Sin lugar a dudas, el partido que se llevará a cabo esta noche en San Pablo distará mucho del de la fase de grupos, que culminó 1-1 en abril pasado. Aquella noche fue por la tercera jornada de la zona; hoy se definirá cuál de los dos pasa a la final de la Copa.
Y existen otros antecedentes medianamente recientes entre Boca y Palmeiras. Uno por la final de la Libertadores del 2000. El otro por las semifinales de la edición del 2001, en la que Boca pasó de fase.
Luego del empate 2-2 en la Bombonera, el elenco de Carlos Bianchi viajó a San Pablo obligado a no perder. En pleno conflicto con la dirigencia por diferencias económicas, el plantel se hizo fuerte en el estadio Palestra Itália (hoy reformado y llamado Allianz Parque) y obtuvo otra igualdad que derivó en la tanda de penales. Y allí selló su boleto a la final.
La atmósfera que montaron los torcedores del Verdao fue de características bélicas. Al margen de las bombas de estruendo que explotaron cerca del hotel de concentración durante la madrugada previa, hubo insultos y agresiones desde el arribo de los futbolistas xeneizes a la cancha. El cuadro de Celso Roth salió decidido a llevarse por delante a Boca, con un juego de contacto y agresivo. Pero en el amanecer de la acción, Walter Gaitán pescó un rebote en el área y puso arriba a los de Bianchi, quien vivió el duelo desde un palco por estar suspendido (Carlos Ischia, su ayudante de campo, se comunicó a través de walkie-talkie).
Instantes después, Juan Román Riquelme frotó la lámpara y puso 2-0 en ventaja a los argentinos. El 10 desplegó parte de su repertorio pero la ventaja se acortó en la primera etapa.
Antes, el juez de línea Daniel Wilson le anuló un tanto al Palmeiras por una mínima posición adelantada. Las tribunas explotaron de ira contra la terna arbitral comandada por Oscar Ruiz y el gol del descuento no ayudó a que se calmaran los ánimos. Dos fanáticos brasileños se metieron en el campo de juego y agredieron físicamente al lineman (uno con una trompada y otro con una patada voladora).
El cotejo fue suspendido durante 7 minutos. Los agresores fueron detenidos mientras el asistente era atendido por auxiliares médicos. Ruiz mantuvo una extensa charla con los efectivos policiales a cargo y, tras una conversación con los capitanes Jorge Bermúdez y Galeano, ordenó que la pelota volviera a rodar.
Pero la historia no terminó allí. Antes de que los futbolistas se encaminaran a los vestuarios para descansar, Alexandre le dio un planchazo tremendo a Cristian Traverso. Y si esa actitud contra su colega había parecido desleal, en la misma jugada trabó de mala manera con Chicho Serna, al que le tiró una patada descendente con las suelas de sus botines que de milagro no agarró de lleno en la cabeza al colombiano. El defensor brasileño se fue expulsado.
El clima estaba tenso por demás y los visitantes se metieron en el túnel bajo una lluvia de objetos contundentes que caían desde las gradas cercanas al mismo. Y así también fue el recibimiento de cara al complemento. Después de la charla técnica, caminando hacia el palco donde vería el desenlace, a Bianchi le arrojaron un proyectil que le abrió la cabeza. Las cámaras lo mostraron en más de una ocasión siendo auxiliado por un médico.
Boca no consiguió sellar la victoria y Palmeiras lo empató a los 21 minutos de la segunda mitad con un hombre menos (sobre el final también vería la roja Aníbal Matellán).
La expectativa por el resultado final ayudó a que la cuestión no se desmadrara, pero la Policía recomendó abandonar rápido el campo de juego a la delegación visitante para que no se originaran disturbios tras la clasificación. Casi ni pudo festejar, aunque hubo desahogo en los vestidores.
Y no solamente desahogo, porque ante las cámaras de televisión con programas en vivo y de diferentes señales, los futbolistas y parte del cuerpo técnico de Boca cantaron en contra de Orlando Salvestrini, mano derecha del presidente del club Mauricio Macri y tesorero.
Dos semanas después, la cuarta Libertadores del Xeneize se levantaría en la Bombonera contra Cruz Azul.
SEGUÍ LEYENDO
Revés para Boca: Conmebol suspendió a Guillermo Barros Schelotto y no podrá dirigir ante Palmeiras