Por Carlos A. Ilardo
Todas las tardes, a partir de las 19, en el Palacio de Aguas Corrientes, sobre la Av. Córdoba 1950 de Buenos Aires, se lleva a cabo una nueva jornada del Festival de Ajedrez Szmetan-Giardelli 2018 que exhibe dos pruebas atrayentes. La principal, un magistral (torneo cerrado) con 12 maestros entre los que sobresalen cuatro de los cinco mejores del ranking de la Argentina y varias de las mejores figuras del Continente. Y un Open (torneo para aficionados y profesionales) que reunió a 125 participantes. Justamente en esta prueba, mientras uno recorre las mesas de juego se puede topar con un niño, con edad de nieto como Ilan Schnaider, de 7 años, hasta otros con edad de abuelos, como el caso del maestro internacional y ex campeón argentino Raimundo García, de 82. E incluso, en esa misma sala cualquier aficionado puede ser rival de algún ex campeón mundial, como los casos de Carlos Bielicki (78 años), o Marcelo Tempone (de 56).
Es que el ajedrez, una actividad representada en 189 naciones por sus respectivas federaciones, una cantidad que sólo la superan el fútbol (FIFA) y Atletismo (FIAA), se trata de un juego o deporte -se juega con las mismas reglas desde hace cinco siglos-, en el que dada su condición universal que permite el enfrentamiento de hombres contra mujeres, o de niños frente adultos, sin distinción de sexos ni edades lo transforman, acaso, en único.
Hasta personas no videntes o disminuidos visuales pueden medirse con un rival sin esa discapacidad. En cualesquiera de los ejemplos, los jugadores disputarán su partida sobre el mismo tablero; sin ventajas de espacio, piezas ni tiempo. Sólo en el caso del no vidente será necesario indicarle a viva voz cuál es el movimiento efectuado por el rival para que lo pueda reproducir en su tablero adaptado.
El último domingo, las partidas fueron programadas en horario diurno, a partir de las 10.30, y dado que los ajedrecistas no están familiarizados con jugar de mañana, la mayoría llegó casi sobre el mismo inicio de la competencia. Sin embargo, algunos eligieron no correr apuros, y se presentaron con tiempo suficiente para concentrarse antes del juego.
Entre los tempraneros estaban el bicampeón argentino Sub 8, Ilan Schnaider, y el ex campeón mundial juvenil, Carlos Bielicki. No se conocían, hasta el momento nunca habían sido rivales en un torneo, por lo que la atracción de jugar una partida ping pong (así se le dice en la jerga a los juegos con menos de 3 minutos para cada jugador) parecía una buena jugada para acotar la espera.
El diálogo nació del más chico. Con sus dedos señaló un tablero, y sin titubeos miró al maestro, y le dijo: ¿Te animás?. Esa fue la propuesta de Ilan, que aprendió a jugar al ajedrez en 2015, en la escuelita del Círculo Torre Blanca, y hace un mes finalizó 13° en el Mundial Sub8 -pese a que él tiene 7- en Santiago de Compostela. La invitación encendió la sonrisa del veterano maestro que con voz incrédula respondió. "Yo sí. ¿y vos?", replicó Bielicki, que además posee el título de abogado y es maestro internacional de ajedrez.
El juego fue apenas una ráfaga, un revoleo de piezas a la velocidad de la luz que partían de las manitas pequeñas mientras que las del hombre mayor no daban abasto para centrarlas con exactitud en cada escaque y encontrar la mejor respuesta frente a los lances que ejecutaba el niño.
El resultado del juego amistoso fue sólo una anécdota; tras el final y de acuerdo a las normas se dieron la mano y se felicitaron mutuamente.
¿Cómo puede ser que juegues tan bien a los 7 años?, le preguntó Bielicki, el maestro que fue rival de Bobby Fischer, Najdorf y Panno entre otros más. Pero Ilan con los reflejos y la inocencia de un niño, ensayó una devolución que dejó sin palabras a su rival: "Pero vos también jugás muy bien a tu edad". Tras el pícaro diálogo un beso y el deseo de buena suerte puso fin al encuentro. Cada uno se marchó en la búsqueda de su mesa de juego para descubrir quién sería su rival de esa jornada. Por unos instantes el ajedrez fue vínculo de una unión intergeneracional, de una enseñanza, de una clase de integración.
Quién es Ilan Schnaider
Fruto del amor de Carolina y Ram Schnaider, el próximo 8 de febrero, Ilan cumplirá 8 años. Fue su papá quien le enseño los primeros palotes en el ajedrez, cuando Ilan tenía sólo 4 años. "Con Carolina notábamos que tenía mucha capacidad y gran memoria para cualquier clase de juegos. Eso me llevó a probar si aceptaba el reto del ajedrez".
Enseguida el alumno superó al profesor y dada sus cualidades en la fácil comprensión del juego, sus padres lo inscribieron en la escuelita de ajedrez del Círculo Torre Blanca. El aprendizaje fue de menor a mayor; se floreó en los cursos de Florencia Semprevivo, Igor Dubrovich, Alejandro Rey y Fabián Fiorito.
El ajedrez se volvió su juego preferido, pero sin descuidar su cariño por el fútbol (es hincha de Boca), y sus paseos en bicicleta. "A los 3 aprendió a andar sin rueditas" dijo el orgulloso papá.
Sin problemas en la escuela "Martín Buber" en el barrio de Palermo, y destacándose en las clases de matemáticas, el pequeño Ilan continuó su carrera meteórica con el juego ciencia. En 2017 con 6 años ganó el campeonato argentino para chicos de 8, y repitió la hazaña al año siguiente. En el exterior jugó el Sudamericano 2017, en Paraguay (finalizó 2°) y el Panamericano 2018, en Chile (también fue escolta). Hace un par de semanas regresó de España, allí participó en el Mundial de la categoría para chicos de 8 años, y también dando un año de ventaja a sus rivales, Ilan Schnaider se ubicó 13° entre 135 competidores de todo el mundo.
En el Open Szmetan-Giardelli, Ilan marcha con el 50% de los puntos luego de ocho ruedas.
Quién es Carlos Bielicki
Carlos Bielicki, abogado de profesión y ajedrecista por convicción; nació en Morón el 15 de mayo de 1940. De chico, en un partido de básquetbol sufrió una severa lesión en el tobillo, por lo que la convalecencia lo llevó a conocer nuevos entretenimientos, entre ellos el ajedrez. Después no supo o no quiso alejarse de él.
"Con 15 o 16 años, con pantalones cortos viajaba de Morón al centro. El día que conocí el Club Argentino de Ajedrez (hoy en Paraguay 1858) me quedé asombrado viendo ese mundo y la calidad de las piezas de madera de cada juego", contó Bielicki que jugó en los clubes Atlántida y el Círculo de Ajedrez Vélez Sársfield.
En 1959, a los 19 años, Carlos Bielicki viajó a Suiza y se consagró en el 2° campeón mundial de ajedrez que tuvo la argentina; el primero fue Oscar Panno (en Dinamarca 1953). Sin embargo en 1966 comprendió que vivir del ajedrez en el país era como pretender aferrarse a un palo enjabonado. Confundió deseo con deserción, no viajó a Europa y apostó al trabajo y a la formación de una familia. Se alejó de la alta competencia, se casó con Mónica Ramírez (chilena) y fueron padres de Alejandro y Florencia. La prosapia polaca se extendió con la llegada de Astor, el único nieto.
En su historial ajedrecístico Carlos Bielicki jugó con varias de las mejores figuras de este juego, como los ex campeones mundiales Bobby Fischer y Tigran Petrosian, y otros de la talla de David Bronstein, Ludek Pachman, Miguel Najdorf y Oscar Panno, entre muchos más.
"El ajedrez es un juego fantástico en el que sólo uno es responsable de la victoria o derrota. Me duele que en el país se haya apostado mucha veces al éxito del ajedrez y no a su desarrollo", dijo el maestro que en el Open Szmetan-Giardelli también suma 4 puntos después de ocho ruedas.
El Magistral
Cuando restan dos jornadas para el final de la competencia, los grandes maestros Sandro Mareco (N°1 de Argentina), Alan Pichot (N°4) y Eduardo Iturrizaga (N°1 de Venezuela) son punteros con 6,5 puntos al cabo de nueve ruedas. Anoche, Mareco superó a Slipak (Argentina), mientras que Pichot e Iturrizaga hicieron tablas con El Debs (Brasil) y Flores (Argentina), respectivamente.
Hoy, desde la 18 se jugará la penúltima rueda con éstos enfrentamientos.
Hoffman (Uruguay, 2puntos) vs. Pérez Ponsa (Argentina, 4,5)
El Debs (Brasil, 3,5) vs. Bachmann (Paraguay, 6)
Slipak (Argentina, 3) vs. Darcyl (Argentina, 2,5)
Bacallao (Cuba, 5) vs. Mareco (Argentina, 6,5)
Iturrizaga (Venezuela, 6,5) vs. Pichot (Argentina, 6,5)
Granda (Perú, 5) vs. Flores (Argentina, 3)
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