De algún modo, la historia remite a la de Marcelo Salas, el chileno que en 1996 llegó a River después de que Carlos Bilardo lo desechara para Boca. El protagonista, en este caso, es Juan Fernando Quintero, el colombiano que cautiva a los hinchas de River y que se ganó para siempre el cariño de todos ellos tras anotar el segundo gol del 3 a 1 en la final de la Copa Libertadores 2018 ante Boca, en Madrid. Para muchos de esos simpatizantes, ese gol es el más importante de la historia del club, incluso por encima del que Antonio Alzamendi convirtió ante Steaua Bucarest, de Rumania, para obtener la Copa Intercontinental de 1986, el único título mundial que ostenta River.
En diciembre de 2017, Quintero fue ofrecido por la empresa Go Pro Sport Management, que lo representa, a River y a Boca. Uno de los integrantes de esa empresa es Rodrigo Riep, quien supo ser compañero de Marcelo Gallardo como futbolista de River en las divisiones inferiores y también cuando el actual representante del colombiano debutó en Primera División, en 1995. Riep y el Muñeco tienen 43 años y conservan una muy buena relación desde aquellos tiempos en los que compartieron tantos entrenamientos con la camiseta de la banda roja tanto en las inferiores como en la máxima categoría del fútbol argentino.
Gallardo sabía muy bien quién era Quintero porque River lo enfrentó cuando jugaba en Deportivo Independiente de Medellín (DIM), de Colombia, en la primera fase de la Copa Libertadores 2017. En el primer partido, el debut en aquella competencia jugado el 15 de marzo en Colombia, Juanfer anotó de penal el gol del descuento de su equipo, que cayó 3 a 1 ante un River para el que convirtieron Lucas Alario (penal), Sebastián Driussi y Lucas Martínez Quarta. En el Monumental, el 25 de mayo, River jugó con una formación alternativa y cayó 2 a 1 ante el DIM, que volvió a contar con Quintero como titular. En un momento en el que el partido estuvo detenido, Quintero y Gallardo mantuvieron un breve y amable diálogo a metros del banco de suplentes de River. "Me acuerdo mucho de aquella vez. Nos saludamos normalmente. Me deseó suerte, y yo le dije: "Igual". No fue mucho. Fue un cruce de palabras, de saludos. El respeto que tenemos los colombianos y no solo ahorita porque está en River, sino antes, es muy grande por su historia futbolística. Hay que reconocer el trabajo de los grandes", dijo Quintero en una entrevista concedida a Infobae a principios de febrero.
Al momento del ofrecimiento, el técnico de Boca era Guillermo Barros Schelotto, quien no se mostró tan interesado como Gallardo en el jugador más vistoso que hoy tiene el fútbol argentino. En aquel mercado de pases, Boca se reforzó con Carlos Tevez, Ramón Wanchope Abila, Emanuel "Bebelo" Reynoso, Julio Buffarini y Emmanuel Más.
Quintero era uno de los futbolistas que estaba anotado con resaltador en la carpeta de Gallardo, junto con el uruguayo Marcelo Saracchi (hoy en el Leipzig de Alemania) y Robert Rojas, al que también enfrentaron en la Copa Libertadores cuando River jugó ante Guaraní, por los octavos de final en 2017. Matías Biscay, uno de los ayudantes de campo del "Muñeco", quedó encantado con el nivel de Juanfer no sólo al verlo in situ contra River, sino también en los videos que comenzaron a repasar para seguirlo de cerca.
Cuando Riep le dijo a Gallardo que la llegada de Quintero a River era más que posible, el Muñeco lo habló con Enzo Francescoli, el manager del club de Núñez, y le dijeron al ahora representante que avanzara con la negociación. La llegada de Juanfer, procedente del Porto, de Portugal, se produjo finalmente a préstamo por un año a cambio de 500.000 euros y con una opción de compra de 3.250.000 euros. River ya hizo uso de esa opción y el pase del colombiano le pertenece en su totalidad.
A los seis meses, desde Go Pro les ofrecieron a River y a Boca a Sebastián Villa, el delantero colombiano que hoy juega en el conjunto dirigido por Gustavo Alfaro. Gallardo le dijo a Riep que Villa le interesaba, pero que River no contaba con el dinero para contratarlo. Ante esa situación, Boca aprovechó para acelerar por su llegada y lo incorporó.
Hoy Quintero se volvió el futbolista que hace la diferencia en River, el que aporta tanto el salto de calidad como muchos goles importantes. De hecho, en poco más de un año ya les anotó a los otros cuatro grandes de la Argentina, con el valor agregado de que uno de esos goles fue nada menos que en la histórica final ante Boca en el Santiago Bernabéu.
"Si sigue en este nivel, Quintero está para las grandes ligas", afirma Gallardo, feliz de contar con un futbolista tan talentoso y que le aporta tantas soluciones. En Boca, por ahora es un tema del que nunca nadie habló, al menos públicamente: los lamentos son solo por lo bajo.