"TNT" Maidana, el hermano del "Chino" que sueña con ser el sucesor: "Él me dice que no le tenga miedo a nadie, que eso te paraliza"

Fabián Maidana se mueve con simpleza y simpatía. Los humildes modales que expone no permiten ver a la fiera fría y precisa que se desliza arriba del cuadrilátero para guillotinar a cada adversario que ose cruzar las cuerdas del ring. Con apenas 26 años, su carrera como boxeador conjuga varios factores que lo transforman en la máxima esperanza del pugilismo nacional de cumplir el sueño de conquistar otro cinturón mundial.

"No lo tomo como presión, pero sí me pongo serio. Siempre hablamos que el boxeo argentino lo necesita. El único campeón es Brian Castaño y quisiéramos tener otros. Este año voy a ir en busca del cinturón si todo sale bien", explica en el estudio de Infobae el hombre que carga con una pesada mochila: es el hermano de Marcos René Maidana, el último gran exponente del pugilismo argentino.

La gran oportunidad para seguir conociendo sus atributos se dará este sábado por la noche en Mar del Plata, donde enfrentará al venezolano Jaider Parra en el evento que dará inicio a un nuevo aire en el boxeo: el "Chino" lanzará su carrera como promotor en el ambiente con la idea de retomar las épocas de glorias.

"Siempre hablamos. Él me dice que tengo que subir al ring y tirar golpes. Ganar como sea. "Lo que hacía yo", me dice. Salía a matar y no lo dejaba pensar, pero yo soy diferente, boxeo, me gusta esperar, no sé si más inteligente pero busco mi momento justo, trato de que no me golpeen tampoco", explica sobre la influencia del deportista que tocó su pico de fama en 2014 con las dos recordadas veladas ante Floyd Mayweather en el MGM de las Vegas.

Marcos es un hombre de pocas palabras, mezcla de paz interior y cierta dosis de vergüenza al reconocimiento público. Todo lo contrario al remolino que vapuleó a Adrien Broner o Josesito López, por citar dos ejemplos. Fabián se muestra diametralmente opuesto a su hermano mayor: desfachatado abajo del ring, pero cauteloso y cerebral a cada paso arriba del mismo. "Marcos me dice que no le tenga miedo a nadie, que eso te paraliza, no te deja trabajar bien. ¡Que vaya y pelee!", descubre los secretos que le dan puertas adentro.

Los dotes boxísticos de Fabián cuentan con ciertas ventajas para crecer exponencialmente: los sabios consejos de su hermano para no cometer los errores que él ya pasó y el apoyo de grandes promotores del boxeo mundial como Sebastián Contursi y Al Haymond, el hombre que domina el destino de Mayweather.

"Todos piensan que estoy ahí por mi hermano, pero hasta que me ven guantear, pelear, entrenar y cambian de opinión. Yo trato de demostrar que llegué con lo mío, nadie me regaló nada. Sí, mi hermano me adelantó un poco la carrera, no es que empecé de cero en el profesionalismo como él", explica.

Sus números avalan lo que dice: 16 triunfos con 12 KO y sin ninguna estadística adversa. Hoy buscará su 17ª victoria y luego irá detrás de nombres de peso para empezar a hacer ruido en la meca del box: "Ser campeón del mundo es lo que que quiero. Estoy convencido que puedo pelear con cualquiera".

Margarita es la cuna de los Maidana. El útero en el que pueden relajarse, ser ellos mismos. Volver a aquella infancia en el campo entre la siembra y los animales, donde sus padres peones soportaban el esfuerzo para alimentar a aquellos jóvenes que años más tarde darían pelea a la vida en un cuadrilátero. "Nosotros conocíamos el boxeo de la zona, no llegaba otra cosa. Mi papá sí nos hablaba de Monzón y esas grandes peleas que él pudo vivir. Nosotros… Cuando mi hermano empezó a andar bien ahí fuimos conociendo más, porque antes no sabíamos que existía otra cosa más allá de lo de la zona", reconoce.

Fabián se moldeó a la sombra del "Chino". Viendo sus virtudes e imperfecciones. Fue su ídolo. El modelo a seguir. Los diez años de diferencia no generaron una brecha insalvable. Marcos salía a correr, "TNT" lo acompañaba. Allí compartían sus anhelos más profundos: "Lo acompañaba a correr y a entrenar cuando tenía 10 años. Lo miraba y me gustaba mucho verlo guantear. Hablábamos sobre boxeo y él me decía que quería llegar… ¡Y lo logró! Vivió un montón de cosas, no fue fácil como parece".

A seis años de la pelea entre el "Chino" y Broner que le abrió la puerta para combatir contra Mayweather, Fabián rememora lo ocurrido en su casa ese día: "Fue la más difícil porque fue un peleón duro. Con Floyd Sabíamos que no tenía esa pegada, que mi hermano iba a aguantar, iba a estar bien. Broner pegaba durísimo y estaba todo el tiempo encima. Nosotros creemos que ganó la primera pelea con Floyd, pero él es el dueño del circo y hay que noquearlo para ganarle. Igual nosotros salimos a festejar por mi pueblo, hicimos una caravana porque para nosotros ganó".

Aquel recuerdo de la televisión se traslada hasta su mente y se instala como una idea fija. "TNT" ya tiene su propio nombre y sabe que algún día él puede ser el protagonista de combates históricos como el de su hermano. Revivirlos, pero esta vez desde adentro de la pantalla: "Me encantaría estar en una velada así de grande en Estados Unidos y ser campeón del mundo".

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