cartel para el pugilismo nacional: es el único que actualmente tiene un cinturón mundial. Una presión extra para el de La Matanza. "Me pone contento en el lugar que estoy, pero sé que al ser el único campeón mundial todos los ojos caen en mí y esperan mucho de esta pelea", asegura. El sábado a la medianoche será la hora de la verdad.
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