Dorados de Sinaloa sufrió una dolorosa derrota como local ante el Atlante: 6-3, resultado que hundió al Gran Pez en el fondo de la tabla del torneo Clausura del Ascenso MX. El golpe, además, significó el fin de una racha de dos victorias consecutivas (1-0 ante Correcaminos y 3-0 frente a Zacatepec -por la Copa de México-). La derrota, además, tuvo la particularidad de que el local sufrió la expulsión de Fernando Juárez a los 13 minutos de juego, según se pudo advertir en los gestos del árbitro, por protestar. Y la tarjeta roja condicionó el desarrollo del encuentro.
Tras el partido, Maradona no hizo declaraciones: al encontrarse suspendido -vio el duelo desde la platea-, su lugar en el contacto con los medios lo tomó José María Martínez, su ayudante de campo. "Ustedes vieron, fue bastante raro lo que pasó, sobre todo con lo de Fernando (Arce). El árbitro terminó influyendo de forma desmedida, estaba muy nervioso. Al contrario, en la charla posterior se analizó el partido, que fue bastante anormal desde el trámite, con una gran influencia del arbitraje", dijo el entrenador alterno.
El momento de la expulsión de una de las figuras de Dorados
Según pudo averiguar Infobae, el entorno de Maradona entiende que los árbitros tienen un especial encono con el Diez y su equipo. La expulsión de Arce es un caso testigo. También las continuas expulsiones y sanciones a Maradona. "Están esperando que abra la boca para sacarlo de la cancha", aseguran los que están cerca suyo. "Y provocan a los jugadores", agregan.
"En un momento del partido contra Atlante, Gaspar Servio -el capitán- fue a protestarle al árbitro del partido (Saúl Alfredo Silva Pineda) y él le respondió "tú y Maradona me la chingan'", denuncia una voz con acceso a la intimidad del astro, que dejó su lugar en la tribuna un minuto antes del final del encuentro, más ofuscado por el arbitraje que por los errores que derivaron en la caída.
Además, Maradona cree que incluso lo han dejado expuesto en distintas situaciones, como en la final del torneo Apertura ante San Luis, donde reacciona tras ser agredido por los aficionados, o en el tropiezo ante Zacatepec por Copa de México del 31 de enero, cuando le lanzaron un botellazo estando en el banco de suplentes. "Me aventaron una botella que pasó cerca de mi hombro. No puedo creer que un energúmeno pueda agarrar una botella, tirarla a la cabeza e irse sin castigo. Esto va más allá del fútbol, el tipo ese me odia o se peleó con la esposa antes de venir a la cancha, cualquiera de las dos. Hago un llamado a las autoridades para no sufrir otro incidente como este", dijo entonces.
En la madrugada del jueves, Dorados volverá a jugar por la copa local frente a Querétaro. Y, una vez más, los árbitros estarán bajo la lupa de Maradona.
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