Gonzalo Pity Martínez inició su etapa en River observado de reojo por los simpatizantes, pero se marchó de la institución como un ídolo. Gracias a sus actuaciones y goles clave ante Boca se ganó el cariño de la hinchada, quienes le dedicaron una canción (El Pity Martínez, que loco que está…).
En una entrevista con el diario El País de Uruguay, el futuro futbolista del Atlanta United hizo un repaso de su carrera, rememoró su infancia, develó la razón por la que aceptó mudarse a la MLS y contó que se probó en Boca.
Su infancia:
– "Somos siete hermanos. Cinco varones y dos mujeres. Yo soy el quinto. Tuve una infancia hermosa. Muy divertida. Con tantos hermanos, quilombo todos los días. Nos reíamos mucho. La pasábamos bien. Mi papá era albañil y mi mamá ama de casa, una familia muy humilde, pero con un corazón gigante. Disfrutábamos mucho de las pequeñas cosas que mi viejo nos podía dar. Hay mil historias de esa casa en el barrio Nueva Esperanza de Guaymallén, donde la pasamos muy bien. Por ejemplo los domingos había solamente una coca-cola para todos . Pero lo disfrutábamos y lo valorábamos".
La importancia de Marcelo Gallardo:
– "Me ha bancado mucho. Ha significado un montón. Él fue el que me pidió cuando estaba en Huracán. Me bancó siempre y hoy podemos disfrutar los dos: él porque me bancó y yo porque le pude rendir dentro de la cancha, que es donde nosotros, los jugadores, tenemos que defender nuestro nombre y nuestra camiseta. Ha sido muy importante en mi carrera".
La Copa Libertadores 2018:
– "Con Gremio fue un partido en el que estuvimos a diez minutos de quedar afuera y lo buscamos de todas las formas posibles porque era muy injusto que pasara. Fue el único partido en el que me tocó entrar desde el banco y lo sufrí. Esperar en el banco nunca es lindo para un jugador. Pero ese partido fue el punto de quiebre nuestro. Ahí nos dimos cuenta que estábamos para ser campeones. Ahí supimos que se podía, que estábamos muy cerca. Que el grupo estaba más firme que nunca. El grupo humano de River es muy bueno y fue eso lo que nos llevó a ganar tantas cosas".
Su desembarco al Atlanta United:
– "Europa era mi prioridad. Pero no hubo interés de equipos europeos, o no se llegaban al dinero que el club pedía. Estados Unidos ha confiado en mí y Atlanta es un club que está creciendo mucho. Se hizo muy fuerte en esa liga. Esperemos hacer las cosas bien para poder saltar a las ligas europeas como está haciendo ahora Almirón".
– "No sé mucho sobre Georgia. Con River hemos ido a hacer pretemporadas a Estados Unidos y es un país muy lindo y muy ordenado. Estoy muy contento y espero que la adaptación sea rápida y pueda seguir con el nivel que tengo ahora".
– "Estoy aprendiendo inglés. Empecé ahora. Es poco lo que sé, pero le estoy metiendo muchas ganas porque es necesario. Quiero aprender lo más rápido posible para poder comunicarme con los compañeros. Igual creo que estando ahí, escuchando y hablando que es lo que más me cuesta, se me va a hacer más fácil".
Sus pasos frustrados por otros equipos del fútbol argentino:
– "Me probé en Boca, Racing, Independiente, Banfield y Lanús. Me probé en varios. Mi último equipo en Mendoza fue el centro de Empleados de Comercio, con el que no terminé bien. Porque sentí que me cortaron la posibilidad de jugar en Buenos Aires porque siempre pedían mucha plata. Por suerte, me alumbró Dios con mi representante, que es Marcelo Simonian. Él confió en mí y me fue a buscar. Me llevó a Huracán a los 14 años. Allí arranqué, hice las inferiores y debuté en Primera a los 18 años, de la mano del técnico Juan Amador Sánchez. Fue en el 2011, frente a Almirante Brown. Le estoy muy agradecido a Huracán. Nunca me olvido de ese club al que quiero mucho y me abrió las puertas siempre. En Huracán también fui muy feliz y gané títulos. Además, ellos me dieron la posibilidad de llegar a River".
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