Fue una de las noticias de las horas previas a la primera Superfinal entre Boca y River en la Bombonera: en las entrañas del vestuario del Millonario se desarrolló un operativo policial en el que las fuerzas de seguridad revisaron las pertenencias de la utilería buscando elementos para decorar el camarín visitante (que la dirigencia local consideraba que podían "generar violencia") y herramientas de comunicación con Marcelo Gallardo, quien se hallaba suspendido por la Conmebol y tenía prohibido hasta acercarse al estadio.
"Esto se consensuó con la Conmebol y los equipos en las reuniones realizadas en la semana para evitar que se decoren los vestuarios y que ingresen cosas que no están permitidas", explicaron desde el gobierno porteño. Sin embargo, en la mismísima conferencia de prensa post empate 2-2, Matías Biscay, ayudante de campo del Muñeco, había sido lapidario: "Todavía no pude hablar con Gallardo, creo que había inhibidores de señal, parece que vino el FBI".
Pues bien, en una entrevista con DirecTV Sports, Rodolfo D'Onofrio, presidente de River, fue muy crítico de lo sucedido: "Fue desmesurado, fuera de lugar, una requisa con perros, algo agresivo, no tiene ninguna lógica".
Y como el 24 de noviembre está previsto otro operativo en el vestuario del Mnumental, el titular del club de Núñez realizó una solicitud pública: "Les pido a las autoridades que no se lo hagan a Boca, por favor. ¿Qué pueden tener en los baúles? No lo hagan. River no necesita que hagan eso", concluyó.
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