El apellido, se hereda. El nombre, habitualmente es pensado, discutido y analizado por los familiares. Pero el apodo llega sin avisar y se instala como un sello indeleble que queda para toda la vida. El aspecto físico, el origen del apellido, alguna anécdota o el parecido con otros personajes pueden ser los impulsores de un sobrenombre que despoja al nombre de pila y se queda para siempre.
Narigón, petiso, flaco, chiquito, rengo, turco, gallego, tano, burrito, tiburón, mono… A lo largo de la historia del fútbol, muchos protagonistas acuñaron apodos sin buscarlos. La lista es tan extensa que probablemente muchos queden afuera de la subjetiva selección de los mejores y más curiosos sobrenombres que entregó el deporte más popular del país.
MUSICALES
Discoteca Núñez
El uruguayo que tuvo paso fugaz por Racing llegó con uno de los apodos más llamativos de los últimos tiempos. Sus noches en Montevideo hicieron que pocos recuerden que su verdadero nombre es Carlos Rodrigo.
Tecla Farías
El ex goleador de Estudiantes no tiene ningún vínculo con la música. Al delantero le llegó ese sobrenombre por la tecla negra del piano, en referencia a un diente que le había quedado de ese color en su juventud.
PERSONAJES FICTICIOS
Tarzán Carrizo
Para algunos fue el mejor arquero argentino del Siglo XX. Amadeo se ganó el apodo de Tarzán por sus espectaculares acrobacias en la defensa del arco de River, Millonarios de Bogotá y la Selección.
Miliki Jiménez
El santafesino referente de Instituto de Córdoba se crió con un fanatismo hacia el trío español compuesto por Gaby, Fofó y Miliki. La influencia familiar lo rebautizó y guardó su apodo hasta la actualidad.
Lulú Sanabria
Su historia es muy particular. Cuando defendía la camiseta de Huracán, una marca deportiva envió a Parque Patricios unos botines blancos, llamativos para la época. Como nadie quería utilizarlos, el correntino se los puso para una gira por Formosa y fue la figura del Globo. Fue entonces cuando el diario Crónica tituló "Gran partido de Lulú Sanabria", por su calzado y su parecido al personaje de historietas La Pequeña Lulú. Desde ese día, el hombre de larga cabellera y pantaloncitos ajustados dejó de llamarse Jorge Armando.
Cachavacha Forlán
La figura del Mundial de Sudáfrica adquirió el nombre del personaje de las Aventuras de Hijitus cuando jugaba en Independiente. Su cabellera rubia, a veces con matices de mayor o menor oscuridad y un poco hirsuta fue la inspiración de su apodo.
Chilindrina Álvarez
El ex River que emigró a México se ganó el nombre del personaje cómico de la Vecindad del Chavo a causa de sus constantes arrebatos contra los árbitros cada vez que le cobraban una infracción en contra.
Cuchu Cambiasso
Nació en las inferiores de Argentinos, con la inspiración del personaje televisivo Cuchuflito interpretado por el humorista Juan Díaz, quien era tan flaco como el el volante central.
Pitu Barrientos
Su baja estatura lo llevaron a compararlo con un Pitufo. El diminutivo quedó en Pitu.
Kun Agüero
Basado en una serie de dibujos animados japoneses que el delantero miraba cuando era chico y donde el protagonista, que se llamaba Kum Kum, era muy parecido a él.
COMESTIBLES
Huevo Acuña
El ex Ferro y Racing adquirió ese apodo por la cantidad de chichones que se hacía en la cabeza cuando era chiquito.
Chocolate Baley
El arquero campeón del mundo en 1978 recibió el sobrenombre por su color de piel. Negro y Loco fueron otros apodos que acuñó a lo largo de su carrera.
Puchero Varacka
En el ambiente se lo conoce como Puchero por una anécdota de su adolescencia cuando trabajaba en una fábrica de cubanitos y se los comía como si se encargara de aprobar la calidad de los dulces. Su jefe, que lo veía con hambre y goloso, le preguntó, con un reproche: "¿En tu casa no te hacen un puchero?" Y ahí se le instaló el nombre.
Lechuga Roa
Al arquero que representó a la Argentina en el Mundial de 1998 lo apodaron así cuando la prensa se enteró que era vegetariano.
Morrón Rotchen
El ex Independiente tenía un particular rasgo cuando era exigido físicamente. Como el color de su rostro se ponía extremadamente colorado, en los entrenamientos del Rojo comenzaron a decirle Morrón.
Mostaza Merlo
Si bien muchos creen que es por el color de su pelo, en su época de volante central había una publicidad televisiva con un slogan que decía "se le subió la mostaza" y como el hombre de River era un jugador temperamental de pierna fuerte los relatores tomaron el refrán del aderezo.
Tomatito Pena
El ex central de River y Argentinos heredó el apodo de su padre, Tomate Pena. El color de pelo avaló su sobrenombre.
Uvita Fernández
El hermano menor de la dinastía de Florencio Varela llamó la atención con su apodo. Si bien no hay una historia oficial, la leyenda urbana instaló que el nombre que surgió en el conurbano bonaerense se debe a la famosa bebida de cartón.
Longaniza Pellegrino
El ex central de Vélez llamaba la atención por su estatura. El metro 93 fue una curiosidad para Marcelo Araujo, quien en la década del 90 comenzó a llamar al defensor como el embutido.
Fatura Broun
Una distorsión de Factura. Como su padre era panadero y era reconocido por sus medialunas, el arquero adoptó el mismo apodo que su papá.
Vitamina Sánchez
Se cree que el ex jugador de Rosario Central es conocido así debido a su alto nivel de trabajo dentro y fuera de las canchas, al menos esa es la versión oficial.
Chori Domínguez
En una entrevista radial, el atacante con pasado en River lo explicó de una forma clara y precisa: "De muy chico pasé de Lanús, en primera, a Quilmes, en segunda, y empecé a jugar de entrada. Uno de los compañeros siempre decía: ¿Y este choripán quién es, que viene a robarle el puesto a un compañero? Empezaron a llamarme todos Chori y se me quedó".
OFICIOS
Jardinero Cruz
Desde sus días en las inferiores de Banfield, el delantero se ganaba la vida cortando el césped de las canchas donde entrenaba el Taladro. Cuando debutó en Primera, ya tenía ganado el apodo de Jardinero.
Maestro Tabárez
El entrenador de la selección uruguaya es un verdadero maestro. Incluso llegó a ejercer la profesión antes de dedicarse a la dirección técnica.
Panadero Díaz
Lo apodaron "Panadero" porque su padre tenía una panadería y siempre llevaba las facturas al entrenamiento para compartir con el grupo de jugadores y Tita Mattiussi.
Kaiser Passarella
Su conducta restrictiva lo llevó a ganarse el sobrenombre de los emperadores alemanes, quienes eran reconocidos por su cultura disciplinaria.
Payaso Aimar
Al ex River le llegó el sobrenombre por una distorsión. Como en Córdoba le decían Payito, término que en el interior hace alusión a su color de pelo y es una palabra poco familiar para los porteños, cuando llegó a River comenzaron a decirle Payasito,creyendo que Payito era un error.
Sheriff Castrilli
El árbitro se ganó su apodo por su rigurosidad a la hora de aplicar el reglamento. Sus polémicas actuaciones lo convirtieron en el juez más controvertido y admirado de la década del noventa.
Virrey Bianchi
Como en el siglo XIX estaba el "Virrey Liniers" y Bianchi nació futbolísticamente en Velez, Victor Hugo Moralez lo apodó "Virrey".
ANIMALES
Araña Yashine
Fue uno de los mejores arqueros de la historia. Con la Unión Soviética ganó la medalla de oro de 1956, la Eurocopa de 1960. El hombre que también participó de de 4 mundiales fue nombrado la Araña Negra en referencia a la indumentaria oscura que utilizaba.
Anguila Gutiérrez
Un sobrenombre que surgió en los vestuarios de Huracán.
Demonio Hauche
Al delantero con pasado en Racing y Argentinos lo llaman así por su parecido físico al Demonio de Tazmania, el personaje de dibujos animados de la Warner.
Búfalo Funes
El delantero era tan potente que se ganó el apodo de Búfalo por su capacidad goleadora.
Burrito Ortega
Si bien al padre le decían Burro, el ex River se ganó el sobrenombre por tener un partido contrariado contra Gimnasia de Jujuy, cuando envió todos sus remates por encima del travesaño.
Conejito Saviola
Cuando debutó en River era un adolescente con unas paletas que llamaban la atención. Rápidamente surgió el apodo por su apariencia física.
Oveja Telch
Sus rulos eran característicos en su cabellera. Fue un apodo que llegó gracias a sus peinados.
Chancha Rinaldi
Su contextura física fue el motivo de su sobrenombre.
Galgo Gutiérrez
En su época en Vélez era muy flaco y corría a gran velocidad. Desde esa época dejó de ser Jonás.
Lobo Ledesma
Aún no se sabe quién fue el autor de su apodo, pero se basa en su forma de jugar que lo caracterizaba en la mitad de la cancha. Una bestia que roba y destruye.
Mono Burgos
Surgió en las tribunas de River. Después de la era de Navarro Montoya en Boca, el Millonario tuvo a su propio Mono de aspecto desgarbado y un metro 88.
Pulga Messi
El mejor jugador del mundo adquirió ese sobrenombre por su baja estatura.
Pájaro Caniggia
Su velocidad hacía que en cada corrida parecía que volaba. También es conocido como El Hijo del Viento.
Piojo López
Cuando debutó en Racing era muy chico (físicamente y de edad).
Pato Abondancieri
Porque cuando era chico sus compañeros decían que caminaba chueco como un pato
Tiburón Serrizuela
La prensa de la época decía que se comía todo lo que caía en el área.
Ratón Ayala
Heredó el apodo de Rubén Ayala, pese a no estar emparentados
Tero Di Carlo
El delantero que brilló en Lanús fue apodado el Tero por sus piernas delgadas.
Toro Acuña
Porque era un patrón en el medio campo, como los toros en sus rodeos.
Tigre Gareca
Siempre estaba al acecho en el área rival y su capacidad goleadora confirma la teoría.
BÉLICOS
Cañoncito Varallo
Se llamaba Francisco, y también era reconocido como Pancho. Fue apodado así por su baja estatura y sus enormes dotes futbolísticos. Sus disparos de media y larga distancia fueron argumentos para que se gane el mote de Cañoncito.
Rifle Pandolfi
Su contextura delgada y la capacidad de disparar a gran velocidad fueron argumentos para bautizar al ex Vélez de esa manera.
Balín Bennet
El hondureño con pasado en San Lorenzo y Argentinos es recordado por un sobrenombre que no volvió a repetirse. La causa fue por haber jugado más de 6 años con una bala dentro de su cuerpo, producto de un disparo que recibió en 1988.
OTROS
Terremoto Cejas
Revoltoso en su infancia y de un carácter temperamental en su época de arquero, el ex Newell´s y Chacarita daba miedo cuando se enojaba.
Travieso Hernández
El jugador de San Lorenzo lo explicó en TyC Sports: "Me lo puso un comentarista de mi país porque decía que me atrevo en el área a tirar un caño o un sombrero. Pero siempre lo hago con la seriedad y buscando el peligro en el arco de enfrente".
Pachorra Sabella
En su época en Estudiantes era reconocido por su cara de dormido, apacibilidad al moverse y al hablar. En aquel plantel no dudaron en ponerle Pachorra.
Garrafa Sánchez
Heredó el mote del oficio de su padre, que se ganaba la vida repartiendo garrafas de gas comprimido
Papu Gómez
En su infancia su mamá le decía cariñosamente "Papuchi" y cuando fue creciendo le quedó "Papu".
Tolo Gallego
Si bien nunca fue oficializado por el ex DT de River, Independiente y Newell´s, entre otros, en el ambiente del fútbol está instalado que su apodo tiene su origen en su infancia, ya que frente a su casa había un caballo llamado "Bartolo", pero como el chiquito Américo no lo podía pronunciar bien, sólo alcanzaba a decir "Tolo".
Rolfi Montenegro
Heredado de su padre Rodolfo. Fue el diminutivo del sobrenombre que llevaba su papá.
Muñeco Gallardo
Por su débil contextura física cuando debutó en River.
Paco Gerlo
Fue una iniciativa de la prensa que combinó el apodo con su apellido para que la ecuación genere risas en el ambiente deportivo.
Pocho Lavezzi
El propio delantero lo contó publicamente: "De chico tenía un perro de nombre "Pocholo". Desde que murió, mi hermano y su mejor amigo empezaron a llamarme "Pocholo" porque les estaba encima, hinchando todo el tiempo como mi perro. Desde entonces la gente de mi pueblo, Villa Gobernador Gálvez, empezó a llamarme "Pocholo" y después, en la Selección Sub 20, me encontré con un viejo compañero que venía de mi ciudad, Formica, que sabiendo el sobrenombre que me habían puesto no tuvo mejor idea que empezar a llamarme "Pocholo" frente a todos los demás. Los pibes del vestuario acortaron "Pocholo" y así pasó a ser "Pocho".
Lavandina Bergessio
En sus días en Racing, el delantero llegó a un entrenamiento con el pelo teñido de rubio y fue ahí que surgió el sobrenombre cuando un compañero le preguntó con tono humorístico si se le había caído un tacho de lavandina en la cabeza.
Pelusa Maradona
La lista la cierra el mejor de todos los tiempo. Cuando nació tenía como una pelusa en lugar de pelo y su familia lo comenzó a llamar así.
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