Aunque todavía está en debate el nombre del entrenador que reemplazará a Guillermo Barros Schelotto (José Pekerman, Gustavo Alfaro y Eduardo Domínguez aparecen hoy con mayores chances en la puja), la flamante Secretaría Técnica que encabeza Nicolás Burdisso, y de la que también participa Aníbal Matellán, sumó su primer "refuerzo".
No se trata de un futbolista, dado que la lógica señala que para incorporar una nueva pieza al plantel es conveniente contar con la aprobación del DT, puesto aún vacante. Es un ex jugador, con pasado reciente como técnico en Europa, que se ocuparía principalmente del scouting, del seguimiento de posibles refuerzos en las diferentes ligas. Y es un viejo conocido del Director Deportivo.
Su nombre es Nicolás Chiesa. Ex mediocampista ofensivo, categoría 80, surgido de la escuela del Club Parque y de Argentinos Juniors, donde compartió parquet y césped con, por ejemplo, Esteban Cambiasso y Federico Insúa. Tras un paso por la cantera del Bicho y de Nueva Chicago, su carrera se centró en el Ascenso (Brown de Arrecifes, Instituto de Córdoba; donde estuvo a la sombra de Santiago Raymonda), para luego probar suerte en Europa, donde se afincó a fines de 2005.
En el Viejo Continente lució varias camisetas: jugó en Rumania (Politehnica Iasi), en el ascenso de Italia (Pisa, Benevento y Martina Franca) hasta que se mudó a Malta, donde se retiró y pasó a ser entrenador, en el Floriana, club con el que conquistó la Supercopa local como DT. A fines de agosto terminó rompiendo su vínculo y regresó a vivir a Italia.
Aunque entre ambos hay una categoría de distancia, Burdisso y Chiesa se conocieron de cruzarse como rivales en algún encuentro, incluso los acercó la zona de influencia de la cancha, defensor uno, enlace el otro. En Italia también se encontraron. Y se gestó una relación de confianza.
"Obsesivo del fútbol, gran lector y admirador de Pep Guardiola", lo describen los amigos. Chiesa es la primera incorporación de la Secretaría Técnica en la que el presidente Daniel Angelici se apoyó para el manejo del fútbol profesional luego de la decepción que significó la derrota en la Superfinal ante River. Y, a su modo, jugará "su" partido en la renovación de Boca de cara al 2019.
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