Daniel Angelici recibió un mensaje del plantel de Boca, y un nuevo frente se abrió en torno a la Superfinal. La postura de ambos lados es clara. Por un lado, el presidente advirtió en la necesidad y "obligación" de disputar este encuentro ante River para no sufrir sanciones a futuro de parte de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), amparado en el "pacto de caballeros", cuyo escrito lleva además las firmas de Rodolfo D'Onofrio (presidente de River) y Alejandro Domínguez (presidente de la Conmebol); por el otro, el planteo de los futbolistas y cuerpo técnico que se ven perjudicados de cara a la definición de la Copa Libertadores, ya que Pablo Pérez, capitán y uno de los máximos referentes del plantel, no estaría en condiciones de jugar esta tarde en el Monumental y "no se encontrarían en igualdad de condiciones" como se primó al comienzo.
Como ocurrió ayer en el estadio Monumental, Carlos Tevez fue quien encabezó los reclamos y el principal vocero. "Carlitos" insistió en que el partido no debiera disputarse porque un compañero fue agredido y no podrá jugar. Daniel Angelici, que antes mantuvo un diálogo con Claudio Tapia, sostuvo que las consecuencias podrían ser "terribles" para el club y se habla de sanciones de entre 5 y 10 años si el equipo no se presenta a jugar.
En medio de este clima, Pablo Pérez, aún con molestias en su ojo izquierdo, volvió a atenderse en el sanatorio Otamendi y a su salida aseguró: "Estoy para jugar". Asimismo, desde el departamento médico del club invitaron a los facultativos de la Conmebol a que le realicen al futbolista un nuevo chequeo.
Mientras tanto, Boca dio a conocer el informe con el pedido ante la Conmebol de la suspensión del partido, que le den por ganada la serie y las sanciones correspondientes para River para "hacer valer la igualdad de condiciones".
Además, presentarán un escrito con detalles todo lo acontecido desde el ataque recibido en las inmediaciones del estadio Monumental y las "complicaciones" que sufrieron varios de sus futbolistas durante la noche en la concentración, ya que según se informó, Pablo Pérez no fue el único afectado. Al menos tres jugadores, entre ellos Carlos Tevez, tuvieron vómitos y debieron ser medicados.