El micro que llevó al plantel de Boca al Aeropuerto de Ezeiza pasó anoche por Parque Lezama. Allí se congregaron los fanáticos del Xeneize para despedir al equipo que el domingo jugará la Superfinal de la Copa Libertadores en Madrid. Entre la multitud, hubo dos presencias que llamaron la atención.
Rafael Di Zeo y Mauro Martín, históricos barras de La Doce, custodiaron el colectivo entre los miles de hinchas genuinos que se acercaron para apoyar a los jugadores antes del encuentro con River en el estadio Santiago Bernabéu por el máximo título continental.
Mientras los simpatizantes disfrutaban del paso de su equipo y le deseaban lo mejor para el Superclásico que no se pudo concretar en el Monumental por actos de violencia que se registraron en las inmediaciones del estadio, los dos barras se adueñaron de la escena.
Sobre Di Zeo pesa el derecho de admisión desde abril de 2017, por ende, no puede ingresar a los estadios de la Argentina. Sí varias veces se había mostrado en las inmediaciones de los estadios, organizando a sus seguidores, pero sin intentar traspasar los controles.
Como el derecho de admisión no tiene validez fronteras afuera, ha presenciado encuentros en el exterior. En abril pasado viajó con un grupo de los barras más cercanos, como Topadora Krueger y el Negro Ibáñez, a ver el partido entre Palmeiras y Boca, por la tercera fecha de la fase de grupos de la Copa Libertadores.
Pero esta vez ni él ni otros barras podrán estar en el Santiago Bernabéu. Las autoridades españolas, en conjunto con las argentinas del Programa Tribuna Segura encabezados por Guillermo Madero y que viajaron especialmente para colaborar, impedirán que ingresen al estadio a disfrutar de la Superfinal.
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