El viernes a las 9, en un vuelo de British Airways, los restos de Emiliano Sala llegarán a la Argentina: serán trasladados a Progreso, Santa Fe, donde se realizará el funeral con el acompañamiento de toda la comunidad en el club San Martín. Además, la ceremonia contará con la presencia de representantes del Cardiff, el club que había comprado su pase en 20 millones de dólares, y del Nantes, la última institución que lo vio brillar.
Por el conjunto galés viajarán el entrenador Neil Warnock y Ken Choo, jefe ejecutivo. Por los Canarios se harán presentes el secretario general Loic Morin y el defensor Nicolás Pallois, de 31 años, el mejor amigo dentro del plantel del fallecido delantero.
Pallois fue eximido por el club de disputar el partido del sábado ante el Mónaco como visitante, por la fecha 25 de la Ligue 1, para poder estar en la despedida de Emiliano Sala.
Aquel fatídico 21 de enero, luego de realizar una serie de trámites que le tomaron casi toda la jornada y de pasar por el entrenamiento de Nantes para saludar a sus ex compañeros, fue el propio Pallois el que lo llevó hasta el aeropuerto para que el atacante abordara el Piper PA-46 Malibu (patente N264DB), piloteado por David Ibbotson, con el objetivo de trasladarse a Cardiff para entrenarse al otro día por la mañana con su nuevo equipo. Sin embargo, nunca llegó: perdió contacto con los radares mientras atravesaba el Canal de la Mancha y los restos fueron hallados a 63 metros de profundidad.
Tal fue la relación que mantuvo con Sala, que dentro de todos los homenajes que se le realizaron al delantero, el de Pallois fue todavía más especial: ante el Entente SSG, por la Copa de Francia, usó el dorsal 9, el que le pertenecía a su amigo. Y fue uno de los que recibieron audios de parte de Emiliano desde arriba del avión, según el testimonio del uruguayo Diego Rolán.
Pallois, entonces, estará junto a la familia de Emiliano, a la que acompañó durante las horas de incertidumbre, para el último adiós.
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