Ignacio Scocco volvió a patear al arco y elevó la exigencia para intentar llegar a la Superfinal frente a Boca

En la primera práctica de River en el complejo del Real Madrid, el delantero, de 33 años, se mostró recuperado del problema muscular en el gemelo derecho. Sin embargo, su presencia continúa en duda

Guardar
Scocco tocó la pelota en el primer entrenamiento de River en Madrid (Alejandro Rios / Infobae)
Scocco tocó la pelota en el primer entrenamiento de River en Madrid (Alejandro Rios / Infobae)

Mientras el plantel de River realizaba movimientos recreativos en mitad de cancha en uno de los campos de juego de Valdebebas, el complejo que pertenece al Real Madrid, Ignacio Scocco trabajaba diferenciado: pasaba entre los conos y remataba al arco, exigía el físico bajo las órdenes del preparador físico Pablo Dolce y el kinesiólogo Jorge Bombocino.

El delantero, de 33 años, volvió a patear al arco y mostró algunos avances en su recuperación del problema muscular en su gemelo derecho, que le impidió ser parte de la primera superfinal, disputada el 11 de noviembre en la Bombonera, y lo hubiera dejado afuera de la revancha si se hubiese jugado el 24 en el Monumental.

El último partido de Nacho se dio el 3/11 ante Estudiantes de La Plata, por la Superliga. En la previa del Superclásico trunco, incluso, había sido probado, pero no se sintió en condiciones de actuar. El cuerpo técnico de Gallardo volvió a la carga en Madrid: lo necesita al menos en el banco de suplentes ante la baja de Rafael Santos Borré (acumulación de amarillas) y el hecho de que Rodrigo Mora recién recibió el alta por la sinovitis en la cadera derecha.

Scocco trasladó el balón alrededor del campo de juego y hasta se animó a jugar a acertarle al travesaño de uno de los arcos. Antes de viajar a España, en el momento en el que les firmaba autógrafos a los hinchas, uno de ellos le preguntó si llegaba a la gran definición, el atacante dijo que no, meneando la cabeza. El primer entrenamiento en Valdebebas, al menos, dejó algún resquicio de esperanza.

SEGUÍ LEYENDO:

Guardar