Mientras un golpeado pueblo argentino aún disfrutaba las mieles del éxito de su primer campeonato del mundo en Argentina '78, una impensada gira de Queen que recaló en el país en 1981. Unió el aún recordado grito de gol de Mario Alberto Kempes y el "abrazo del alma" con uno de los hits más recordados de la banda británica: We are the Champions.
Por ese entonces, los grupos de rock más importantes de la época no solían recalar en Sudamérica. Por lo general, venían cuando no se encontraban en el punto más alto de sus carreras y lo habían con un "equipo reducido", no con la formación completa. Lo habitual, o lo usual, era realizar sus shows por Europa, Estados Unidos o, incluso, Japón.
La mayoría, por cuestiones de logística, evitaba caer por estas latitudes; pero la banda liderada por Freddie Mercury rompió con ese pensamiento. "Se trataba de mostrar cómo puede ser rentable montar una gira de este tipo sin por ello perder dinero, metiendo a casi medio millón de personas en ocho actuaciones. Y hacerlo a lo grande y por vez primera al aire libre.Desde Tokio, donde acababa de actuar el grupo, se fletó un avión de carga (un DC-8) para transportar parte del equipo de luces y sonido. La otra parte llegaría desde Los Ángeles a bordo de un B-707. Un barco, desde Miami, trasladó todos los elementos del escenario", rememora una nota del diario El País del 10 de marzo de 1981, semanas después de los shows que brindó la banda en Vélez. También tocaron en Mar del Plata y Rosario, otros dos estadios que fueron utilizados en la Copa del Mundo de Argentina.
Para poner en contexto, María Estela Martínez de Perón -sucesora de Juan Domingo Perón-, más conocida como Isabel, había sido derrocada por un Golpe de Estado liderado por Jorge Rafael Videla. El país era gobernado por un grupo de militares y en el ambiente sobrevolaba el temor de ser un "desaparecido" más.
En un artículo, el diario Clarín rememora lo sucedido en el José Amalfitani y asegura que esta serie de recitales fue "el primer capítulo del romance fútbol-rock, así como también que los artistas extranjeros subieran al escenario con la camiseta de la Selección".
Aunque Freddie en la mayoría del tiempo estuvo con su torso desnudo, hubo un momento en el que decidió vestirse con los colores patrios al lucir arriba del escenario la camiseta de la selección argentina. Ese accionar, al escuchar We are the Champions, llevó mágicamente a todos los presentes aquel 25 de junio del 78, en el Monumental, en el que Mario Alberto Kempes se vistió de héroe para vencer por 3 a 1 a Holanda y conseguir la primera Copa del Mundo para Argentina.
Para parte de una generación de argentinos el triunfo del '78 quedó ligado a We are the Champions
Ese no fue el único "vínculo" que tuvo Queen con el fútbol en su estadía por el país. Diego Armando Maradona acudió a una de las fechas e intercambió una camiseta albiceleste con el cantante, quien le obsequió una con la bandera británica.
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