En Porto Alegre, River consume las horas previas al partido de vuelta ante Gremio en medio de sensaciones encontradas: sed de revancha por un lado y, por el otro, esa incómoda sensación de saberse en desventaja ante un rival que en el Monumental le demostró cuán complicado es capaz de ser. Los hinchas que acompañan al equipo se aferran al antecedente de 2015, cuando River eliminó a Cruzeiro tras perder 1 a 0 en Buenos Aires y ganarle 3 a 0 en el Mineirao, y al fuerte espíritu competitivo mostrado durante la era de Marcelo Gallardo, en la que ganó cinco títulos internacionales y tres nacionales.
En esos cuatro años y cuatro meses, River debió definir series coperas a nivel internacional en condición de visitante en ocho ocasiones. Y los antecedentes le hacen un guiño a la espera de lo que ocurrirá el martes a las 21.45 en el Arena do Gremio: en seis pasó de ronda y en las otras dos quedó eliminado.
De esas ocho, solamente una fue en Brasil. Y quedó retratada por quienes frecuentan los pasillos del Monumental como el mejor partido de River en condición de visitante en la historia de la Libertadores. Fue el 27 de mayo de 2015 y River, que había perdido 1 a 0 el choque de ida en Núñez, lo dio vuelta a pura personalidad y contundencia con un 3 a 0. El triunfo, épico, se agigantó porque Cruzeiro era una suerte de bestia negra para River después de ganarle las finales de la Libertadores 1976, de la Supercopa 1991 y de la Recopa 1998.
Hubo otra serie que el River de Gallardo comenzó perdiendo de local, pero en ese caso no logró darla vuelta: ante Huracán, por las semifinales de la Copa Sudamericana 2015. Perdió 1 a 0 en el Monumental y luego empató 2 a 2 en el Ducó.
El otro equipo que eliminó a River al definir una llave copera como visitante también es argentino: Lanús, en la histórica semifinal de la Libertadores del año pasado. River se impuso 1 a 0 en Núñez y ganaba 2 a 0 en la revancha, pero Lanús revirtió la serie de manera impensada con un 4 a 2 que forma parte de las caídas coperas más dolorosas de la historia millonaria. River fue perjudicado por el VAR, pero su insólita caída de tensión que posibilitó la reacción de Lanús relegó –razonablemente- a un segundo plano los fallos arbitrales que ignoraron un penal contra Ignacio Scocco y un manotazo en la cara en perjuicio de Ariel Rojas, que merecía la expulsión de Román Martínez.
Las seis series en las que River definió a domicilio y festejó fueron ante San Lorenzo, por la Recopa Sudamericana 2015; contra Boca, por los octavos de final de la Libertadores 2015 (la del gas pimienta en la Bombonera); la mencionada frente a Cruzeiro, por los cuartos de final de la Libertadores 2015; contra Guaraní, por las semifinales de la Libertadores 2015; ante Liga Deportiva Universitaria de Quito, por los octavos de final de la Sudamericana 2015; y contra Chapecoense, por los cuartos de final de esa misma competencia.
Las únicas dos veces que ganó de las ocho que definió en territorio ajeno fueron ante San Lorenzo, por 1 a 0 en el Nuevo Gasómetro, y contra Cruzeiro, con aquel 3 a 0 del Mineirazo. Empató contra Boca, Guaraní y Huracán, y perdió contra Liga de Quito, Chapecoense y Lanús, aunque en Ecuador y en Brasil avanzó de ronda gracias a las diferencias que había conseguido en el Monumental.
En el Arena do Gremio, el River de Gallardo estará ante el desafío de demostrar que su estirpe copera, esa que le permitió ganar la Sudamericana 2014, la Libertadores 2015, las Recopas 2015 y 2016, y la Suruga Bank 2015, está vigente y dispuesta a escribir más capítulos para los libros.
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