Juan Fernando Quintero lo volvió a hacer. Ante Racing, el último domingo, dibujó un tiro libre maravilloso, una oda a la pegada, un teledirigido desde 37 metros que se incrustó en el ángulo de Arias para abrir el marcador en favor de River en el clásico. Hoy, por el postergado de la fecha 15 de la Superliga frente a Central, el colombiano reincidió con una joya. A los 16 minutos de juego, volcado sobre la banda derecha, capturó el rebote de un córner y, con poco ángulo, sorprendió con el remate cerrado que se le coló en el primer palo al arquero Jeremías Ledesma. Golazo.
Pero no fue su única participación de alto impacto en el encuentro, que finalizó 1-1. Suelto, como enlace en una alineación con cinco defensores, con el arco de frente, mostró pinceladas de su mejor versión. El equipo se movió con su cadencia. Y pudo ampliar el marcador en más de una oportunidad.
Ya a los 13′ había avisado con un tiro rasante, que contuvo el portero. A los 25 minutos de la primera parte, combinó con Rafael Santos Borré, quien le devolvió la pared y le facilitó la chance del remate, que pasó junto al palo. Y a los 41′ casi cierra la primera etapa con otra perla: se hizo cargo de un tiro libre en el borde del área y ejecutó un tiro bajo, esquinado, que obligó a una participación magistral de Ledesma para evitar la caída de su valla.
En la segunda etapa, cuando el partido se hizo más de ida y vuelta, mantuvo su nivel. Le puso una asistencia deliciosa a Matías Suárez. Y, a los 27′, se animó a la acción individual y, pisando el área, probó, pero su búsqueda pasó cerca del arco.
Sin Gonzalo Martínez, emigrado al fútbol estadounidense, Quintero quedó con la responsabilidad del cambio de ritmo, el pase filtrado, el toque de distinción. Y el colombiano, de 26 años, le saca lustre a una pegada para atesorar. Convirtió en los últimos tres encuentros. "La confianza siempre está, fue un bonito gol. todos se van con la marca y me quedó para pegarle al primer palo. Lo que importa es cuando los goles sirven para el equipo", dijo Juanfer.
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