Desde siempre los dirigentes más representativos han tenido una injerencia directa sobre la designación de los árbitros.
Desde siempre los árbitros supieron sobre la gravitación de sus fallos en los destinos de instituciones, equipos, jugadores y cuerpos técnicos.
Es así como el fútbol argentino debería sentirse orgulloso de que sólo una insignificante parte de sus árbitros hubieran caído a lo largo de cien años en actitudes dolosas, venales, corruptas o inmorales.
El propio sistema los fue expulsando toda vez que frente a cualquier sospecha fundamentada los árbitros, a través de las autoridades de sus propios gremios, avalaron sus cesantías. Lo han hecho los diferentes Secretarios Generales de la AAA (Asociación Argentina de Árbitros ) y lo ha realizado también el creador del SADRA (Sindicato Argentino de Referís de la Argentina), el doctor Guillermo Marconi quien está al frente de la entidad desde mediados de los 80′ y ha sido y es incondicional defensor o severo fiscal de las actitudes de sus propios afiliados.
Hoy estamos frente a un escenario diferente: peligroso y de credibilidad debilitada, pues lo que antes eran sorteos públicos, visibles y sistémicos (ranking, calificaciones y disponibilidad reglamentada hasta diciembre de 2015) hoy se ha transformado en digitación directa.
Es así que antes la Escuela de Árbitros (donde los referís se forman y entrenan con un director y su staff en Ezeiza) le indicaba al Colegio de Árbitros (autoridad institucional y administrativa formada por un presidente, tres dirigentes de clubes y dos delegados gremiales en Viamonte) sobre un escalafón por mérito para que vayan a sorteo dos o tres referís según la importancia de los encuentros a disputarse.
Los advenimientos de Horacio Elizondo y Ángel Sanchez (plena Intervención Regularizadora en Julio de 2016) a instancias de una buena idea de Hector Baldassi –hoy Diputado Nacional– no funcionó. El actual candidato a vicegobernador de Córdoba quería unir a tres jueces mundialistas al frente de la Escuela de Árbitros. Su lugar -por razones de tiempo– habría de ocuparlo Marcelo Habib quien supo representar a la AAA como delegado gremial en los sorteos de Viamonte y es hombre de la mayor confianza de Baldassi. Esta situación le permitiría al hoy diputado ser miembro rentado de la Conmebol –contra una disposición de la FIFA que impide tal función a actores políticos- y cobrar honorarios y viáticos cuando esté en funciones como hasta hoy en Chile.
Rápidamente se descubrió que los sorteos para ciertos partidos eran fraguados. Una bolilla –la que debía salir- quedaba encastrada en el huequito de expulsión. Para la consumación de la maniobra se cantaba que había salido la 3 cuando en realidad, y sin que nadie lo viera, había salido la 2. Tal bolilla pertenecía a un árbitro que desde el día anterior, mientras se entrenaba en el propio predio de Ezeiza, sabía que partido "le iba a tocar". Una burda manipulación ampliamente conocida por todos.
Tal situación no demostraba nada nuevo en Primera División, pero si en los torneos de Ascenso, especialmente en la totalidad de la Primera B y gran parte de la C y la D. Podría afirmarse que algún dirigente llevaba una hoja de papel con una lista de árbitros para cada partido y que luego la autoridad lo confirmaba dándole una complaciente oficialidad.
En el lugar de Horacio Elizondo –hoy miembro asesor de la Superliga- fue designado como Director de la Escuela (julio de 2018) Federico Beligoy. Este es a su vez Secretario General de la Asociación Argentina de Árbitros. O sea que un gremialista cuya función obligatoria y natural es defender los derechos de sus afiliados es al mismo tiempo ejecutivo del empleador. Sería como que a Hugo Moyano se lo designara como Director Ejecutivo de Carrefour… En tal carácter dicotómico Beligoy ya ha producido traumáticos despidos, no todos con justificada causa (como los de Pedro Argañaráz o Gonzalo López Aldazabal, que se resistieron a la subordinación) y que generaron una ruptura con Marconi. Esta dualidad funcional de Beligoy podría generarle graves consecuencias jurídicas a la AFA y fundamentalmente a la convivencia humana y profesional entre los árbitros.
Beligoy sabe y acepta que cinco clubes de Primera le "sugieran" los nombres de los referís y asistentes "preferidos" para que los dirija en cada partido. Esos clubes son:
– Boca
– Racing
– San Lorenzo
– Rosario Central
– Lanús
También conoce Beligoy –al igual que sus predecesores- las otras variantes de solicitudes espontáneas que podríamos calificar como:
– Emergentes (ante situaciones de causas extremas como descensos)
– Esporádicas (frente a rachas adversas, una vez cada tanto)
– Políticas (si peligrara la continuidad del técnico o hubiese elecciones inminentes)
Como se advertirá, todos los clubes piden, ya sea de manera metódica o de forma espaciada. También lo hacen algunos directores técnico como Edgardo Bauza, quien condicionó a Diego Abal de cara al Central-Newell's a disputarse ésta tarde en Rosario. Este hecho no es ni nuevo ni temporal; es histórico pero nunca tan osado, admitido e ilimitado como ahora. Lo demostraremos con un simple cuadro estadístico que mostrará a los árbitros preferidos –no exclusivos- de algunos clubes. Para poder analizarlos tengamos en cuenta que un referí podrá repetir el arbitraje de un mismo club dos fechas después de haberlo hecho por última vez. O sea que si dirige al club "A" de local, deberá dejar pasar dos fechas para no repetir volver a ser el arbitro en la misma cancha con el mismo actor local. Esto implica que para repetir equipo hay que calcular cuanto menos tres semanas. Puesto que hay 25 árbitros disponibles nos resultó fácil deducir quiénes son los preferidos de algunos clubes según la cantidad de encuentros por ellos dirigidos.
Ha comenzado la fecha 18° y llevamos 5 meses de competencia pues la Superliga comenzó el 10 de Agosto del año pasado. Veamos ahora – solo como referencia – algunos casos de reiteración de árbitros para algunos clubes:
• Boca Juniors: Diego Abal (3 partidos dirigidos), German Delfino (3), Darío Herrera (2) y Facundo Tello (2).
• Racing: Patricio Loustau (3 partidos dirigidos), Nicolas Lamolina (3), Néstor Pitana (2) y German Delfino (2).
• San Lorenzo: Fernando Echenique (2 partidos dirigidos), Fernando Espinoza (2) y Nicolas Lamolina (2)
• Lanús: Diego Ceballos (3 partidos dirigidos), Fernando Rapalini ( 3), Nicolas Lamolina (2), FacundoTello (2) y Fernando Echenique (2).
Tal como se observa hubo reiteración de árbitros designados en estos equipos -cada referí cobra 16.400 pesos por partido- que al girar semanalmente terminan arbitrando siempre a los mismos equipos. En el sentido contrario se podrá apreciar que otros referís del plantel profesional disponibles de la AFA jamás los dirigieron.
Bajo el mismo criterio de análisis estadístico podremos saber entonces a qué árbitros algunos clubes impugnan. He aquí algunos ejemplos.
• Boca no quiere a Mauro Vigliano, Néstor Pitana y Patricio Loustau.
• Racing no quiere a Silvio Trucco.
• Independiente no quiere a Néstor Pitana.
• Rosario Central no quiere a Delfino, Trucco, Espinoza y obviamente a Ceballos (penal mal sancionado a favor de Boca ( 2-0) final de la Copa Argentina 2015).
• Lanús no quiere ni a Loustau ni a Espinoza.
• Banfield no quiere ni a Loustau ni a Trucco.
Por cierto que éstos no son todos los casos, se trata sólo de unos pocos ejemplos. Cada club tiene su forma de no perder presencia institucional pues el costo político en caso de no hacerlo sería altísimo. Los "grandes" ejercen más presión que el resto y cuando decimos "grandes" deberemos incluir a los más populares e históricos del Interior.
River en cambio le ha prestado más atención en los últimos tiempos a sus participaciones internacionales. Para todos los casos tiene un enlace –una especie de "embajador"– que atiende y asiste silenciosamente a los referís que le tocare en suerte dirigir sean de la AFA o de la Conmebol. Se trata de un ex arbitro que se llama Adrian Venturi quien con prudencia y discreción le anticipa a River quien será el referí que habrá de dirigirlo y cuáles son sus características. Venturi por lo general los conoce y como ex colega tiene un acceso directo al dialogo personal con casi todos ellos.
Otro aspecto de la grave crisis por la que atraviesa el arbitraje se advertirá más claramente en los torneos del Ascenso. Los árbitros del Federal A son todos afiliados al SADRA. Y de sus actuaciones dependerá la posibilidad de escalar a la categoría B Nacional, paso previo a dirigir en la Primera División, situación que se da en cada temporada. Todos ellos están bajo la tutela del ex árbitro Gustavo Raúl Bassi, a quien los referís llaman telefónicamente antes y después de cada encuentro para actualizar inquietudes o reportar su actuación. A su vez la estructura de desarrollo y calificación final le corresponde al Consejo Federal. El titular de éste importante estamento es Pablo Toviggino, quien es a su vez Secretario Ejecutivo de la Presidencia de la AFA e integró la Comisión Interventora del 2016.
Tan estrecha vinculación del encadenamiento entre Federal, Nacional B, Primera B, Primera C y algo menos la categoría D, ha despertado un especial interés en quienes serán los encargados de dirigir cada encuentro ya sea en el Interior cuanto en las canchas del ascenso y particularmente en la categoría Primera B.
Es así como en el predio que la AFA tiene en Ezeiza algunos empleados han visto más de una vez a algún dirigente ir con las designaciones preestablecidas en una hoja de papel. Los testigos circunstanciales afirman que en varias ocasiones se le escuchó reiterar a ese dirigente ante la autoridad de la Escuela de Árbitros: "Acá tenés los diez partidos para la próxima fecha, cinco los ponemos nosotros y los otros cinco los pones vos".
De tal manera, resultará fácil saber quiénes son los árbitros que se reiteran en la conducción de encuentros donde participan los mismos clubes, especialmente de la B Metro. Ellos son: Lucas Comesaña, José Carreras, Rodrigo Savini y Jorge Broggi quienes alternan cual giro de calesita el arbitraje de algunos clubes cercanos al poder.
Los votos del Interior y del Ascenso ungieron a Claudio Tapia a la presidencia de la AFA el 29 de marzo de 2017 de manera casi unánime. Los votos de esos asambleístas fueron hábilmente negociados pues muchos de quienes ahora le acompañan eran adversarios y hubiesen preferido a otro presidente. No obstante unos y otros se alinearon políticamente y como suele ocurrir algunos de los que estaban lejos hoy están mas cerca que nunca y muchos otros que estaban muy cerca hoy están alejados.
Pero la "mesa chica", la de los "amigos", nacida el primer día de Tapia como presidente sigue siendo la misma. Es la que dio soporte al inesperado e insólito cambio de 4 ascensos de la B Metro al Nacional B (Boletín 5579 del 20-12-18); dos de la C a la B, uno del Nacional B a la Primera y uno de la D a la C. Igualmente y tal como se dice en los pasillos de la AFA, "todo se puede volver a cambiar". La "suerte está acompañando" a esos clubes de la "mesa chica". Dos incondicionales hombres de Tapia están produciendo algarabía y gratitud en Santiago del Estero. Esta es la provincia de Pablo Toviggino y de Guillermo Raed, presidente de Mitre, vicepresidente 3° de la AFA, socio mayoritario de la empresa que produce entre otras marcas la bebida "Secco", patrocinador de 81 camisetas de nueve categorías en el fútbol de todo el país. Su club fundado en 1907 nunca había jugado ningún torneo de la AFA; hoy está 3° en el Nacional B categoría a la que ascendió en la temporada 2016-2017 tras imponerse por penales a Gimnasia y Esgrima de Mendoza con quien había empatado 3-3. Distinto al caso de Central Córdoba de larga e histórica prosapia en campeonatos de la AFA, donde supo ganarle nada menos que a Boca por 2-1 en la Bombonera en el "Nacional" de 1967.
Los "azarosos vientos del fútbol" favorecen a los clubes de los dirigentes de la "mesa chica" ya sea con designaciones y honorarios o con los resultados deportivos. Veamos, en el torneo de la B, va primero Barracas Central –el club del presidente- con 51 puntos; lo escolta Estudiantes de Buenos Aires (47 y jugará hoy ante Colegiales) cuyo titular es Jorge Barrios- influyente asesor de Tapia con despacho en AFA-, tercero está Atlanta (43) que no forma parte del círculo cercano. Al glorioso club "bohemio" lo siguen Riestra (39 puntos, 10 penales a favor, cinco triunfos en tiempos adicionados y dos encuentros por disputar) entidad gerenciada por el conocido abogado Víctor Stinfale (defensor en su momento de Luis "El Gordo" Valor entre otros casos estridentes) y Acasusso (39 puntos que jugará esta tarde ante Tristán Suárez) el club de Francisco Javier "Pipo" Marín, de notable influencia política en el armado de autoridades previas a la elección en AFA (ex militante de Marcelo Tinelli) y decisivo enlace con su pasión, el manejo arbitral.
La ética no tiene una sola definición filosófica; sin embargo siempre está condicionada a la conducta moral del individuo.
Su límite es la permisividad de quien permita ser avasallado.
Tal vez haya llegado la hora en que los árbitros adviertan que son sujetos de corrupción y digan basta.
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