Todo está listo para el gran show. La Ultimate Fighting Championship (UFC), la mayor empresa de artes marciales mixtas del mundo, llega por primera vez a la Argentina para instalarse en el Parque Roca de Buenos Aires. Este sábado, Santiago Ponzinibbio se enfrentará al estadounidense Neil Magny, a quien el público presente le hará sentir su absoluta condición de visitante.
Pese a ser un Top 10 en su categoría (Welter), el oriundo de La Plata no tuvo un camino fácil. En diálogo con Infobae repasó su historia y aseguró que en 2019 traerá el título mundial al país. Finalmente, habló de la posibilidad de enfrentarse al luchador más mediático de la compañía: Conor McGregor.
"Yo jugaba al rugby. Desde muy chico me gustaban los deportes de contacto y una vez fui a un gimnasio a hacer una preparación física con clases de Muay Thai recreativas y quedé fascinado. Me pusieron a pegarle a la bolsa como un loco y empecé a ir y entrenar eso", asegura Santiago Ponzinibbio acerca de cómo fue su primer encuentro con las artes marciales a los 15 años.
Un amigo boxeador le enseñó las técnicas, mientras que otro, fisicoculturista, le armaba planes de nutrición. "Era todo muy nuevo", reconoce el hoy luchador de 32 años y agrega: "Gané muchas peleas, y en cada una me emocionaba más, hasta que dije: 'Bueno, me voy a un lugar a buscar conocimientos'. Acá en Buenos Aires había equipos pero no había nivel, así que me fui a Brasil".
Al principio tuve que pagar todo el derecho de piso
Santiago había tomado una decisión difícil al querer salir del país con 20 años, pero más difícil fueron los siete que vivió allí. "Me fui sin nada, con dos remeras y dos pantalones. Un amigo me pagó el pasaje en micro y fuimos a una carpa en un camping. De ahí era ir a la playa a buscar a alguien que tenga una remera de Jiu Jitsu para preguntarle dónde entrenaba. Así de utópico empezó todo".
"Al principio tuve que pagar todo el derecho de piso. Dí con dos o tres que me tomaron el pelo. Pensaban que tenía plata y no me dieron bola. Hasta que un día conocí a un flaco que me empezó a dar clases copadas y ahí salí a buscar trabajo para poder pagarlas, rebuscándomela para conseguir plata como sea", detalla el argentino que pasó por distintos rubros, desde masajista a vendedor de milanesas en la playa.
Fueron siete años los que pasó en tierras brasileñas: "Fue difícil, me pegaban bastante y no me querían enseñar por ser argentino. Pero vieron que yo era duro y que seguía metiéndole hasta que me terminaron enseñando". Ponzinibbio ya ostentaba un récord de 18-1 (con una derrota "un poco controversial. Robada") y fue desde entonces cuando parecía que el sacrificio había dado sus frutos ya que surgió la propuesta para entrar al Reality de UFC, el Ultimate Fighter de Río de Janeiro.
Pero no. Un nuevo obstáculo se le presentaba: "Me compré el pasaje y cuando llegué me dijeron que no podía participar por ser argentino. La idea de ese torneo era revelar talentos de ese país y la productora tenía sus dudas de mí. No iban a estar metiendo gente de otro países".
“Le esta sacando el puesto a uno de los nuestros”
Fiel a su estilo, Santiago fue insistente, contó su historia y comprobó que él vivía en Brasil hacía años. "Al final me llamaron y me dijeron que podía entrar. Cuando recibí esa llamada se me salió un peso de encima. En ese momento ya todo dependía de mí".
El platense se hizo notar, quedó entre los 16 clasificados de los 550 postulantes. Sin embargo, a medida que avanzaba en el reality, aumentaban las críticas del público. "Yo era la sorpresa del programa. Haber entrado causó mucha polémica porque decían: 'No, no puede participar un argentino. Le esta sacando el puesto a uno de los nuestros'".
El argentino fue derribando brasileños hasta llegar a la semifinal. Ahí, un nuevo revés lo iba a golpear: "Cuando comienza la pelea, a los dos minutos me rompo el brazo, cada vez que pegaba con la derecha la muñeca se me doblaba como si fuera de goma".
Finalmente pudo terminar el combate y ganó por decisión de los jueces, pese a que se había roto el radio en 10 partes desde el inicio. Santiago se despedía de la final, pero una noticia en el peor momento cambió su vida: "UFC me dio el contrato, un bonus por esa pelea y uno por el mejor nocaut".
En 2013 Santiago Ponzinibbio firmó con la mayor empresa de artes marciales mixtas del mundo.
-¿Qué sentiste la primera vez que entraste a un octágono de UFC? Y ¿Qué sentís ahora?
-Uno va ganando más experiencia, entonces consigue controlar cada vez más sus emociones. Consigue disfrutar un poco más, porque es un deporte que genera mucha adrenalina y la adrenalina se siente. En las primeras peleas se sentía mucha adrenalina y con la experiencia uno va aprendiendo a controlar sus sentimientos e ir madurando. Han pasado muchos años y esa experiencia siempre ayuda.
En 2019 voy a traer ese cinturón para Argentina.
-¿Que piensa Ponzinibbio a segundos de que suene la campana del round inicial?
-Que me voy a divertir y que voy a dar todo lo que tengo como siempre. Dar más de mi 100% a la hora de pelear y disfrutar cada momento porque esto pasa muy rápido. Son solo 15/25 minutos ahí arriba. Esto es lo que amo hacer, soy muy feliz haciendo esto.
-¿Cuánto influiste para que la UFC llegue a Buenos Aires?
-Se habló varias veces con mi empresario para que la UFC venga a Sudamérica hasta que se dio la posibilidad. Mis resultados creo que ayudaron mucho para pensar en la expansión del mercado sudamericano. Me pone feliz porque no peleo por eso, pero son consecuencias del trabajo que te alimentan y entusiasman.
Este sábado, el número 10 del mundo en la categoría Welter se medirá al estadounidense Neil Magny (8) con todo el apoyo del público local. "Sé que tengo todo para ganarle y después de esa victoria, y posicionarme de cara al título, en 2019 voy a traer ese cinturón para Argentina. Estoy convencido, tengo todas las herramientas para ser campeón mundial", le asegura a Infobae.
Finalmente, el peleador argentino habló del recordado incidente entre Conor McGregor y Khabib Nurmagomedov, y consideró que todo fue parte de la emoción: "No se justifica. Tal vez se pasaron del límite. La gente tiene que entender que no hay nada armado. Nosotros somos seres humanos con emociones, profesionales que entrenamos pero que también somos humanos".
El irlandés, que cayó en su última pelea ante el ruso, es la gran figura de la compañía hoy en día y el platense aseguró que si llegara a darse la posibilidad de pelear contra él, estaría dispuesto a reducir su peso: "Por esa oportunidad haría un cambio de categoría. Se habla de una de 165 libras, yo llegaría muy bien y me encantaría. Si la propuesta es buena, sin dudas se puede hacer".