Del Potro se bajó del ATP 500 de Acapulco: "Me da mucha pena el nivel que tengo"

Tras caer en los cuartos de final de Delray Beach, el tandilense anunció que no defenderá el título en el torneo mexicano. La causa de la decisión son las molestias que persisten en su rodilla derecha

Guardar
Del Potro cayó en cuartos
Del Potro cayó en cuartos de final de Delray Beach y anunció que no jugará en Acapulco

Juan Martín del Potro anunció que no jugará el ATP 500 de Acapulco, torneo que se disputará la próxima semana y en el que debía defender el título que consiguió en la temporada 2018. El tandilense tomó la decisión a raíz de los problemas físicos que evidenció durante su participación en Delray Beach, certamen en el que regresó al circuito luego de cuatro meses de ausencia por la fractura en la rotula de su pierna derecha.

El viernes por la noche, el argentino (número 4 del ranking ATP) perdió en cuartos de final ante el local Mackenzie McDonald por 6-4, 3-6 y 7-6 (5). Durante todo el encuentro se lo notó molesto y con poca movilidad. Una vez más, usó un vendaje debajo de la rodilla que aún está algo resentida.

"A Acapulco no voy a ir. Dependía mucho de cómo esté acá. A medida que iba avanzando, tenía menos chances de jugar Acapulco", dijo Del Potro en la conferencia de prensa posterior a la derrota ante MacKenzie.

El tandilense aseguró que siente "mucha pena" por no poder estar en el torneo mexicano (que le había dado una invitación para que sea parte del cuadro principal). Sin embargo, fue tajante respecto de su condición actual: "Mucha más pena me da el nivel que tengo y lo quiero recuperar cuanto antes".

El objetivo de Del Potro es poder llegar en la mejor forma física posible a los Masters 1000 de Indian Wells (a disputarse del 7 al 17 de marzo) y de Miami (del 20 al 31 del mismo mes).

"Me da ilusión jugar en Indian Wells mucho mejor", señaló "La Torre" respecto del torneo en el que deberá defender el título conseguido en la temporada pasada.

Del Potro consideró que sus limitaciones físicas son "lo normal" en el marco de un proceso de recuperación que aún no ha terminado. "A medida que iban pasando los partidos, el cuerpo me iba a empezar a transmitir mensajes de todo el parate que tengo y de mi situación actual, pero tenía ganas de hacer el esfuerzo", agregó.

Sin embargo, también dejó en claro la ansiedad que siente por reencontrarse con su mejor versión: "Lo sufrí bastante porque no me encontraba con esa potencia que habitualmente tengo. Era consciente de que esta es mi condición hoy en día. Difícilmente siga jugando o poniendo toda mi buena energía en encontrarme en mi mejor estado. Después de este testeo que tuve y de jugar tres partidos, tal vez tenga que encarar por otro lado".

"Lo raro hubiese sido que después de cuatro meses y de jugar tres partidos seguidos, no sienta nada y que esté perfecto. Tengo que tener precaución, escuchar los mensajes que pasa mi cuerpo. El año recién comienza para mí y jugué tres partidos. Trato de pensar en tener una temporada larga. Jugar hasta cuartos acá no fue malo", concluyó, con un dejo de esperanza.

SEGUÍ LEYENDO:

Guardar