Pablo Matera, nuevo capitán de Los Pumas: "¿Por qué no a mí?"

El jugador formado en Alumni atravesó momentos de mucho dolor. Su madre fue clave para sostenerlo en su sueño de triunfar en el rugby

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"¿Por qué a mí?", se preguntó Pablo Matera (25) una y otra y otra vez. Tenía apenas 13 años cuando sufrió el golpe más duro de su vida. Había fallecido su padre y la vida tomaba otra forma, otro sentido, tenía otro significado, aunque para nada de todo eso había respuesta. Sólo había una pregunta: "¿Por qué a mí?". Surgió allí, entonces, la figura de Janina Kook, la mamá de aquel adolescente que hoy tiene 25 años y fue recientemente designado como capitán de Los Pumas, el seleccionado argentino de rugby. Una historia de profundo amor de familia y de resignificancia de la vida.

El ala nació en Buenos Aires el 18 de julio de 1993. Su vínculo con el rugby se inició en el colegio de la localidad bonaerense de Tortuguitas donde cursó sus estudios. Comenzó en la posición de win pero no estaba conforme porque le costaba tocar la pelota. Con ese objetivo empezó a jugar de tercera línea pero cuando pasó a formar parte del seleccionado juvenil argentino de rugby conoció la posición de ala para ya no cambiar.

Se formó como rugbier en Alumni. "Empecé a jugar ahí porque iban muchos amigos del colegio y yo quería estar más tiempo con ellos", contó.  En 2013, cuando apenas tenía 20 años, dio el salto y se fue al Leicester de Inglaterra, equipo al que representó durante seis partidos en la temporada 2013/14. El 1° de mayo de 2013 debutó en Los Pumas, con apenas 19 años, en un partido jugado ante Chile en Montevideo (triunfo de Argentina por 85-10, con un try de Matera).

Pablo Matera, con la camiseta
Pablo Matera, con la camiseta del Leicester de Inglaterra

Su mamá fue el pilar de su vida luego de perder a su papá, Flavio Matera, cuando tenía tan solo 13 años. Pablo es el único varón de los cuatro hijos de la pareja. Ana, Inés y Juana son sus hermanas.

Pablo encabeza la hilera familiar.
Pablo encabeza la hilera familiar. Lo siguen su hermana Ana, su mamá, Janina, y la menor de la familia, Juanita

Fueron épocas difíciles las de Pablo y toda su familia durante aquella desgracia que les marcó la vida. "¿Por qué a mí? ¿Por qué no puedo tener una vida normal?", se preguntaba Pablo según confió tiempo atrás en declaraciones a El Gráfico. Allí también reconoció: "Nos ayudó muchísimo a crecer".

Hubo que madurar de repente. Janina hizo de madre y padre. Reconocía los esfuerzos que Pablo hacía por crecer como deportista pero lo castigaba cuando protagonizaba actos de indisciplina. "Vivimos algunos episodios complicados", contó ella. Es que el rugbier buscaba su camino y en ese trayecto la figura de esa mujer se volvió clave, fundamental. No le permitió correrse del objetivo.

En la casa de los Matera tienen una costumbre. En las cenas de fin de año todos piden un deseo. Pablo tenía 17 años cuando pidió jugar un Mundial de Rugby. Y lo logró. Su primer gran cita fue en Inglaterra-Gales 2015. Desde allí no paró de crecer. Antes, sin embargo, había disputado el Mundial Juvenil de Sudáfrica 2012 y fue figura. Hoy representa a Jaguares en en el Súper Rugby y es considerado uno de los mejores tercera línea en el mundo.

Pablo Matera, con la camiseta
Pablo Matera, con la camiseta de Jaguares (AFP)

"Queremos una voz más afín al funcionamiento de nuestro sistema y me parece que Pablo es el mejor líder para llevarnos adelante hacia donde queremos ir", dijo el entrenador de Los Pumas Mario Ledesma días atrás en la conferencia que brindó para anunciar que Matera había sido designado como nuevo capitán del seleccionado argentino en lugar de Agustín Creevy.

En retrospectiva

El 18 de octubre de 2015 ce celebró el día de la madre en la Argentina. Entonces el país estaba pendiente del trascendental encuentro que en esa jornada Los Pumas jugarían con Irlanda por los octavos de final del Mundial de Rugby disputado en Inglaterra y Gales. Sería triunfo del seleccionado argentino por 43-20 y en la previa Infobae homenajeó a cinco madres de jugadores Pumas, entre ellas la de Pablo Matra, Janina Kook, quien así contaba la historia de permanente superación del jugador surgido en Alumni:

Janina Kook (Facebook)
Janina Kook (Facebook)

¿Cómo se inició Pablo en el rugby?

Cuando tenía 6 años se me ocurrió llevarlo al club Deportiva Francesa para que vea el entrenamiento. Le compré la remera y el equipo pero recuerdo que no le gustó mucho. Y después jugaba en el colegio. El padre tenía miedo, como él era grandote, de que lastime a algún otro chico. Entonces nunca fomentó el rugby en mi casa.

Cuando quedé viuda Pablo tenía 13 años y un papá de un amigo de él me ofreció llevarlo a Hindú para que vaya a entrenar. Y así empezó. Fue un fin de semana a Hindú pero después, por los amigos y el colegio, terminó yendo a Alumni.

Su papá decía que no quería que salga lastimado ningún chico. "Prefiero que juegue al fútbol", me decía.

Usted lo apoyó igual pese a la negativa de su marido…

Yo no lo apoyaba llevándolo a un club pero sí en el colegio. Terminó yendo al club y ahí fue a donde le empezó a gustar. De ahí en adelante, lo empecé a llevar todo el tiempo al club. Encontró su espacio. Los amigos y el club que le gustaba. Todos lo contuvieron un montón.

¿Cómo fue el camino hasta ser profesional?

Todo fue como un juego. Empezó a ir al club porque iban sus amigos y le gustaba ir los fines de semana con ellos. Era deportista. Siempre le gustó jugar juego en equipos. Siempre participaba en todo. Después hubo una vorágine que nos pasó por arriba a todos. Desde el club me pidieron permiso para llevarlo a jugar partidos al Interior con la UAR. Y después me llamaron para pedir que vaya a entrenar. Ahí empezó a involucrase cada vez más en el rugby. Empezó a vivir momentos en los que tenía que elegir entre ver más a sus amigos o entrenar. El último año de colegio le tocó transitar esa etapa. El rugby le quitaba mucho tiempo y hubo cosas que tuvo que sacrificar. Una fue ir con Alumni a jugar en una gira por Sudáfrica. Justo coincidía con el viaje con todos sus compañeros en una gira típica. No lo pudo hacer porque no lo dejaron ir. Por suerte después sí pudo ir al viaje de egresados. Pero siempre le gustó. Nunca le costó ir a entrenar en la semana o levantarse temprano los fines de semana. Por más que le gusta mucho salir, le gustaba ir a entrenar. No le costaba. Cuando empezó a tener que sacrificar lo que hacía con sus amigos, le costaba un poco más y empezó a sufrir algunos momentos.

Pablo Matera (NA)
Pablo Matera (NA)

¿Cómo afrontaron ese momento?

Pablo es un chico muy maduro porque se quedó sin padre a los 13 años. Se construyó solo su camino a base de esfuerzo. Él siempre buscó la forma. Siempre me pidió que lo lleve y lo acompañé. Tenía la decisión tomada de que iba a seguir y seguir. Jugó el Championship y para él fue un orgullo poder participar de ese torneo. Terminó el último partido y me dijo "mamá quiero hablar con vos. Firmé contrato con Leicester y me voy a vivir afuera un año". Siempre estaba muy decidido con lo que quería hacer.

¿Usted cómo reaccionó ante esa noticia?

Tenía apenas 18. Lagrimeé bastante. Me agarró de sorpresa. Lloré dos días porque Pablo se iba del nido. Después tuve la posibilidad de ir a Leicester, ver a dónde estaba y me quedé más tranquila. Fue muy rápida su carrera y nos sorprendió a todos.

(AFP)
(AFP)

A él le gusta el fútbol como el rugby. En un momento evaluó lo del rugby e hizo un planteo en casa. Quería seguir con el fútbol y no con el rugby porque no sabía qué le gustaba más. La familia lo apoyaba y se inclinaba más por el rugby por el entorno, la gente, el compañerismo, el tipo de deporte, nos gustaba más. Es un deporte de brutos pero jugado por caballeros. El quería progresar y puso todo su físico y su esfuerzo. Se fue al Mundial juvenil en Francia cuando tenía todo armado para irse dos semanas de vacaciones con sus amigos. Terminó el último partido y me dijo: "Me voy a Pensacola", ¿A dónde?, le pregunté. "Me llamaron de Los Pumas", me dijo. Fue todo muy rápido.

¿Y cómo recibió esa noticia?

Fue impresionante. Me sentí muy orgullosa. Estoy feliz por él porque trabajó para eso.

¿Qué significa tener un hijo en Los Pumas?

Cada pasa que daba me sorprendía. Cuando estaba jugando en la Selección menor lo acompañaba y era muy emocionante. Disfruté cada momento y de acompañarlo en cada etapa.

¿Cómo impactó en la relación suya con Pablo la situación de haber perdido a su papá a tan corta edad?

Yo me involucré mucho más con la educación y tuve que ser la madre y el padre, y poner mano dura cuando lo necesitaba. A mí me costó mucho criar un hijo varón, más con toda la efervescencia que tiene Pablo. A veces lo mimaba pero otras veces le tenía que dar con un hacha. Tuvo que cumplir con los dos roles y fue duro. Tenía que ser la mano dura en la casa pero a la vez mimarlo. No fue fácil. Me costó. He llorado bastante por ese chico. A veces me enojaba, me ponía firme y lo ponía en penitencia. Tenía que poner toda la rigidez del padre y que no se note ninguna debilidad para lograr imponerme. Después cerraba la puerta y lloraba sola. Había que ser firme con Pablo porque no era fácil.

(AFP)
(AFP)

¿Sobre qué tema se generaron la mayoría de esas discusiones?

Cuando era más chico siempre le gustaba salir. Cuando iba al colegio quería salir a bailar todos los días y yo le ponía límites. Le decía que podía salir tres veces hasta que terminara el colegio. Quería ir a todas las fiestas de egresados que había. Y le puse límites. "Te quedan tres meses de colegio y vas a ir a cuatro fiestas", le dije. Le explicaba que no podría ir todos los días dormido al colegio porque se acostaba a las seis de la mañana. O le decía: "Hoy no salís porque a ese lugar no vas o ese viaje no lo vas a hacer porque no me parece". Un verano se llevó materias y me pidió quedarse en Punta del Este porque los padres de un amigo lo habían invitado. Le dije que tenía que volver. Todos me intentaban convencer. Pero le dije que tenía que volver a Buenos Aires a dar las materias. "Si te fue mal en el colegio, tenés un problema", le decía y solíamos enfrentarnos por esos temas.

Yo creo que él sebe que no fue fácil. Creo que se dio cuenta del esfuerzo que hice para no cambiarle mucho el estilo de vida cuando me quedé sola. Y seguir con la educación que creía que debían tener y mis principios.

Usted trató de que la vida de ellos cambie lo menos posible ante la ausencia de su marido…

Si, traté de no cambiar nada y seguir adelante. Tratar de estar juntos día a día. Yo conseguí un trabajo. Traté no salir del lugar a donde vivíamos siempre. Que pudieran seguir yendo a esquiar, al mismo colegio, a entrenar, a hacer actividades y viajes. Creo que ellos valoran el esfuerzo que hice en ese momento. Mis hijos son muy agradecidos (Pablo tiene tres hermanas mujeres). Él es el segundo y el único varón y ya se sabe que el varón es la debilidad de todas las madres. Como me dicen sus hermanas, "tu hijo preferido".

¿Qué piensa cuando lo ve jugar?

Cuando era más chico sufría porque el rugby es un deporte de choque. Era más lo que sufría que lo que disfrutaba. Tenía miedo de que se lesionara. Ahora que ya me adapté a los tamaños que veo de los rivales, con esos cuerpos y esos físicos, y veo el entrenamiento que realizan ellos, puedo disfrutar el partido. Voy como un hincha más a la cancha. Sufro por si gana Argentina o no lo hace. Sufro por todo el grupo. No pienso específicamente en Pablo. Ahí me olvido de que soy la mamá de Pablo. Lo vivo y lo disfruto como cualquier hincha.

¿Hay alguna anécdota que simbolice la relación de Pablo con el rugby?

Todos los años nuevos nos juntamos toda la familia y pedimos un deseo. Y me acuerdo que Pablo una vez dijo: "A mí me gustaría jugar un Mundial de Rugby". Todos creíamos que soñaba mucho, que era muy ambicioso. Eso ocurrió cuando jugaba para los juveniles y ahora está jugando su primer Mundial…

¿Cómo lo describiría a su hijo?

Tiene un corazón muy grande, es muy generoso y tierno. Jugando al rugby va para adelante y no le tiene miedo a nada. Tiene mucho coraje. Muy amigo de sus amigos. Es un gran hijo. Yo soy feliz cuando veo que mis hijos cumplen sus sueños.

El técnico de Los Pumas,
El técnico de Los Pumas, Mario Ledesma, al presentar al nuevo capitán del equipo, Pablo Matera (UAR)

Hace apenas siete días, Mario Ledesma anunció que Pablo Matera sería desde ahora el capitán de Los Pumas, el jugador, presente en ese evento, manifestó: "No lo esperaba, estoy muy contento, es un desafío muy grande, una gran responsabilidad. Tengo el apoyo de los jugadores y la confianza de los entrenadores. Me pidieron que fuera yo mismo, eso me deja tranquilo. Me dieron que sentían que era el jugador que más representaba la identidad del equiop que ellos querían en este momento y que por eso me eligieron". De aquel triste ¿por qué a mí? a este sueño cumplido y ¿por qué no a mí?

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