El salón de convenciones de la Conmebol en Luque, Paraguay, fue sede del sorteo de la Copa Libertadores 2019 y los siete equipos argentinos participantes ya conocen sus adversarios y realizan su análisis y planificación de cara al certamen continental más importante. Cuando las bolillas dejan de rodar, siempre surge la misma pregunta, ¿cuál de ellos integra el "Grupo de la Muerte", el más complejo?
Una vez más, aparece San Lorenzo como el equipo que, a priori, tiene rivales más complicados. Integrante del Grupo F, se medirá ante Palmeiras (campeón del Brasileirao con Luis Felipe Scolari como DT, y semifinalista de la última Libertadores), Junior de Barranquilla (campeón del último torneo colombiano, finalista de la Sudamericana y hogar del siempre temible Teo Gutiérrez) y quien se quede con la plaza G2.
¿Quién puede surgir allí? Melgar (Perú), Universidad de Chile -el gran candidato-, Delfín de Ecuador (es de la ciudad de Manta, costera), Nacional de Paraguay -adversario en la definición de la Copa 2014- o Caracas de Venezuela. Si se da la lógica, tendrá otro contendiente fuerte en la búsqueda de pasar a octavos de final.
"Nos tocó un grupo bastante complicado, pero la expectativa es siempre grande, hay que estar a la altura. Ya está, ya tocó, si me dieran a elegir a dedo, elegiría otros equipos. Palmeiras y Junior también deben estar preocupados. Hay que tratar de disfrutarlo y buscar avanzar de fase. Pelearemos como siempre. La Copa siempre fue dura para San Lorenzo. Hay que prepararse para lo que viene", señaló Leandro Romagnoli, manager del Ciclón.
En los últimos tres sorteos de Libertadores, al club hoy conducido por Jorge Almirón le habían tocado grupos de gran dificultad. En 2015, Corinthians, San Pablo y Danubio. En 2016, Gremio Toluca y Liga de Quito. Y, en 2017, Flamengo, Atlético Paranaense y Universidad Católica. Bonus track: en la Sudamericana 2018 le tocó debutar ante… Atlético Mineiro. De todos modos, un grupo complicado muchas veces le brinda impulso al que lo supera para llegar lejos en la Copa.
River, el último campeón, a pesar de ser cabeza de serie, tampoco transitará el camino de rosas. Tendrá en el Grupo A a Inter de Porto Alegre (con Andrés D'Alessandro en su plantilla), Alianza Lima de Perú y quien consiga la plaza G 4. De allí pueden surgir, por ejemplo, Talleres de Córdoba o un histórico como San Pablo.
Boca aparece, junto a Huracán, como el más "favorecido", aunque, lógicamente, los partidos siempre hay que disputarlos. Compartirá el Grupo G con el duro Atlético Paranaense, campeón de la Copa Sudamericana, pero también jugará contra Jorge Wilstermann (Bolivia) y Deportes Tolima (Colombia).
El Globo, en tanto, se topará con un conjunto copero como Cruzeiro en el Grupo B, pero también con Emelec (Ecuador) y Deportivo Lara (Venezuela).
Godoy Cruz también surge con buenas posibilidades. En el Grupo C tendrá a un pesado como Olimpia de Paraguay, y a Sporting Cristal (Perú) y a Universidad de Concepción (Chile); una zona que le abre las puertas de octavos de final si se muestra a la altura de las circunstancias.
Rosario Central, desde el Grupo H, deberá alzar la guardia con la misma intensidad que San Lorenzo. Jugará ante Gremio, campeón de la edición 2017, la siempre difícil Universidad Católica de Chile y quien se quede con la plaza G3, que pueden ser Nacional de Uruguay o Libertad de Paraguay.
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