"Ese año fue inolvidable por un montón de cosas. Sobre todo por tener a Diego de compañero desde el principio…".
Por la cabeza de Roberto Mouzo pasan muchísimas imágenes de aquel Boca campeón del Torneo Metropolitano 1981. Sin embargo, lo primero que se le viene a la memoria es el recuerdo de la estruendosa llegada de Diego Armando Maradona. Se sumó a un plantel que ya contaba con grandes figuras, pero que a través del arribo del delantero del momento se terminó de moldear ese gran equipo. "Pelusa" fue clave para que los hombres comandados por Silvio Marzolini rompieran con la larga sequía de títulos en la institución.
"Diego fue todo. Un gran compañero, un amigo. Fue la base de ese equipo, que a veces se caracterizaba por el juego individual, con un Brindisi en muy buen nivel, pero que siempre dio buenas respuestas en su conjunto. Y Diego fue clave en todo eso".
El primer gol oficial de Maradona en Boca
Hoy se cumplen 38 años del debut de Maradona en Boca, un club que se convulsionó por completo. Ya habían pasado los días de amenazas y presiones, por el lado de Argentinos Juniors, y las mil cuentas en el "Xeneize" para terminar de finiquitar lo que fue la transferencia del momento. La nueva dirigencia presidida por Martín Benito Noel ya había contratado a otras figuras, entre ellas Brindisi, Escudero, Krasouski, Trobbiani y Morete, entre otros. Sin embargo, fue el arribo de Diego lo que revolucionó el club, y no solo porque como parte del préstamo acordado con Argentinos fueron cedidos Santos, Rotondi, Salinas, Randazzo, Zanabria y Bordón.
"Cuando vino, lo primero que hice fue darle el respaldo y ofrecerle la capitanía. Le dimos toda la la confianza junto con los compañeros para que él pudiera también adaptarse más rápido. Por suerte se hizo un grupo espectacular. Queríamos disfrutarlo nosotros porque sabíamos que el resto de los equipos iban a salir marcarlo, a no dejarlo jugar. Por eso lo que pensamos fue lograr que él estuviera cómodo. Y lo logramos", cuenta Mouzo a Infobae sobre el día de la bienvenida.
La "Chancha", como lo apodó Diego por aquel entonces, tenía 28 años, hacía diez que defendía los colores azul y oro y era uno de los máximos referentes del plantel. Multicampeón en Boca, Roberto Mouzo es actualmente es acreedor de grandes marcas entre ellas la del jugador con más presencias con la camiseta "xeneize" (426 partidos) y, junto con Silvio Marzolini, el de mayor Superclásicos disputados (efrentó a River en 29 oportunidades).
"Recuerdo de aquél día que lo senté conmigo, hasta que llegó el momento ese de presentarlo ante todos. En nombre del grupo le di la bienvenida. Lo primero que le dije fue que le cedía la capitanía, algo que ya había hablado con Silvio Marzolini (el técnico), otra gran persona con la que compartí buenos momentos en la cancha. También le pedí que él nos ayudara y nos diera la posibilidad de adaptarnos rápido a nosotros para que agarremos confianza. Diego me agradeció y también al grupo. Creo que eso fue clave y sirvió para un inicio de una historia linda que después se coronó con el campeonato".
A partir de ese momento, el plantel contó con un gran Diego Maradona, pero también tuvo que lidiar con los rivales. "Nos querían comer crudos. Al incentivo por enfrentar a Boca se le sumaba que estaba él enfrente. Para nosotros todo era doble también, jugar con esa camiseta y tener a Diego de compañero", detalla Mouzo.
"Pelusa" se encargó de hacer simple su debut. Anotó dos goles en la goleada por 4-1 ante Talleres en la Bombonera. Sin embargo, aquel campeonato fue muy complejo, como remarca el histórico defensor, porque enfrente estaba un Ferro "que era una verdadera máquina". No caben dudas para Mouzo que una de las finales fue cuando se le ganó al equipo de Caballito en la Bombonera. "Ese fue un partido clave. Diego tenía un guante, una mano en ese pie zurdo. Sino no se explica ese pase que le dio al Mono (Perotti) y cómo él definió. No me olvido de nada", se emociona.
Durante la charla, Roberto Mouzo resalta, además de Diego, el gran equipo que se formó. Y también la personalidad y el buen juego de Brindisi, el goleador del equipo junto a Maradona: "Fue un monstruo".
"En ese grupo estábamos todos contentos con la llegada de Diego. Tratábamos de defenderlo de la presión que tenía y de cómo todos los rivales salían marcarlo de a dos. Y Miguel, muy inteligente, se tiraba a un costado y recibía siempre solo. En el inicio, Brindisi fue muy superior, hasta que Diego después se acomodó y pudo lograr hacer mucha diferencia en muchos partidos".
Fue una campaña complicada. Se ganaron partidos clave, en el medio estuvo una goleada histórica a River por 3-0, pero en un momento el título corrió serio peligro. Y ahí se dio la tan mencionada visita de La Doce. "Ferro se nos venía encima y apareció la Barra de José y pidió explicaciones. Quiso hablar Diego, pero no lo dejaron. 'No, con vos Diego no. No es nada con vos'. Lo mismo ocurrió cuando quisieron hablar "Pancho" Sá o Ribolzi. Y me nombraron a mí. '¿Qué va a pasar Roberto'?. Y yo les respondí: 'Vamos a ganar'".
Al siguiente partido, en la Bombonera, Boca venció en un duelo clave a Estudiantes. "Nos dio el espaldarazo para salir de la situación en la que estábamos. Se cumplió y los muchachos quedaron tranquilos", cuenta con el mismo tono de alivio de aquel momento, aunque advierte que siempre hubo un mutuo respeto con la hinchada.
A casi cuatro décadas de aquel histórico debut de Diego, Mouzo sigue manteniendo una gran amistad a la distancia. Con orgullo recuerda que Maradona lo eligió como el mejor del equipo de aquella campaña, aun siendo defensor, y que todos los 8 de enero lo saluda por su cumpleaños. "Ese momento fue muy lindo la verdad. Guardo grandísimos recuerdos suyos y para mí fue una satisfacción tenerlo. Siempre fue un atrevido y un gran jugador, incluso con 21 años. Un pibe espectacular. Jamás voy a olvidar todo eso que vivimos".
Compilado del Maradona que brilló en Boca