Hace más de 4 años que Gerónimo Rulli es considerado el arquero del futuro. A la espera de la salida de Chiquito Romero, quien superó al Pato Fillol en cantidad de convocatorias y ostenta 96 compromisos con la camiseta nacional, el ex Estudiantes forma parte de la renovación que sueña con la Copa América que se disputará en Brasil el próximo año.
"Tanto Scaloni como Aimar hicieron mucho para la creación de un nuevo grupo sin ninguna estrella. Es un proyecto que lleva varios meses y nos puso muy contentos que le den continuidad", dijo el arquero en diálogo con Infobae.
El proceso del entrenador interino que reemplazó a Jorge Sampaoli renovó las esperanzas en el hombre de la Real Sociedad. La serie de amistosos que se desarrollaron después del Mundial de Rusia dejaron un saldo positivo en la dirigencia de la AFA para apoyar al DT de cara al futuro más próximo.
Desde que asumió el cargo, Lionel Scaloni tomó la responsabilidad de cambiar los nombres de un plantel que venía golpeado por las tres finales perdidas de forma consecutiva y culminó el ciclo con el fracaso de Rusia. La base de su prematuro éxito se basa en la unión de un grupo que llegó con más fuerza y entusiasmo. "Todos tenemos la misma edad y la mayoría somos nuevos. La verdad es que no nos conocíamos y en estos meses se armó un grupo increíble, en el que todos estamos con todos. Cuando nos vimos por primera vez, ninguno imaginó que se iba a formar un plantel tan unido", analizó Rulli.
Sin la contaminación que impuso la catarata de críticas hacia los referentes que estuvieron en Brasil, Chile, Estados Unidos y Rusia, el arquero de la Real Sociedad reconoció que el recambio fue clave para desintoxicar el presente de la Albiceleste. "Somos parte de la renovación y está bueno que la gente se vuelva a ilusionar. Para los que fuimos parte de las últimas convocatorias es muy importante, porque necesitamos el apoyo de los hinchas. En los últimos partidos recibimos un cariño increíble. Espero que esta sangre nueva pueda conseguir algo lindo", analizó el arquero.
El principal objetivo se instala en la próxima edición del certamen continental. El sueño de ganar un título en el país vecino que representa un clásico futbolístico podría asemejarse a una revancha de lo que sucedió en 2014. Aunque en este caso se daría con otros intérpretes: "Vamos a trabajar pensando en los amistosos que se vienen en marzo. Trataremos llegar de la mejor manera para la Copa América, con un grupo en el que el técnico pueda confiar. No importa cuáles sean los nombres que integren la lista, porque Argentina siempre va a ser favorita".
El ex Estudiantes tiene una mirada clave sobre el nuevo proyecto: más unión, sin estrellas de renombre. Esto pone en duda la opinión generalizada que se instala sobre el presente de Lionel Messi, quien se alejó de la Selección luego de la derrota ante Francia en los octavos de final de la última Copa del Mundo. "Cuando hay un jugador de la clase de él, es lógico que se hable de su regreso. Nosotros, cuando nos toca jugar un partido, nunca pensamos en eso. Tratamos de ganar y dar lo mejor en la parte que nos toca. Si viene o no viene, a nosotros mucho no nos influye porque no podemos hacer nada", aclaró con la sinceridad que lo caracteriza.
A los 26 años, Gerónimo Rulli dejó de ser el pibe que prometía para transformarse en una realidad. Hace 5 temporadas que defiende la camiseta del club de San Sebastián y todavía recuerda sus días en el predio de Ezeiza, cuando integraba la Selección Olímpica que no podía concentrar porque no había recursos para los almuerzos. "No fue el mejor momento de la AFA. Nunca creíamos que íbamos a pasar por eso, porque hubo una falta de profesionalidad que generó un golpe muy duro para los que fuimos parte de ese proceso. Hoy la situación es otra, está todo mucho más ordenado y eso nos ayuda a los que queremos hacer bien las cosas. Hay un cuerpo técnico nuevo con un plantel renovado que quiere ser parte de esto para representar al país de la mejor manera", dijo en diálogo con Infobae con el recuerdo que le genera la prematura eliminación en los Juegos de Río 2016 (la derrota 2-0 con Portugal, el triunfo 2-1 ante Argelia y el empate 1-1 frente a Honduras marcaron la despedida en la fase de grupos).
Desde aquellos días en el Pincha, cuando debutó en 2012, Rulli se convirtió en una promesa para el fútbol argentino. En su primera temporada como titular en el León se disputó 12 compromisos en el que solo recibió 5 goles y mantuvo el invicto en 8 ocasiones. Al año siguiente sus producciones lo llevaron a la mejor liga del mundo (recibió 26 goles en sus 38 partidos y sostuvo la valla invicta en 18 oportunidades).
La Real Sociedad fue su destino, y enfrentar a los delanteros más peligrosos del planeta alimentaba la hipótesis de la proyección del arquero para la Selección del futuro. Sin embargo, aquel mote pudo ser perjudicial para el platense. "Nunca sentí algún tipo de presión, ni nada por el estilo. Siempre preferí que me catalogaran por mi presente y no por el futuro. Hace 5 años que estoy en Europa y la verdad es que me siento muy bien en la Real. Muchos me analizaron por lo que podría llegar a ser el día de mañana y no por lo que soy hoy. Mi deuda pendiente es probar más partidos en la Selección y ahora que me siento parte de este grupo me quiero quedar", confesó.
La conversación con Rulli se dio el mismo mes en el que River y Boca paralizaron al planeta con la definición de la Copa Libertadores en el Santiago Bernabéu. Por lo tanto, la consulta sobre su posible llegada al Xeneize cuando se lesionó Esteban Andrada fue inevitable. "Hubo gente que preguntó a través de mi representante, pero estaba en un momento en el que quería hacer bien las cosas acá y Boca consiguió a otro arquero. Yo quise ser parte de este proyecto que tiene la Real Sociedad", respondió el ex Estudiantes, sin eludir el deseo que le hubiera significado buscar el título más codiciado de América en la Casa Blanca del Real Madrid: "A todo jugador le hubiera gustado estar en ese partido. Fue un clásico en una final de Copa con muchos condimentos. Quieras o no, creo que todo jugador espera tener una posibilidad así".
Si bien su presente lo tiene a maltraer por la decisión de Asier Garitano, quien incluye al argentino como titular en los encuentros de la Copa del Rey y opta por Moyá en los compromisos del campeonato, Rulli prefiere no apresurarse sobre lo que sucederá en el futuro: "Hoy las circunstancias me llevaron a no estar atajando en la Liga, pero desde que llegué la gente me trató muy bien y espero una nueva oportunidad", deslizó.
Además, como la situación es similar a la de Romero, quien recibió el llamado de la Selección cuando no tenía minutos en el Manchester United, el arquero rechazó la comparativa sin dudarlo: "Mi caso es diferente al de Chiquito, porque él viene atajando hace años en la Selección. A mí siempre se me analizó por los partidos que tuve y creo que hoy tengo muchas opciones para volver a estar en el equipo".
Si bien tiene las esperanzas renovadas en el ciclo de Scaloni, la promesa que le había hecho Jorge Sampaoli sobre su posible convocatoria para Rusia 2018 dejó una herida que con el correr de los meses fue cerrando. "A uno le duelen esas cosas. Es lo que uno más desea y sabía que tenía muchos competidores por el mismo puesto. En un momento me ilusioné, pero con el correr del tiempo lo entendí. No fue fácil asimilarlo, pero creo que Armani también estaba en un gran momento. Ahora espero ser el próximo", concluyó el arquero que dejó de ser una promesa, porque el futuro llegó. De sus actuaciones depende su presencia en la Copa América del próximo año.
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