El organigrama de la Selección argentina tiene una nueva cabeza. Claudio Chiqui Tapia, presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, sorprendió con la designación de César Luis Menotti como Director de Selecciones Nacionales.
El Flaco, que fue el director técnico de la Albiceleste en el campeonato obtenido en la Copa del Mundo de 1978, estará por encima de Jorge Burruchaga, actual mánager. Luego, el esquema del combinado nacional se divide en dos: la Mayor y las Juveniles.
Con el principal equipo nacional estará Lionel Scaloni, mientras que sus laderos serán Walter Samuel, Roberto Ayala y Matín Tocalli. Por el otro lado del cuadro aparecen Fernando Batista (Sub 20), Pablo Aimar (Sub 17), Diego Placente (Sub 15) y Hermes Desio (Coordinador Selecciones Juveniles).
La designación de Menotti no fue bien vista por la rama futbolera que se siente más identificada con la línea de pensamiento de Carlos Bilardo. En una columna con el Diario Sport de España, el ex entrenador se defendió y dejó entrever algunos detalles de su proyecto al frente de la Selección.
"Algunos dirán que represento el fútbol antiguo. Pero el fútbol moderno es la síntesis del fútbol antiguo. Disfruto de los entrenadores que mejoran el fútbol, mejoran a los jugadores y trabajan para revalorizar la relación de fútbol con la gente. No hay nada más antiguo que esa relación. Y el fútbol argentino se nutrió de entrenadores que dejaron su impronta, su estilo, también en la selecciones", sostuvo.
Aunque recalcó que su intención no será la de detenerse en "la vieja discusión de si se debe tener más la pelota o no", para Menotti "la genética del fútbol argentino está basada en la maravillosa relación del jugador argentino con la pelota".
"Mi compromiso parte de la lealtad a una conducción y a un objetivo: recuperar la esencia y la genética del fútbol argentino", comentó. El ahora Director de Selecciones tendrá como principal tarea darle un marco de trabajo a los entrenadores, escucharlos y defender sus tareas.
En la cabeza del Flaco está la idea de, cuanto antes, realizar una reunión grupal con todas las partes para contarles su proyecto y luego hacer entrevistas individuales para "aprender juntos". "No acepte este desafío para imponerles nada", recalcó.
Tras reconocer que el Mundial de Rusia fue una ruptura, reconoció: "Tenemos que fijarnos como meta recomponer la relación con el fútbol argentino. Los tiempos de trabajo, los contratos, los calendarios, cuando entrenamos, donde jugamos. Todo lo que hace a la organización es fundamental. Una de mis tareas será garantizarla".
"El prestigio no solo te lo otorga salir campeón. No solo se sostiene desde el resultado. Debemos generar el debate para modificar el presente y construir un futuro", concluyó.
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