Cuando pasaron por el scanner del aeropuerto, tres cosas súper valiosas llevaban encima los 10 capos de la barra brava de River: los tickets para el partido de esta noche, la autorización judicial para salir del país y una malla. El primer objeto es casi un elemento de deseo intangible: Gremio le dio 4.000 entradas al Millonario para el partido revancha, que volaron por la web en minutos, salvo, claro, para Los Borrachos del Tablón, que siempre se las ingenian para obtenerlas.
El segundo papel era clave. En guerra con Patricia Bullrich, los barras ganaron la pulseada en Tribunales y fueron habilitados por el juez Fernando Caunedo para ir a ver al equipo de Gallardo a Brasil, sin importar que están procesados por integrar una asociación para defraudar al club. Entre los que tuvieron acogida favorable del juez está la cúpula conformada por Martín Araujo, que llegó al poder de la barra en 2008, Matías Goñi, quien siempre se presentó como un soldado del ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y Guillermo Godoy, más conocido como Caverna y el más respetado hoy en la tribuna.
Y el tercer objeto que iba en el bolso, la prenda de baño, sería una anécdota si no se tratara de otra evidencia del poder de los violentos: estuvieron en la victoria ante Aldosivi el sábado en el Monumental y al día siguiente varios de ellos volaron a Brasil para instalarse en una playa ubicada a 120 kilómetros de Porto Alegre, de donde se trasladarán esta tarde para ver el partido. Lujos que sólo algunos pueden darse, en este caso 10 barras de River.
Los "Borrachos del Tablón", entrando al Monumental
Pero no serán los únicos miembros de Los Borrachos en el Arena Do Gremio. Porque ayer a las ocho de la mañana, y tras apropicuarse de vituallas en el museo del club, cuatro micros con otros 200 barras partieron vía ruta nacional 12 rumbo a la semifinal de vuelta de la Copa Libertadores. Al mando de la caravana estaba Caverna, quien decidió ir con la tropa donde destacaba como grupo más numeroso el de la facción de Beccar, que se referencia en el barra Mauro Ferraras, cuyo hermano saltó a la fama por ser uno de los encapuchados que entraron a la cancha en el partido contra Belgrano por la Promoción de 2011 que terminó con River en la B. Y desde la plaza República de Honduras, ubicada en Figueroa Alcorta y Ramsay, también salieron, pero ya en el mediodía, otros dos micros repletos de hinchas.
La situación, claro, volverá a repetirse dentro de unas horas pero con otro color. Porque los que le doblaron el brazo al gobierno, pero en este caso en Comodoro Py fueron los integrantes de La Doce, la peligrosísima barra brava de Boca, que también fue autorizada por la Justicia a viajar para ver el partido contra Palmeiras. La Dirección de Seguridad en Espectáculos Futbolísticos le había pedido a la jueza de cámara, Sabrina Namer, que prohibiera la salida del país a Rafael Di Zeo, Mauro Martín y al resto de la cúpula barra, pero la magistrada optó por denegar el pedido y sólo le impuso a los violentos la obligación de presentar certificado de regreso tras el partido. Sí, una humorada argentina. Así, y repitiendo el esquema de sus "primos", varios de los jefes irán en avión, mientras que el resto arribará a San Pablo en micro, después de un viaje de 30 largas horas.
La autorización para viajar para Mauro Martín
Pero Bullrich no se da por vencida. Sabe que tener a los barras pavoneándose en el paravalanchas puede ser leído como un retroceso. Entonces fue por más: ante la derrota en Tribunales, apeló al Gobierno de Brasil para que les apliquen el derecho de admisión. No sólo a las caras más, conocidas sino también al resto. De River, por ejemplo, se suman Alejandro Medina, alias Ale de Budge, y Gustavo Larrain, conocido como el Uruguayo.
Y, de Boca, Carlos Santa Cruz, jefe de la facción de Virreyes, y Luis Arrieta, que maneja al grupo de Caseros. Así, el secretario de seguridad deportiva, Guillermo Madero, mandó una nota a Interpol, otra a la Conmebol, una más a la Policía Federal de Brasil, y una última a ambos clubes para que les prohíban el ingreso.
Es más, él mismo viajará junto a un equipo de cuatro colaboradores para ayudar a identificar a los violentos, si es que los brasileros deciden finalmente restringirles la entrada. Así, la pulseada entre las dos barras más grandes de la Argentina y Patricia Bullrich está en marcha. "Nosotros les aplicamos el derecho de admisión a dos barras de Gremio cuando vinieron la semana pasada a Buenos Aires. Esperamos reciprocidad", le dijo Madero a Infobae. Mientras que la ministra Bullrich fue tajante: "Ya se hicieron todos los trámites respectivos en el Consulado y en la Policía de Brasil. Los barras no van a entrar". La respuesta a esta pulseada estará desde esta noche, en Porto Alegre, y mañana, en San Pablo.
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