Por Sergio Levinsky
—Cuando usted jugaba al lado de Pablo Pérez, Boca era un equipo con mayor tenencia de la pelota. Hoy, pareciera que River es el candidato a tener más la pelota y ustedes, a la contra. ¿Cómo se imagina el partido con River, así como está su equipo hoy?
—Es que eso depende de cómo se presente el partido, los espacios que vayan apareciendo, porque si bien uno tiene siempre la tendencia a querer tener la pelota, hay momentos en los que uno puede observar que siendo vertical se le puede hacer más daño al rival. Por eso es importante saber cómo jugarlo.
—Muchos dicen que Boca quería jugar en el Monumental porque River podía sentir la presión de jugar ante su público y la posibilidad de que ustedes le dieran allí la vuelta olímpica, pero a su vez, otros dicen que para Boca fue mejor no jugar como visitante allí porque River se hace fuerte ante su público. ¿Cuál es la verdad?
—Primero y principal, yo no pienso en la presión. Nosotros tendríamos que haber jugado en la cancha de River por el bien del fútbol argentino. Eso hay que dejarlo bien claro porque no hay que permitir que en el resto del mundo vean las cosas de la forma en que sucedieron y que una final de Copa Libertadores termine jugándose en España. Y después, es cierto que en el Monumental, con un resultado en contra o con nosotros con mucha chance de acercarnos a su arco, la gente iba a meter presión, pero nunca lo sabremos.
—Ayer vino mucha gente a verlos en el entrenamiento, y hay muchos hinchas de Boca que invirtieron mucho dinero y su tiempo para viajar a España, dejando todo. ¿Conversan esto entre ustedes?
—Seguro. Y por eso, dejaremos todo por ellos, por los que están en España o los que estén en Argentina o en cualquier lugar del mundo.
—¿Hay algo del estadio Santiago Bernabéu, con su experiencia de haber jugado años allí, que sienta que pueda aplicarse a este partido?
—Sí, hacer un gol en el arco rival. No…no hay nada especial, que yo sepa. Lo que tenemos que hacer nosotros es atacar.
—Va haber mucho público de Madrid. Mucha gente que ya lo vio jugar a usted con la camiseta blanca.
—Sí, va a ser raro, muy raro. Una final de Copa Libertadores en Europa, va a ser muy raro. No es lo que pensábamos ni queríamos nosotros, pero hay que afrontarlo. Me ha tocado vivir muchas cosas buenas en el Real Madrid durante cinco años y tengo lindos recuerdos.
—¿Tuvo contactos con ex compañeros del Real Madrid?
—Sí, hablé con algunos. Me llamaron para conversar sobre esto. Ellos también están sorprendidos por esta final acá.
—Darío Benedetto dijo que hasta el día del partido con Independiente, es decir, ocho días después de la fecha fijada para la segunda final en el Monumental, el plantel no pudo enfocarse en el fútbol y que recién desde allí lo fue consiguiendo. ¿Fue tan difícil?
—Sí, fue muy difícil porque cuesta mucho mentalizarse después de lo que pasó, que fue una vergüenza, pero hay que adaptarse, meterse de lleno en la final y nos quedan pocos días más de trabajo y de preparación. También hay un cambio de clima porque aquí es invierno pero tenemos que afrontar todo lo que venga hasta el día de la final.