A lo largo de los años, el mercado de pases se volvió una herramienta fundamental para que los equipos refuercen sus planteles, se logre acomodar la actividad económica de las instituciones y se impulsen las herramientas del marketing para que las ganancias en ventas de camisetas, derechos televisivos e ingresos por factores ajenos a los deportivos sirvan para generar nuevos dividendos. Sin embargo, en muchas ocasiones los resultados no cumplieron con las expectativas dentro de la cancha.
A continuación, la subjetiva lista de los 25 peores jugadores que se sumaron en Boca con la misión de consolidar sus nombres en la lista dorada y se retiraron del club por la puerta de atrás:
1 Sandro Guzmán
En un principio se esperaba que fuera suplente del experimentado Carlos Fernando Navarro Montoya, sin embargo, la mala relación entre el Mono y Bilardo, llevaron a que el ex Vélez sea titular. Sus pobres producciones, constantes errores y falta de seguridad hicieron que el Xeneize apueste por Abbondanzieri. "Te saqué para protegerte" le había dicho el Héctor Veira cuando el Bambino lo reemplazó por el Pato en el entretiempo de un partido. Tras su retiro, Guzmán se convirtió en rastafari y abrió un maxikiosco.
2 Luis Hernández
El Pájaro era la figura de México y llegó al Xeneize para suceder a Claudio Caniggia. Fue la época de estrellas estrelladas en el club de la ribera. Sólo duró ese ciclo de 1997, cuando le cortaron las alas.
3 Charles
Fabian Figueiredo Santos llegó a Boca de la mano de Diego Maradona. A pesar de haber ganado el Apertura de 1992, nunca cumplió con las expectativas que había generado con sus más de 100 goles en el fútbol brasileño. En el Xeneize sólo disputó 7 partidos, de los cuales 2 fueron amistosos.
4 Jorginho Paulista
Jorge Henrique Amaral Jorginho llegó con el entusiasmo del tradicional lateral brasileño. Entre el Apertura del 2001 y la Mercosur de ese año, el ex Vasco da Gama, PSV y Udinese acumuló 6 compromisos como titular. En todos demostró que su marca no era su especialidad (y sus proyecciones tampoco generaban nada). Con la crisis de diciembre decidió volver a su país para readaptar su juego y probar suerte en México.
5 Gerardo Reinoso
Debutó en Independiente, pasó por River y cruzó la Cordillera para afianzarse en la U Católica. En 1991 Boca lo incorporó para jugar la final ante Newell´s. El resultado fue tan pobre que pocos recuerdan su paso por el club.
6 Aldo Bobadilla
En 2006 el paraguayo llegó con la misión de convertirse en la muralla azul y oro. Jugó 23 partidos y se fue por la puerta de atrás para continuar su carrera en Independiente de Medellín.
7 Christian Dolberg
Su altura era un argumento que aseguraba solidez en la zaga central. Con su metro 98, se consolidó como el jugador más alto del fútbol argentino en 1997. Fue dirigido por Bilardo, Veira y Bianchi. Ninguno lo tuvo en cuenta.
8 Hernán Grana
Llegó a Boca en el peor ciclo que pudo formar Carlos Bianchi en 2014. Su incorporación aplica a la recordada frase del Bambino Veira "pedí un 4 y me trajeron un pomelo". Tras su fracaso se fue a la MLS para luego caer en Ferro, donde también decepcionó.
9 Adrián Gunino
El lateral uruguayo se puso la camiseta boquense después de su aparición en el Danubio y su buena producción en el Mundial Sub 20 disputado en Egipto. En la temporada del 2009/2010 jugó un solo partido y se fue al fútbol francés.
10 Claudio Chiqui Pérez
El defensor de Belgrano llegó a Boca impulsado por la iniciativa del periodista Alejandro Fantino, quien se deshizo en elogios hacia el central cuando el Pirata le ganó la promoción a River. Entre 2013 y 2014 disputó 38 partidos, convirtió 2 goles, pero no brindó ninguna seguridad. Su destino estuvo en Banfield, antes de volver al ascenso y probar suerte en el fútbol sueco.
11 José Arley Dinas
Cuando arribó en el invierno del 2002 el periodista fanático del Xeneize, Alejandro Fantino, se encargó de presentarlo como el nuevo Patrón Bermudez. "Estoy muy contento de ir a una institución tan grande como Boca. Tengo ganas de triunfar y seguir la senda de mis compatriotas Oscar Córdoba, Mauricio Serna y Jorge Bermúdez", fue la carta con la que se presentó el defensor colombiano. Sólo jugó 2 compromisos y emigró hacia Deportes Tolima.
12 Ribair Rodríguez
Otro de los héroes de Belgrano que mandaron a River al descenso. El moreno llegó en 2012 y comenzó de volante central. Luego pasó a la zaga y después se fue al Santos Laguna de México. Pocos recuerdan el único gol que marcó en el Xeneize, por el Torneo Inicial de 2013 frente a Vélez.
13 Breyner Bonilla
Otro colombiano que arribó al club de la ribera recomendado por Jorge Bermúdez. Sólo disputó 3 partidos y se fue rápido para sumarse al Sporting Cristal de Perú, donde tampoco logró afianzarse.
14 Emiliano Albín
El uruguayo que surgió en Peñarol y llegó a Boca para hacer la banda. Sus errores expuestos por el arquero del momento, Agustín Orion, lo llevaron de vuelta al Carbonero. Tras probar suerte en Portugal, continuó con sus estudios en la facultad de agronomía. También se instaló en una chacra e ideó varios proyectos empresariales con un amigo. Actualmente se encuentra en San Martín de Tucumán.
15 Gerardo Bedoya
Ídolo en Racing, el colombiano traicionó a los hinchas de la Academia en 2005 cuando se sumó al Xeneize. Su calidad la dejó en Avellaneda, dado que en su escasa etapa con la azul y oro sólo jugó 3 partidos. También había probado suerte en Colón de Santa Fe.
16 Bahiano
Dermival Almeida Lima debutó en el Xeneize en enero del 2005 ante San Lorenzo. "Zaragoza, Saturn, y Los Tecos estaban interesados en mí, pero decidí venir a Boca por su grandeza", dijo en su presentación. Seis meses después se fue al Palmeiras.
17 Sebastián Prediger
Su juego en Colón lo ubicó como serio candidato para adueñarse del mediocampo en la Bombonera. Durante sus 6 meses sólo disputó 3 compromisos y luego volvió al Sabalero. Actualmente pelea el descenso con Tigre.
18 John Jairo Tréllez
La ola de colombianos en el fútbol argentino motivó a la dirigencia del Xeneize a buscar al que sería la figura que opacaría al Palomo Usuriaga. Sus antecedentes en las ediciones de 1987 y 1989 de la Copa América generaron expectativas, pero después de un semestre nefasto se fue al fútbol brasileño.
19 Damián Escudero
El rosarino surgido de Vélez llegó a Boca en 2010 y participó de 13 compromisos. Fue uno de los fracasos más grande que lo obligaron a exiliarse en Brasil, donde aprendió a la perfección el portugués y se quedó hasta el presente.
20 Luiz Alberto
Su fracaso fue argumentado por el propio protagonista un tiempo después: "La aceptación de mis compañeros no era buena. Estaba siempre solo. En el vestuario estaba aislado. Después de los entrenamientos, me bañaba y volvía casa. Me prometieron un auto que nunca llegó". En lugar del vehículo le dieron un pasaje de ida a Brasil.
21 Lucas Castromán
Figura de Vélez, pasó por el Calcio italiano y el América de México. En su regreso al país sufrió una serie de lesiones que lo tuvieron a maltraer en el Xeneize. Su pésimo estado físico y bajo nivel futbolístico lo llevaron a Racing, donde se retiró.
22 Diego Perotti
El Mono llegó como una de las figuras del Sevilla, pero su estadía en Boca fue crítica. El delantero se la pasó más en la enfermería que en la cancha. Después de sus únicos 2 partidos como titular, volvió a Europa para que el Genoa sea su trampolín hacia la Roma.
23 Roberto Sosa
Jugó 9 partidos y se fue de Boca virgen de goles. Había llegado por su capacidad goleadora, pero su pólvora mojada atentó contra los intereses del Xeneize. Luego de brillar en Gimnasia y Udinese, estuvo dos meses en Casa Amarilla para luego emigrar hacia el Ascoli, Messina y Nápoli de Italia
24 Abel Balbo
"En Boca no hice nada extraordinario", dijo el delantero cuando se fue. Su análisis quedó escaso, dado que en el Xeneize sólo se presentó en 4 partidos internacionales en los que no logró llegar a la red.
25 Naohiro Takahara
El japonés fue una apuesta de Mauricio Macri cuando era el presidente del club. Llegó a la entidad boquense en las vísperas del Mundial de Asia en 2002, pero el delantero participó en la edición de Alemania 4 años más tarde. Tras su retiro fundó el Okinawa SV con los colores azul y oro, ya que su amor por el Xeneize se instaló en sus días en la Bombonera.
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