Juan Martín "Látigo" Coggi generó asombro en la mesa de Podemos Hablar al relatar con una sonrisa una cruda historia sobre la relación con su hijo y el boxeo.
El ex campeón del mundo superligero comenzó aclarando que "jamás" quiso que Martín siga sus pasos. Y fue justamente por eso que recurrió a un método poco ortodoxo para alejarlo del ring.
"Lo llevé al gimnasio en el que entrenaba, en Berazategui. Agarré a uno de mis pupilos más avezados, que tenía 10 o 15 peleas, y le dije 'castigámelo'. Es más, le dije 'rompelo'", relató Coggi.
Ante la violenta anécdota, Andy Kusnetzoff le preguntó si tomar esa decisión le había costado mucho, dado que se trataba de su propio hijo.
Sin dudarlo, Coggi contestó que no, "porque el boxeo es así". "¿Y tu pupilo no dijo que no?". repreguntó el conductor.
"No, lo rompió. Le quebró la nariz y sangraba mucho", retrucó Coggi con total naturalidad. No obstante, también recordó que intentó frenar la pelea pero su hijo lo amenazó con no hablarle nunca más si lo sacaba del ring. Tuvo que dejar que continuaran.
Unos días más tarde, Martín le dijo que quería volver a pelear con el mismo pupilo para "romperlo todo".
Entre risas Coggi recordó que lo desafió: "Le dije que no, porque es un maricón. Le dije: 'Cuando yo me rompí la nariz me la arreglé solo'. Y empecé a reirme porque sabía que lo iba a hacer".
"Pasó del baño sangrando porque se había roto la nariz de vuelta y yo matándome de la risa", dijo tentado el ex campeón.
En ese momento Andy decidió intervenir para amablemente aclarar que "ya no se usa más la palabra marica". "Y arreglarse la nariz solo, tampoco", agregó como remate.
Finalmente, Coggi no logró el objetivo de que su hijo no sea boxeador. De hecho destacó que ganó seis títulos sudamericanos y uno internacional. "Lo de Martín es mucho más loable que lo mío porque yo tuve odio, él tuvo amor. Él nunca tuvo necesidades, nunca le faltó nada de lo que me faltó mí. ¿Con qué necesidad hace esto? Es pasión", concluyó.