La Superfinal se trasladó a las oficinas de la Conmebol y Rodolfo D'Onofrio buscó adelantarse a la jugada: el presidente de River ya llegó a Paraguay de cara a la reunión que se desarrollará a las 10 en Asunción para definir el futuro de la definición de la Copa Libertadores frente a Boca. Participarán de la misma Daniel Angelici, titular del Xeneize, y Alejandro Domínguez, máxima autoridad de la Confederación Sudamericana, mientras se espera por la resolución del Tribunal de Disciplina, ante el escrito presentado por el club de la ribera solicitando la descalificación del adversario tras los incidentes que terminaron provocando la postergación del partido.
D'Onofrio viajó acompañado por Ignacio Villarroel, secretario del club, y los abogados Gonzalo Mayo y Matías Elmo. La Comisión Directiva del Millonario quiere que se respete el compromiso firmado por ambas dirigencias con la Conmebol el sábado por la tarde, al posponerse el partido para el domingo, y que el Superclásico se juegue en el estadio Monumental y con público. Para ello, la estrategia de River apunta en dos direcciones: diferenciar el ataque al micro de Boca del ocurrido en 2015 en la Bombonera con el gas pimienta y dejar en claro que los disturbios ocurrieron fuera del perímetro de seguridad que le corresponde al club.
River sostendrá ante la Conmebol que, a diferencia de lo ocurrido en 2015, el ataque no se produjo dentro del estadio sino a 800 metros y fuera del perímetro de seguridad que debe cubrir el club. River también mantendrá la postura de que no hay paralelismos con el ataque del gas pimienta pues aquella noche el partido se estaba jugando y todo ocurrió dentro del estadio, y ahora el encuentro no había comenzado y los disturbios ocurrieron a ocho cuadras del Monumental.
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