Boca derrotó 1-0 a Independiente en un duelo cargado de polémicas, que finalizó con el plantel del Rojo, su entrenador y la dirigencia, protestando por una supuesta preferencia del arbitraje y de la AFA por el Xeneize. "No tengo nada que decir sobre los dichos de Holan", dijo Guillermo Barros Schelotto sobre el clásico por la Superliga. "Los tres puntos positivos, aunque la verdad no hicimos un gran partido desde lo futbolístico", hizo su autocrítica.
Sin embargo, el foco en la Ribera está indefectiblemente puesto en la Superfinal de la Copa Libertadores que se jugará el domingo 9 de diciembre en Madrid. Una definición ante River que debió disputarse el fin de semana pasado, pero los incidentes lo impidieron. Y luego se generó una compulsa en los escritorios.
"No lo estoy padeciendo, pero hace 30 días que preparo la revancha y hace 60 días que preparo la final, esto te quema la cabeza. Llegás a las 23 horas con la cabeza quemada, es parte de nuestro trabajo, pero esto se ha extendido demasiado", dijo el director técnico en diálogo con TNT Sports.
"Sobre el hecho de que la final sea en Madrid, tengo una opinión formada, pero no podemos desenfocarnos ni desenfocar al grupo, la Conmebol decidió eso por lo que sucedió, y hay que acatarlo, prepararse y tratar de jugar. Sabemos que Boca y River no estarán en ambiente normal, hay que acomodarse, cualquier cosa que yo diga no sirve de nada", destacó sobre el particular entorno que tendrá la revancha de la final, cuyo primer capítulo se disputó en la Bombonera el 11 de noviembre. "Como argentino obviamente me hubiera gustado que el Boca-River se juegue en Argentina, imagino que está en el reglamento esta posibilidad y hay que acatarla", completó.
¿Y cuál fue su reflexión sobre la novela de la Superfinal? "La reflexión que me dejó esto es que somos incorregibles", fue lapidario.
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